PRIMARIAS DE PODEMOS / Las feministas creen que no hay suficiente pluralidad
El círculo de feminismos de Madrid impugna los «pactos de patriarcas» de Espinar y Errejón
Pese a los esfuerzos de Podemos por presentarse como un partido feminista, algunas fotos revelan que las estructuras patriarcales permanecen arraigadas (también) en este partido. La foto de este jueves que pretendía escenificar la unidad de las facciones moradas en la Comunidad de Madrid estaba protagonizada por tres hombres: Ramón Espinar, Íñigo Errejón y Pablo Iglesias, que posaban delante de un cartel con la palabra "nosotras". El Círculo de Feminismos de la Comunidad de Madrid se ha reunido de manera extraordinaria y ha decidido impugnar el reglamento aprobado para las primarias a la Asamblea de Madrid, ya que “elimina la participación real de las mujeres feministas y de los círculos y bases de Podemos”, según apunta el comunicado publicado que han colgado en sus redes sociales. No hablan solo de una imagen, sino también de una forma concreta de hacer política que las deja a ellas en un segundo plano.
En el documento expresan su “hartazgo” ante las dinámicas “verticales/machistas” de la organización de las candidaturas y creen que este proceso es “contrario al espíritu” del documento de Feminismos aprobado en la II Asamblea Ciudadana de Podemos, que pretendía ampliar la participación de las mujeres en los espacios públicos.
La facción de Anticapitalistas ya se había retirado de la carrera de las primarias al alegar que el citado acuerdo era, en realidad, un intercambio de sillones. Este comunicado sigue la misma línea: “Tristemente, nos encontramos una vez más con que la participación política se hace en “pactos de patriarcas”, en despachos o "reuniones carentes de transparencia”. En este sentido, alegan que el reglamento de las primarias coarta la “pluralidad”, sustituyéndola por prácticas “masculinas y machistas”.
Comunicado Círculo de Feminismos de la Comunidad de Madrid, impugnando el proceso de primarias de la Asamblea de Madrid. Por el feminismo, la democracia interna y pluralismo político. Nada sobre nosotras sin nosotras. #NosotrasPodemos pic.twitter.com/3NzVE5xOLM
— PodFeminismosMadrid (@PFeminismosMad) 20 de abril de 2018
El pasado 8 de marzo, algunos partidos, entre los que se incluye Podemos, se sumaron a las manifestaciones que se produjeron en Madrid y en varias ciudades de España. Ahora, toca cumplir también con la agenda feminista. El círculo de la Comunidad de Madrid advierte: “ya no vamos a pedir respeto, damos un paso al frente”.
En el documento, se desgranan seis puntos entre los que afirman que están “hartas de defender o pelear” cosas básicas como “las cuotas” o el “lenguaje inclusivo”, reclaman “prácticas y políticas feministas” y un “cambio radical en la manera de hacer política”. En su cuarto punto también alegan estar en contra de “la violencia en todas sus manifestaciones” y de la exclusión, “mucho más si se produce dentro de nuestro partido”. Los últimos dos apartados piden “más democracia interna” y recuerdan que, para que haya “una perspectiva de género en un programa”, ellas tienen que “participar de él”.
Por último, apelan al fin de la “lucha de familias” e invitan a demostrar que una nueva forma de hacer política es posible dentro del proyecto del cambio.
Un exceso de precipitación
En su anexo, titulado ‘Impugnación del reglamento’, el Círculo de Feminismos de la Comunidad de Madrid denuncia que se sigan convocando primarias “con tan poca antelación” y más, cuando “no hay ninguna urgencia de elecciones”. Se atienen al documento ‘Ruta Morada’ para hablar de una necesaria “corrección de género” en el acceso a los puestos clave, demandan convertir la “participación y paridad en un principio de legitimidad” y quieren que se evite “la segregación horizontal”, tanto en las comisiones como en portavocías, etc.
El calendario tampoco está ajustado a lo que este círculo entiende como un proceso plural. Alegan dos fallos. El primero, son los propios plazos, que no dejan tiempo suficiente para constituir candidaturas con “la reflexión y el consenso necesarios”. El segundo, es que estos tiempos no permiten “conciliar y participar en la asamblea de avales” , ya que trastorna la vida de las personas que forman los círculos al tener que reunirse entre semana y con poca antelación, dificultando la participación, especialmente de aquellas en las que recaen los cuidados, que suelen ser mayoritariamente mujeres.