La huelga de estudiantes termina con la llamada a un paro general de 72 horas en noviembre

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Estudiantes, profesores y padres de alumnos de la enseñanza pública durante la manifestación ayer, en Madrid, para protestar contra la política educativa del PP. / Juan Carlos Hidalgo (Efe)

La tercera y última jornada de la huelga estudiantil terminó ayer en Madrid con una manifestación entre la plaza de Neptuno y el Ministerio de Educación, en la calle Alcalá. También se desarrollaron manifestaciones en más de una decena de ciudades españolas. Miles de personas salieron a la calle en la capital en una marcha que no ha sido de las más multitudinarias en el sector pero que ha contado con mensajes contundentes de rechazo a la política educativa del PP. La división en los métodos de lucha entre las diferentes organizaciones ha sido una de las características principales desde el inicio de la convocatoria. En este sentido, tanto el Sindicato de Estudiantes (SE) como CCOO han planteado la necesidad de realizar una huelga general de 72 horas para toda la comunidad educativa el próximo mes de noviembre.

“Nuestra valoración es tremendamente positiva, se han vaciado las aulas de nuevo. Ha sido una respuesta contundente a las políticas clasistas y elitistas de Wert y el PP. Los jóvenes nos rebelamos ya que no podemos retroceder décadas donde solamente los ricos podían estudiar”, señaló a cuartopoder.es Ana García, secretaria general del SE. Para la líder sindical, “hay que dar un paso más y continuar la movilización”. En este sentido, piden que se concrete en una huelga general de 72 horas para noviembre. “Lo estamos planteando e insistimos en ella, a la luz del clamor de las calles los dirigentes sindicales tienen que reaccionar y convocarla”, afirmó.

A su lado, en la cabecera de la marcha, fuerte presencia también de CCOO. Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza, declaró a cuartopoder.es que la convocatoria estudiantil ha tenido mucha repercusión. “Hay que seguir trabajando y peleando contra los recortes para mandar el mensaje a este Gobierno de que hay que cambiar el rumbo. También a cualquier Gobierno que pueda venir después le decimos que no nos va a valer cualquier cosa porque queremos que se derogue la LOMCE y que haya una ley educativa que garantice el derecho a la educación”, explicó. García, sobre la idea de huelga general en noviembre, recordó que ellos siguen pensando en la necesidad de unir a toda la comunidad educativa en una acción de este tipo. “No sólo es razonable sino necesario”.

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Ana García, secretaria general del Sindicato de Estudiantes, en la manifestación de ayer en Madrid. / M. M.

Rafael Valentín, secretario general de Enseñanza en Madrid del sindicato CGT y profesor de primaria explica a cuartopoder.es su postura. “Vamos a apoyar todas las movilizaciones en las que participe una mayoría de la comunidad educativa”, explica mientras recuerda que no convocaron la huelga por la baja participación actual del profesorado en este tipo de lucha. “Siempre hemos apostado por una respuesta contundente y no nos podemos quedar en huelgas de un día o paseos callejeros que parecen meras fiestas de cumpleaños como dijo Wert”. Por tanto, esperan que la situación cambie y puedan secundar una movilización fuerte “con un discurso de responsabilidad y coherencia”.

Diferentes perfiles y luchas

La marcha transcurrió sin incidentes, con algo de desorganización y con una presencia multicolor en la que el verde fue evidentemente el más representativo. También el rojo, de CCOO y de los trabajadores de Coca Cola en Lucha se dejó ver en cabecera. El coordinador federal de IU, Cayo Lara, también hizo acto de presencia. A partir de ahí, muchas luchas y diferentes historias personales con el punto común de rechazo generalizado a la situación. Desde Fuenlabrada llegó un autobús lleno con sus simbólicas estrellas del colegio “Arcipreste Ocupado”, que lleva ya 123 días de encierro. “Ninguna novedad, seguimos igual”, señaló a este medio Juan Parra. Desde 2013 llevan peleando 301 trabajadores de la Universidad Politécnica de Madrid por recuperar su trabajo tras ser readmitidos gracias a una sentencia del Tribunal Supremo. “Nos han readmitido pero sin plaza, la UPM está incumpliendo la sentencia porque no estamos trabajando. Además no están presionando con despedirnos otra vez”, señala Ángel.

A pesar de que oficialmente las familias no estaban llamadas a la marcha, diferentes perfiles de edad salieron a la calle. Como Cecilia, madre de estudiante universitario y trabajadora en un centro público de formación ambiental. “Nos preocupan todas las situaciones, desde los precios de las tasas universitarias o quitar recursos de la enseñanza pública en favor de la concertada. Supone un problema económico grande para las familias”, explica. En este sentido afirma que desde hace dos años las tasas en su centro se han quintuplicado y hay niños que no pueden ir a visitarlo.

Se vieron pancartas con lemas como “Pagadnos las becas con vuestras tarjetas”, “No a la contrarreforma franquista de Wert” o “En defensa de la educación pública, no a los recortes, no a la Lomce”, entre otras. Por la mañana varias organizaciones protagonizaron una acción simbólica conectando el Banco Santander en Gran Vía con el Ministerio de Educación mediante una cadena humana. El objetivo era denunciar “la problemática relación entre la financiación y participación en la gestión de las universidades púbicas por parte de los bancos, y la posibilidad de que esos mismos bancos sean quienes oferten becas para los estudiantes”.

El Colectivo de Estudiantes de Madrid (CEM) fue uno de los más activos durante la tarde. “Se ha demostrado que el movimiento estudiantil sigue fuerte y organizado”, destacó Rodrigo,uno de los portavoces. “Esta movilización ha tenido éxito porque los estudiantes han tomado las riendas y que no nos pueden venir las convocatorias dictadas desde arriba. Estamos construyendo movimiento estudiantil para echar para atrás cada una de las reformas”, afirmó por su parte Víctor, también portavoz del CEM. Sobre la huelga, destacaron que “ha sido un instrumento histórico para la conquista de derechos” e invitaron a todos los estudiantes a sacar adelante paros “masivos, plurales y amplios que permitan avanzar”. “La huelga sí funciona cuando se es una mayoría”, concluyó Víctor.

Una batucada animó la manifestación con gritos por la educación pública a ritmo de percusión. A la altura del Ministerio se pidió la dimisión de Wert y un grupo se dividió del resto para recorrer Gran Vía escoltado por la policía y sin incidentes. El SE protagonizaba un discurso final de cierre mientras que una gran parte permanecía a las puertas del edificio institucional. A partir de mañana seguirán produciéndose los contactos para marcar una hoja de ruta que muchos esperan sea unitaria.

2 Comments
  1. ramón moreno palau says

    Me imagino que la caverna mediatica adicta al regimén ya estará aireando supuestos y presuntos trapos sucios de los dirigentes estudiantiles,al regimén le vale todo con tal de aplastar las protestas populares

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