La frustrante realidad de las app que prometen encontrar empleo en 24 horas
Aplicaciones que prometen empleo en 24 horas. En los últimos meses han surgido algunas herramientas para móviles cuyo cometido es agilizar los procesos de contratación. El mecanismo es sencillo en todas ellas: descargar la aplicación en el móvil, crear un perfil con experiencia profesional y otros datos y buscar. En cuartopoder.es hemos probado estas aplicaciones para conocer más a fondo qué ofrecen y de qué calidad.
Las ofertas
Hemos probado una de las app que prometen encontrar trabajo en 24 horas para certificar su eficacia. Los perfiles que se han utilizado para conocer el funcionamiento de esta app han sido dos: uno, de orientación a la comunicación y gestión de redes sociales, y otro del mundo de la hostelería. Crear un perfil no lleva más de tres minutos. Además, dispone de un buscador en el que concretar la localización geográfica o el tipo de puesto buscado y un chat a través del que conocer más información sobre la oferta. Una vez apuntado a una de estas ofertas, el contador empieza a funcionar y las 24 horas corren.
El objetivo era conocer la calidad de las ofertas, más allá del anuncio. La primera impresión es que prevalece el perfil comercial, algo que se encuentra desde hace tiempo en otras páginas de búsqueda de empleo. En la aplicación elegida también despunta un perfil, además del comercial: el de hostelería. Las ofertas de trabajo para camareros y camareras, para reforzar turnos (durante horas de partidos de fútbol, por ejemplo), para cubrir bajas o para el ocio nocturno son, aproximadamente, la mitad de ellas. Y entre tantas, las ofertas que podríamos calificar de “multidisciplinares”. Como ejemplo: una de repartidor en un restaurante de comida rápida que a la vez pueda desempeñar tareas extra como camarero en sala o incluso cocinero. Un “perfil para todo” que representa la precariedad elevada a su máximo exponente.
Dentro del surtido de ofertas de esta aplicación tampoco faltó la machista. En ésta, reclamaban el perfil de una camarera (camarera, en femenino), sin experiencia pero con buena presencia para una pizzería. Nos interesa la oferta y escribimos por el chat de la aplicación, pero no contestan dentro de las 24 horas de plazo estipulado. Esta es otra de las deficiencias de la aplicación: no todos los contratantes hacen caso a la herramienta y, algunos de ellos, desaparecen durante tres o cuatro días sin responder mensajes.
Los que huelen a engaño
Las ofertas recopiladas para este reportaje comprenden las aparecidas durante 72 horas. Casi un centenar de anuncios entre los que se encuentran contados casos de ofertas que conllevan contratos indefinidos “y buen salario”. Si se rasca un poco más, aparecen las ofertas comerciales con engaños evidentes.
“Negocio con presencia en internet busca personas de incorporación inmediata. Manejo de nuevas tecnologías, internet y redes sociales”, reza la oferta. En principio, suculenta y adaptada al perfil de gestión de comunicación. Entramos en contacto y piden que escribamos a un número por Whatsapp. Al escribir, recibimos una contestación enorme que reza: “Me gustaría aclarar que no es una oferta de empleo tradicional si no [sic] una oportunidad de negocio que le permita ganar en principio unos ingresos extra”. O sea, que no es una oferta de trabajo y, por lo tanto, lo eliminamos.
Otra oferta, de un local de hostelería, ofrece “una hora 60€, dos horas, 120 y tres horas 250€” por trabajar en un bar en Alcalá de Henares. Escribimos, interesa saber más de esta oferta que pinta a engaño desde el minuto cero. Salario elevadísimo y -sorpresa- el bar en cuestión no existe, ni en Alcalá de Henares ni en toda la Comunidad de Madrid. 48 horas después de que nos hayamos puesto en contacto, pidiendo más información sobre el puesto, condiciones y salario real, siguen sin contestar.
Tres días de búsqueda sin resultado
El reclamo publicitario de esta app promete encontrar trabajo en tan solo 24 horas. Hemos pasado tres días y solo hemos conseguido la respuesta de una "pseudooferta". También, que existe escaso control sobre la calidad y los perfiles tanto de anunciantes como de aspirantes a estos puestos: hay hasta empresas ficticias ofertando trabajo. Y, por último, la calidad de los puestos ofertados dista mucho de ser el trabajo soñado: medias jornadas, sustituciones y contratos temporales forman el grueso de puestos anunciados.
