Defensa se arma un lío monumental y lo publica en el BOE

La lectura de la disposición oficial del Ministerio de Defensa que pueden ver aquí suscita una primera reacción de incredulidad, como si los burócratas del departamento de Pedro Morenés Eulate nos quisieran gastar una broma. Pero cuando descubrimos que el anuncio oficial es muy serio y tan cierto como el que se saca un ojo y queda tuerto, de inmediato surge la pregunta de en qué manos estamos, a quién hemos encomendado la dirección de la Defensa. La primera parte de la parte contratante de la primera parte, que diría Groucho Marx, se podrá resolver esta misma semana si las vacaciones no lo impiden y consiste en un contrato de 9.917.356 euros. La segunda parte posee más interés porque la contratación asciende a 137,2 millones de euros. Aunque ambos concursos se convocaron por la vía de "urgencia" la dilación ridiculiza la decisión.

Vayamos por partes, dicen que dijo Jack el Destripador. El cambio de fecha del cambio de fecha del cambio y bla, bla, bla, de la primera parte remite a una disposición publicada en el BOE el 22 de enero de 2014 que a su vez remite a una anterior publicada el 17 de octubre que a su vez modifica y corrige otra publicada el 6 de agosto de 2013 con tramitación "urgente" y procedimiento "abierto". El contrato en cuestión era para transportar mobiliario y enseres en territorio nacional para el Ministerio de Defensa y sus Organismos Autónomos por los citados 9,9 millones de euros.

En lo atinente a la referida disposición –perdón por el contagio-, vale recordar el baile de sedes con el que el ministro Morenés, un industrial al fin y al cabo, anunció hace dos años que iba a ahorrar más de diez millones de euros en 2013 y algunos más en años sucesivos. A la vista está que su formulación era un disco rayado y los músicos con sus músculos de verdad todavía no han llegado para trasladar los trastos.

La segunda parte de todo este lío trae causa de otra disposición publicada en el BOE de 7 de enero de 2014 que a su vez corregía otra de 16 de diciembre de 2013 que a su vez enmendaba el concurso "urgente" de un acuerdo marco de servicios logísticos, convocado el 13 de noviembre por un valor de 137, 2 millones de euros. La urgencia no se ha traducido en este caso en una dilación de un año, como en el anterior, sino solo de ocho meses de momento.

La cantidad de dinero público en juego en esa segunda parte es tan relevante que si se aplicase el nicomédico (por detrás) 3% que en su día denunció Pascual Maragall en la administración de CiU y habría permitido al hijo menor de Jordi Pujol y Marta Ferrusola, Oleguer, blanquear en operaciones inmobiliarias los más de 3.000 millones de euros, según la investigación policial de la que informó el viernes Público, estaríamos prejuzgando un pellizco de 4,1 millones de euros. Nada indica que esas prácticas sean típicas de  la administración militar ni mucho menos.

Pero las fuentes consultadas aseguran que la Asociación de Empresas Suministradoras del Ministerio de Defensa (AESMIDE) posee suficientes socios (incluido El Corte Inglés) y capacidad para reaccionar en menos de dos semanas a las necesidades logísticas de la defensa, de modo que el mantenimiento y las sucesivas correcciones de fechas y lugares de entrega de la documentación de la oferta puede obedecer a que las empresas no estén interesadas --cosa extraña-- o a que el contratista público esté facilitando maniobras en la oscuridad para favorecer a unas empresas sobre otras. Con todo, fuentes parlamentarias de IU consultadas por el cronista estiman que el ministro Morenés debe aclarar cuanto antes todo este lío.