El cabecilla de Al Qaeda, Belmokhtar, cobró el rescate por los cooperantes
La cadena de televisión Al Arabiya anunció a media tarde del domingo la liberación de los cooperantes catalanes Roque Pascual y Albert Vilalta. La agencia Sahara Media informó que los cooperantes estaban todavía en territorio de Malí, a la espera de las gestiones para ser trasladados a España. El Gobierno evitó confirmar la liberación hasta que no estuvieran en manos españolas, ya que la zona es muy peligrosa y viajaban con una "escolta no segura". En la cominitiva viajaba el mediador Mustafá Chafi, asesor del presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, cuyas gestiones permitieron la liberación en marzo pasado de Alicia Gámez, también secuestrada junto con Pascual y Vilalta el 29 de noviembre de 2009.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, viajó a Burkina Faso el 22 de junio pasado para pedir al presidente Campaoré que intensificara sus esfuerzos para lograr la liberación de los dos cooperantes. La mediación de Blaise llegó a ser la única vía posible, después de que el presidente mauritano, general Mohamed Ould Abdelaziz, rechazase la petición de los secuestradores de excarcelar al presunto terrorista mauritano Tagui Oud Youssef y a varios presos más relacionados con la facción de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) que dirige el argelino Mokhtar Belmokhtar, jefe de la partida de bandoleros que secuestraron a los cooperantes catalanes.
La agencia Reuters relacionó la decisión adoptada el 16 de agosto por el general Adelaziz de extraditar a Malí a Omar Uld Sid'Ahmed Uld Hame, apodado Omar Saharaui, y condenado en Mauritania a doce años de prisión por el secuestro de los españoles con la liberación de Vilalta y Pascual. La extradición de Saharaui habría sido una de las condiciones del cabecilla Belmokhtar para soltar a los cooperantes. El pago de un rescate cifrado por fuentes de la seguridad del Estado "en torno a cuatro millones de euros" habría sido el otro elemento decisivo para la liberación. Algunas fuentes elevaron hasta diez millones de euros el coste del operativo.
Nada más tener noticia de que las gestiones para la liberación estaban dando el fruto esperado, la vicepresidenta primera María Teresa Fernández de la Vega informó por teléfono a Mariano Rajoy y se puso en contacto con las familias, rogándoles que esperaran a que Vilalta y Pascual estuvieran en manos españolas para dar la buena noticia. Poco después Roque Pascual, uno de los secuestrados, conseguía ponerse en contacto por teléfono con su esposa en Barcelona y le decía que estaba siendo liberado. Un avión militar esperaba la orden de despegar para ir a Burkina Faso a recogerlos. El Gobierno español pidió prudencia y no aportó detalles de la liberación.
Vilalta, Pascual y Gámez fueron capturados en Mauritania el 29 de noviembre del año pasado cuando se dirigían a Senegal con una caravana de ayuda humanitaria aportada por Catalunya Acció Solidària. Realizaban el mismo trayecto de cada año antes de la Navidad. Su vehículo, el 13 y último del convoy, fue detenido por varios tipos armados que los obligaron a punta de fusil a subir a otro coche y pusieron rumbo hacia el desierto. Vilalta intentó huir, pero recibió tres tiros en una pierna. Los secuestradores los condujeron a un lugar en territorio de Malí.
En marzo pasado, tras varias gestiones infructuosas con las autoridades mauritanas y gracias a la mediación del presidente de Burkina Faso, liberaron a Gámez por su mal estado de salud y porque se había hecho musulmana, según dijeron. Alicia explicó que les habían tratado bien, aunque con las privaciones e inconvenientes del desierto, y aseguró que sus compañeros se encontraban bien. Los secuestradores hicieron llegar una foto a las autoridades españolas y finalmente aceptaron la negociación del rescate.
Pascual y Vilalta llegaron pasadas las dos de la madrugada de hoy, martes, a Barcelona sanos y salvos después de sufrir el secuestro más largo (268 días, casi nueve meses) de cuantos han realizado las facciones de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). En su traslado desde el norte de Mali, donde permanecieron cautivos, hasta la frontera con Burkina, que duró 16 horas, contaron con la compañía del mediador Safi. Ya en la frontera les recogió un helicóptero y estuvieron acompañados además por varios agentes del CNI.
El aparato realizó una escala para cargar combustible en Gorom-Gorom. Los liberados pudieron lavarse, cambiarse de ropa y comer. Sobre las 16 horas prosiguieron viaje. Desde el helicóptero, el mediador Safi comunicó por SMS que los liberados estaban en sus manos y que todo había ido bien. Ya en Uagadugú, la capital de Burkina Faso, Vilalta, que fue tiroteado en una pierna y se apoyaba en una muleta, manifestó a los periodistas que se sentían muy felices; “es un gran día para nosotros”. Allí les esperaban sus esposas y la secretaria de Estado de cooperación, Soraya Rodríguez, para traerlos de vuelta a Barcelona en un avión Falcon de la Fuerza Aérea en el que también viajaron un médico, un psicólogo y otros agentes del CNI.
Los dos cooperantes, que sonreían y mostraban una apariencia saludable, acompañaron al mediador Shafi y a Soraya Rodríguez al palacio presidencial para manifestar su agradecimiento al presidente Blaise Compaoré por las gestiones para lograr su liberación. Unas horas antes, el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero compareció en La Moncloa para expresar públicamente su agradecimiento a “los gobiernos de la zona”. En una breve intervención sin preguntas, el presidente se limitó a dar la noticia de la liberación. “Hoy es un día de alegría para Albert y Roque, para sus familiares, amigos y todos los españoles y para los servidores públicos han dedicado esfuerzos y desvelos al feliz desenlace”. Sin aportar ningún detalle sobre el rescate, agradeció el esfuerzo de varios Ministerios, de los servicios diplomáticos y de las fuerzas de seguridad e inteligencia para lograr el feliz desenlace.
MENSAJE DE AL QAEDA
En un comunicado en audio, remitido al diario El País, un portavoz de los secuestradores, que se identificó con el nombre de Salah Abu Mohamed, informó en árabe de la liberación de los “retenidos” y manifestó que el desenlace pacífico es “una lección” que “los servicios secretos franceses” han de tener presente en el futuro. La traducción del fragmento principal que ofreció el periódico dice lo siguiente:
“Gracias a Dios los muyahidines han encontrado una solución positiva sobre el asunto de los españoles retenidos Albert Vilalta y Roque Pascual que ha acabado el domingo, día 12 del mes de ramadán [ayer] con su liberación, tras habernos sido concedidas algunas de nuestras peticiones. Y es una lección dirigida a los servicios secretos franceses para que lo tengan presente en el futuro. Tuvieron posibilidad de actuar con cabeza y responsabilidad con los muyahidines También tuvieron la posibilidad de haber evitado la locura y el enfado que llevo a la muerte de sus propios ciudadanos. [Y este gesto de la liberación de los españoles] Es para que sepa la opinión pública que nosotros somos las víctimas a las que hacen daño. Porque las cárceles de los cristianos están llenas con miles de hermanos musulmanes inocentes, y la comunidad musulmana tiene que pedir con fuerza y por todas las vías posibles su liberación por todas las vías”.
Me alegro de que sean liberados, pero digo yo: a ver si aprendemos; menos safaris de esos que llaman humanitarios y más ayuda real al desarrollo para que en la miseria no siembren ls dogmáticos los granos de cizaña y odio
lo de alqaeda es un invento del departamento de defensa de usa.
el resto es un monton de pobre gente con un fusil
Y una duda tenebrosa: ¿a cuánta gente matará ese dinero que fortalece a la llamada Al Qaeda y que, por ahora, ha servido para salvar el pellejo de tres generosos imprudentes?
Pobre gente con un fusil? pues ya han dejado de ser pobres. Por cierto, estos ex-pobres degollaron a un ciudadano francés.