Los beneficios del PP (28,3 millones) superan los presupuestos del PSOE e IU

El PP es algo así como el Inditex de la política española. Sólo sus beneficios acumulados en plena crisis económica superan en 8,3 millones de euros el presupuesto del PSOE de este año y multiplican por siete el de IU. El partido de la derecha manejó un presupuesto interanual de más de 100 millones de euros entre 2008 y 2011, y aunque la función constitucional de los partidos políticos no es la obtención de rendimiento económico, en ese cuatrienio consiguió 28,3 millones de beneficio que en buena lógica de la Intervención del Estado deberían ser descontados de las subvenciones públicas.

Mientras se espera que el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, cumpla su palabra y publique hoy, último día del plazo que se dio hace una semana, las declaraciones de renta y patrimonio en la web de la Moncloa, la dirección del PP decidió divulgar el viernes los resultados globales de los ejercicios 2008 a 2011, ambos inclusive. Las cuentas confirman la afirmación de la tesorera Carmen Navarro Fernández-Rodríguez ante el comité ejecutivo nacional de que el partido está saneado. No sólo eso: es una máquina de ganar dinero, con un resultado positivo de 28,3 millones de euros en los cuatro años reseñados.

El año electoral de 2008 tuvo unos ingresos de 109 millones y unos gastos de 98,8, con un resultado positivo de 10.151.000 euros. En 2009 los ingresos fueron 98,4 millones y los gastos 90,6, con un beneficio de 7,8 millones de euros. Ante estas cifras oficiales no se puede negar que el entonces tesorero Luis Bárcenas haya administrado mal la entidad. En 2010 también los resultados fueron propicios, con unos ingresos de 84,3 millones frente a 76,1 en gastos y un beneficio de 8,2 millones. Y en 2011, año de elecciones autonómicas y locales, el gasto se disparó a 133, 3 millones de euros pero los ingresos alcanzaron 135,5 millones, con lo que el saldo también fue positivo en 2,2 millones de euros. El tesorero en estos dos ejercicios fue el exministro de Sanidad José Manuel Romay Becaría, ascendido por Rajoy a presidente del Consejo de Estado.

Cierto es que como en toda obra narrativa de delicado trazo y apasionante asunto, la dirección del PP ha seguido el consejo del escritor Graham Green de no entrar en detalles para evitar renuncios. Por eso las magnitudes salariales son globales y no distinguen entre empleados y dirigentes. Los sueldos y gastos de personal oscilan entre los 29,2 millones de euros de 2008 y los 34,8 de 2011. Llama la atención que en plena congelación salarial y ajuste de plantillas, el PP, con sucesivos éxitos electorales en ayuntamientos y autonomías haya aumentado su nómina en 5,6 millones de euros. ¿La austeridad no iba con ellos?

Si nos fijamos en los donativos, observaremos la generosidad en los años electorales (1,3 millones en 2008 y 21,1 en 2011), en contraste con los ejercicios ordinarios. Las cuotas de los afiliados han ido subiendo desde 11,4 millones en 2008 hasta 12,3 en 2011. Y la partida de “ingresos excepcionales”, sin más aclaración, ha bajado de 1.052.801 euros en 2010 a 797.951 en 2011. El 80% de los ingresos proceden de las subvenciones electorales por votos y escaños y de las ordinarias del Estado. Los gastos en “servicios externos” duplican y en 2011 triplican las nóminas del personal.

En contraste con los boyantes resultados del partido gubernamental, el PSOE se ha visto obligado a prescindir de un tercio de sus más de 500 empleados en toda la organización, no sólo por las derrotas electorales y la consiguiente reducción de los retornos del dinero invertido en las campañas en función del número de votos y escaños obtenidos, sino también por la decisión del Gobierno del PP de rebajar un 20% la financiación ordinaria a todos los partidos, los sindicatos y la patronal. Vale añadir que el expediente de regulación de empleo (Ere) negociado por la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, con la plantilla de Ferraz y de los grupos parlamentarios, y filtrado al periódico derechista La Razón por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, en plena negociación, se saldó sin despidos, con 16 bajas voluntarias y prejubilaciones y con la redistribución de horarios y salarios.

Frente a la abundancia de recursos del PP, el presupuesto aprobado por la dirección del PSOE para este año apenas supera los 20 millones de euros, de los que 17,4 proceden de la financiación ordinaria del Estado y el resto de cuotas, ventas y donaciones. De esa cantidad presupuestada, 6 millones son para amortizar créditos bancarios. Los socialistas arrastran una deuda de unos 20 millones con los bancos.

Más estrecha es todavía la situación de IU, con un presupuesto ligeramente superior a 4 millones de euros el año pasado, de los que 1,2 se van en deuda comercial y bancaria. La formación que dirige Cayo Lara también ha sufrido el impacto de la decisión del PP de reducir la financiación un 20%, si bien ha podido mantener los puestos de trabajo con la aportación obligatoria a la organización de una parte del salario de sus cargos públicos. Las organizaciones sindicales UGT y CCOO y la patronal CEOE se han visto asimismo afectadas en sus plantillas a la baja por la reducción de la subvención oficial y además han tenido que prescindir de decenas de profesores contratados para los cursos de formación a los trabajadores por la decisión del Ejecutivo de reducir a la mínima expresión los recursos para políticas de empleo.