El Banco de España apoya con un cómic y una web dos fondos privados de pensiones

El déficit creciente de la Seguridad Social (13.000 millones en dos años de gobierno del PP) y la reducción de la paga a los pensionistas para restarles 33.000 millones de euros hasta 2022, ha llevado al Banco de España, del que es gobernador Luis María Linde; a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que preside la exdiputada del PP Elvira Rodríguez, y a la Dirección General de Seguros, de la que es titular Flavia Rodríguez-Ponga, a colaborar en la edición de un tebeo para enseñar a los niños a manejar el dinero y ser previsores para la vejez. El cómic ha sido editado por la aseguradora privada de raíz británica Aviva en el marco de la campaña desatada para captar fondos privados de pensiones, ante la reforma del sistema público que empobrecerá a los pensionistas entre un 20 y un 30% hasta 2019.

No es la única iniciativa en la que los tres organismos públicos (Banco de España, CNMV y Ministerio de Economía) se implican directamente en el fomento de los fondos privados de pensiones, pues también patrocinan una web que con el rótulo finanzas para todos incluye propaganda de la aseguradora Mapfre, participada por Bankia hasta septiembre pasado en que traspasó su 12% por unos 1.000 millones de euros. Esta web sufragada con fondos públicos recomienda hacer planes privados de pensiones con estas palabras: "El futuro a largo plazo del sistema público es, cuando menos, incierto. Una jubilación cómoda requiere complementar la Seguridad Social y pensiones empresariales con el ahorro e inversión personal".

“¿Qué pintan esos organismos públicos colaborando en un tebeo de una compañía privada?”, preguntó el jueves el diputado del grupo mixto Sabino Cuadra desde la tribuna del Congreso al tiempo que mostraba el folleto con el logotipo de los "fondos buitre" de la británica Aviva. Ni la portavoz del PP en la materia, Carolina España, ni los organismos mencionados tuvieron a bien explicar un hecho que anuncia la apuesta del Gobierno de Mariano Rajoy por los fondos privados de pensiones –para quien los pueda pagar-- y los fondos de empresa –para los que tengan empleo-- en detrimento del sistema universal de reparto de la Seguridad Social.

Antes incluso de que el Congreso aprobara el jueves, con los únicos votos de la mayoría absoluta del PP, una reforma del sistema de pensiones basada en un “factor de sostenibilidad” que sólo contempla el incremento del gasto derivado del envejecimiento de la polación y no toca las fuentes de financiación, numerosas entidades bancarias y aseguradoras han desatado sus campañas de captación de pensionistas desde la infancia. Así, por ejemplo, Bankia, ofrece el “plan perfecto” para cuando el personaje de dibujos animados Marco encuentre a su mamá, o el del Banco del Espíritu Santo invita a pequeños y mayores a “ganar” porque “para nosotros lo importante es ganar”.

Si ya la comisión de expertos que elaboró el algoritmo de la sostenibilidad de las pensiones estaba compuesta por personas vinculadas a la banca y las aseguradoras y la propia directora general de seguros y fondos de pensiones, Rodríguez-Ponga --hermana del consejero de Cibeles-Caja Madrid y Secretario de Estado de Hacienda con José María Aznar, Estanislao--, fue extraída por el ministro Luis de Guindos de la cúpula de la Mútua Madrileña, sólo se podía esperar, como denunciaron todos los grupos parlamentarios, menos el PP, una reforma favorable a las pensiones privadas, con el consiguiente incremento de las desigualdades.

De “agresión ultraliberal salvaje” calificó el diputado canario Pedro Quevedo las modificaciones. De “robo y expropiación” la tildó Joan Tardá, de ERC. Emilio Olabarría, del PNV, estimó que en los próximos cinco años se liquidará entre el 20 y el 30% de la capacidad adquisitiva de los pensionistas. La socialista catalana Isabel López y Chamosa recordó que cientos de miles de familias sobreviven en España gracias a la pensión de los abuelos, a los que ahora suben la luz un 11% y condenan al brasero de picón que tantos disgustos ha dado. “¿No les da vergüenza?”, preguntó a sus señorías populares.

Como es sabido, la reforma desvincula la subida de las pensiones del índice de precios al consumo (IPC) y fija una subida máxima de las pagas del 0,25% anual hasta que la Seguridad Social vuelva a tener superávit, lo que con las reducciones de los sueldos y los contratos precarios, auspiciados por la reforma laboral del Gobierno del PP –amén del ejército de reserva de seis millones de parados--, no ocurrirá en los próximos cinco años, según los expertos. En esta premisa de la reforma gubernamental –el Ejecutivo ya prepara una ley de pensiones privadas--, se basan los fondos buitres para incrementar las cuentas-pensión, que hoy son 10.047.160, con una aportación decreciente del 6% el último año.

Las pensiones medias del sistema, que apenas superan 900 euros, subirán 2 euros mensuales en 2014 y quedarán estancadas hasta 2019 salvo que, como anunció Carles Campuzano (CiU) y ratificaron José Luis Centella, de Izquierda Plural, y los socialistas, consigan echar al PP del poder en las próximas elecciones generales y rectificar una reforma que, según dijeron, contraviene los artículos 41 y 50 de la Constitución y contra la que varios grupos se mostraron dispuestos a recurrir al Constitucional. El PP se escudó en la cantinela de que Zapatero congeló las pensiones en 2011 y apeló a la baja inflación. Sin embargo, el último Panel de Consumo Alimentario indica que los precios subieron el 0,8% hasta septiembre y algunos productos como las patatas (+6,9%), el aceite de oliva (+10,9%), el azúcar (+8,9%) y los huevos (+10,1%) se dispararon, aunque no tanto como la luz, tan necesaria para leer los tebeos que patrocina el Banco de España.