Rita Barberá exige el amparo del PP

La exalcaldesa de Valencia Rita Barberá no sólo no está dispuesta a abandonar su escaño en el Senado, sino que ha exigido a los emisarios de su partido que la “amparen” frente a las turbulencias judiciales que sacuden de nuevo a un PP valenciano en fase de descomposición, tras el último escándalo de corrupción. En tanto que aforada, Barberá precisa del suplicatorio que, en su caso, tendría que solicitar el Tribunal Supremo a la Cámara Alta (donde el PP ostenta la mayoría absoluta) para ser investigada por el alto tribunal. El resto de miembros del grupo municipal del PP valenciano están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción nº 18 de Valencia.

Fuentes de la dirección del PP han asegurado a cuartopoder.es que el partido ha intentado que la popular exalcaldesa dejase voluntariamente su escaño, pero que su respuesta ha sido una negativa rotunda con un argumento tajante: “Dice que lleva toda la vida al servicio del PP y que ahora es el PP el que tiene que dar la cara por ella −explica un miembro de la cúpula 'popular'− porque ella no ha hecho nada malo. Y no hay forma de hacerla entrar en razón”.

Ni el hecho de que todo su equipo municipal al completo fuese imputado, ni la advertencia de que, a partir del mes de marzo (que es cuando calculan los populares que se levantará el secreto del sumario de la conocida como 'Operación Taula')  van a empezar a conocerse las grabaciones del expresidente de la diputación de Valencia, Alfonso Rus, y que eso, en palabras de un miembro del entorno del PP “puede ser demoledor”, han logrado convencer a Rita Barberá. La máxima concesión que ha aceptado la exalcaldesa de Valencia −y a regañadientes− según aseguran los 'populares', es la retirada de su nombre para presidir la Comisión Constitucional, cargo que, de habérsele otorgado, le hubiese supuesto el incremento de su remuneración y algunos privilegios frente a sus compañeros de grupo que no ostentan presidencias ni portavocías. El encargado de 'lidiar' con ella para esta cuestión fue el portavoz del Grupo Popular en el Senado, José Manuel Barreiro.

Mariano Rajoy, por su parte, no le ha pedido gestos en nombre del partido, ni piensa hacerlo, según sus allegados, “porque esas son cosas que debieran salir de ella misma”. Según el entorno más reducido de Rajoy, la bala que guarda en la recámara la dirección del PP es “la elaboración de las listas electorales, en el supuesto de que tengamos que repetir las elecciones”. En ese caso y, si persiste la resistencia numantina de Rita Barberá, la dirección nacional podría perfectamente apartarla de la candidatura por Valencia. Pero eso, en este momento, no toca.