Somos libres, no putas

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Rita Maestre en el ejercicio de su trabajo como portavoz del Ayuntamiento de Madrid. / Ayuntamiento de Madrid
Rita Maestre durante una de sus comparecencias como portavoz del Ayuntamiento de Madrid. / Ayuntamiento de Madrid.

Rita Maestre, la portavoz del Ayuntamiento de Madrid condenada por manifestarse exigiendo la eliminación de espacios religiosos en el campus de la Universidad Complutense de Madrid, ha vuelto a suscitar las más rancias manifestaciones y, por momentos, pareciera que el tiempo se hubiera detenido unas décadas atrás.

El escrito de la fiscal Marisa Morando, frente al recurso presentado por la defensa de Maestre contra la condena a Maestre al pago de una multa de 4.230€, debe de ser una joya literaria merecedora de encontrarse en los primeros puestos el “hit parade” de la liturgia reaccionaria. Por lo menos, lo que ha trascendido va en esa línea, lamentablemente.

La fiscal, que muestra un lenguaje muy respetuoso y conocedor de los elementos principales del culto católico, no mantiene esa misma actitud respecto de las mujeres, mucho menos de Rita Maestre. A las manifestantes contra la presencia de capillas en los espacios públicos de la universidad, la fiscal Morando les cede el derecho de ser “putas” o “bolleras”, dejando clara su condición de “señoritas” -supongo que a pesar de ser fiscal no conoce ni la evolución del idioma ni de la sociedad española, que ya no nombra a las mujeres por su estado civil-. Pero, sobre todo, subyace un axioma moralista claro: son “señoritas” porque una señora no es “puta”.  Mucho menos “bollera”.

Todo este despropósito en el escrito de la fiscalía se eleva un grado más cuando leemos que entre “putas” y “bolleras” se cuela otra circunstancia que, quizás, sea tan sucia para la fiscal como las anteriores, y por eso no se puede mostrar –alardear, dice Morando-, ante el altar. Y no es otra cosa que “libres”. Las mujeres, ante Dios, han de ser sumisas, nunca libres, parece que se desprende del insólito texto de la fiscal. No deja claro si tampoco pueden presentarse libres ante quienes han sido hechos a imagen y semejanza de Dios, es decir, los hombres. Es el exceso de subjetividad, ese manifiesto a favor de parte lo que llama tanto la atención del escrito presentado por la fiscal Marisa Morando.

Sorprende que, a pesar de haber negado que el papel actual de Rita Maestre como miembro de Ahora Madrid y de Podemos haya sido determinante en su juicio, el escrito mencione la incorrección que supondría que la portavoz del Ayuntamiento de Madrid mostrara su sujetador en un pleno municipal o en una recepción. Desde luego, no sería un delito, como también dice el escrito. La cuestión es que para la fiscal mostrarse en sujetador no es delito, pero si se hace en un espacio religioso, merece un castigo que, como no puede ser divino, se ejerce desde la fiscalía.

Viendo cómo se olvida lo fundamental del ejercicio de la fiscalía, cómo se utiliza ese ministerio desde posicionamientos ideológicos, se me ocurre pensar cómo sería escuchar y leer la fiscal Morando en un juicio contra las Femen…

5 Comments
  1. la novata says

    «Lo que ha trascendido va en esa línea». No debería leerse el recurso completo antes de opinar? Y qué conste que no estoy de acuerdo con la fiscal pero para opinar hay que conocer todos los hechos

  2. Francisco de Asís de Todos los Santos says

    Estas personas son las mismas que se dedican a buscar micromachismos en los posos del té. La izquierda socialista está muerta y la puntilla se la dará este feminismo burgués que ya copa diarios tanto alternativos como los de gran tirada nacional.

    PD: Iba a añadir que hay una doble vara de medir…pero he caído en que la vara tiene forma fálica y podría herir sensibilidades.

  3. Juanjo says

    A mi lo que me resulta más canalla y funesto de este affaire es esa chiva que ha agarrado una amplia gama de gente supersticiosa, de la derecha mediática, los nuevos Tea Pary hispanos, los obispones, obispillos y demás gente fetichista y supersticiosa, con su derecho a que todo el mundo respete sus sentimientos religiosos
    ..
    ¿Es que ellos han respetado el de alguien?
    ..
    ¿Reclamando respeto para sus sentimientos RELIGIOSOS ellos, precisamente ellos, que jamás respetaron los sentimientos de nadie, que violaron y violan sistemáticamente los sentimientos de todos los demás, que (apoyados por los diferentes gobiernos, incluidos los socialistas), no dudan en lavar el cerebro a niñitos y mozalbetes, que despellejaron a la ministra Aido, y organizaron grandes razias y cruzadas contra el aborto libre y elevaron a dogma de fe su inquina homofóbica? ¿Ellos, en fin, que habitualmente han tenido excomulgados al 99% de la humanidad, con que moral nos dan cotidianamente la tabarra de que respetemos sus sentimientos religiosos?.

    Pero, ¿dónde estaríamos si se hubiera respetados los sentimientos religiosos de semejante nigromantes, cuya doctrina, forjada a base de estupideces, ocurrencias y gamberradas (las que se les antojaban a sus hechiceros mayores) se hubiera respetado?

    ¿Cua´ntos héroes perecieron luchando por lo que hoy consideramos los más elementales derechos?
    ..
    ¡Anda que no asesinaron herejes, impíos, blasfemos, librepensadores, ateos, homosexuales, brujos, etc., en aras de sus «sentimientos» religiosos.!
    ..
    ¿ Y aún hay quien reclama porque los respetemos?

  4. Francisco de Asís de Todos los Santos says

    Debería estar agradecida…la han convertido en una heroína y un activo político de primer nivel por hacer el payasete en una iglesia.

  5. Carmen says

    Parto de la base de que no entiendo qué hace una capilla catolica en una universidad publica de un estado aconfesional, como tampoco entiendo que en el código penal exista un delito a la ofensa de los sentimientos religiosos… Delito debería ser el vergonzoso lenguaje machista de la fiscal contra otra mujer. Absolutamente lamentable. Y para los que creen que todo esto es intrascendente, ojo al dato, en España podemos ir a la cárcel por enseñar un sujetador, qué gran ofensa. Entre ésto y la Ley Mordaza, ser libre en este país empieza a salir caro.

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