Pedro Saura (PSOE): “Vamos a fondo sobre la fortuna sucia del clan Pujol"

El “látigo fiscal” del PSOE, Pedro Saura García (Torrepacheco, Murcia, 1962), un tipo al que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, llamó “ruin y miserable” y pidió a su antiguo jefe Alfredo Pérez Rubalcaba que lo echara, denuncia un “pacto oculto del Gobierno del PP con los defraudadores que se acogieron a la amnistía fiscal” y ha promovido con el visto bueno del nuevo dirigente socialista Pedro Sánchez la primera iniciativa para abordar en el Congreso el fraude y el origen del multimillonario enriquecimiento presuntamente ilícito del clan de los Pujol.

--¿Se imaginó alguna vez que Pujol y sus hijos estuvieran utilizando el poder para forrarse y ocultarlo?

--Nunca me lo pude imaginar, como la gran mayoría de los españoles y de los catalanes.

--¿Qué espera de su iniciativa de que comparezca Montoro y aclare si el expresidente catalán y su familia se beneficiaron de la amnistía fiscal del Gobierno del PP?

--Espero tres cosas: una, llevar al Parlamento un asunto que está en la calle y que debe ser abordado en el Congreso de los Diputados; dos, que se conozca el origen de la fortuna oculta y sucia de esos señores, y tres, si están funcionando las instituciones, la Agencia Tributaria y la Justicia.

--¿Sospecha que no está siendo así?

--La ley de la amnistía fiscal dejó al margen la investigación del origen del dinero, de modo que tanto daba si era ilícito, del narcotráfico, del crimen organizado o, como hemos visto en los casos de Bárcenas, la Gurtel y los Pujol, de personajes políticos vinculados a los partidos en el poder.

--¿En el caso del clan Pujol, el Gobierno ha adoptado las medidas precautorias oportunas para perseguir el fraude e incautarse de las fortunas obtenidas con prácticas corruptas e ilícitas?

--Creo que la Justicia está haciendo su trabajo y tiene múltiples instrumentos para poner a buen recaudo lo que se ha defraudado, pero llama la atención que los técnicos e inspectores de Hacienda no tengan ni siquiera la lista de defraudadores. Ahí volvemos a lo que te decía: la ley de amnistía dejó al margen la investigación del origen de las fortunas, hubo un pacto oculto del Gobierno del PP con los defraudadores.

--¿Los españoles tenemos derecho a conocer la lista de esos casi 30.000 defraudadores?

--Sí, claro que tenemos derecho. Es una exigencia democrática, una necesidad de la democracia española y del sistema tributario y no voy a parar hasta que lo consiga.

--¿Por qué cree que el ministro Montoro, que se comprometió a suprimir el secreto fiscal, ha incumplido su palabra en la reforma que aprobó el 1 de agosto?

--La realidad es que no quieren luchar contra el fraude; eso implicaría tanto como obligar a las rentas más altas a pagar más impuestos y su electorado no lo soportaría, se les echaría encima.

--¿Es evaluable el daño de los Pujol y otros personajes a la conciencia fiscal de los ciudadanos?

--Si los primeros que han de cumplir la ley hacen lo que hacen… La conciencia fiscal está al nivel más bajo de la historia, el 90% de los ciudadanos piensa que no todos pagan, ni pagan igual. Y la lucha contra el fraude ha ido a menos. Si en este contexto, que se acentúa en el periodo de la declaración de la renta, situamos en el frontispicio el hecho de que quienes hacen la ley no la cumplen, el daño, la molicie y la desmoralización social es tremenda.

--Ya, pero el PSOE es pactista.

--Vamos a ir a fondo sin ninguna duda; este es uno de los pilares de la apuesta de Pedro Sánchez por la regeneración democrática, una palanca esencial de la credibilidad y un motor de la recuperación económica.

--Ante el ciclo electoral que se avecina, la derecha anuncia bajada de impuestos. ¿No es estupendo? En todo caso, ¿qué interpretación realiza de la reforma fiscal, comenzando por el hecho de que las rentas de menos de 12.000 euros al año no tengan que pagar impuesto de la renta?

--Ya no lo pagaban. La reforma fiscal hay que verla en su conjunto. Lo que están proponiendo es una bajada a las rentas altas, al impuesto de sociedades y también, con una desproporción inaceptable e indecente, a las rentas medias y bajas. Las rentas más altas van a tener un regalo de entre 12.000 y 4.000 euros de media mientras que la media de las bajas será de 300 euros anuales, calderilla que se llevarán con copagos, tasas e impuestos indirectos, el IVA, el IBI y todo lo que se mueve. Lo único que va a producir esa reforma es un coste recaudatorio para el Estado de un punto del PIB (más de 10.000 millones de euros), un regalo fiscal a las rentas más altas, a las sociedades y a los grandes capitales que no se va a traducir en más consumo y en mayor actividad económica real, y nuevos recortes de servicios públicos esenciales. El efecto va a ser muy negativo.

--Sin embargo, como denuncia su compañero Diego López Garrido en su reciente libro La Edad de Hielo, siempre se podrá sustituir impuestos por deuda pública.

--La deuda pública es explosiva. Si con menos de un 70% de deuda pública sobre el PIB, el señor Rajoy decía que España estaba en quiebra, con el 100% no sabemos lo que dirá. Lo cierto es que la deuda sigue aumentando y los costes financieros siguen creciendo y la sociedad no ve contraprestación alguna de la parte de la deuda privada de la banca y las grandes constructoras que el Gobierno ha convertido en deuda pública.

--Con todo, España ha cruzado el Cabo de Hornos y, como dice Rajoy y repiten los ministros y dirigentes del PP, la crisis ha quedado atrás. ¿Usted lo cree?

--Yo estoy en la opinión de la mayoría, que no da credibilidad al triunfalismo. Y añado que ese triunfalismo es irresponsable e indecente. Lo que este país necesita es un programa económico de futuro; exhibir un triunfalismo propagandístico cuando tantos millones de ciudadanos lo están pasando tan mal es una indecencia y una irresponsabilidad.