La vieja guardia del PSOE avisa de que 22 diputados andaluces rechazan pactos con Podemos

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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en una foto de archivo. / Efe

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias hablaron el miércoles por teléfono durante media hora y quedaron en reunirse el próximo día 30 de marzo para intentar poner fin a la interinidad gubernamental del país. Y como ya viene siendo habitual en los últimos tiempo, el secretario general del PSOE ha vuelto a recibir las presiones internas, más o menos directas, de quienes en el partido se muestran intransigentes con Podemos y además no soportan la consolidación de Sánchez. En esta ocasión, la advertencia inspirada por la vieja guardia felipista ha llegado a contemplar la ruptura del grupo parlamentario socialista con la abstención de los 22 diputados socialistas andaluces ante un eventual acuerdo con Podemos que no esté precedido de la renuncia de la formación de Iglesias al referendo catalán.

La vieja guardia del PSOE, con la presidenta andaluza Susana Díaz como punta de lanza, ganó la primera batalla contra Sánchez en el Comité Federal del partido el 28 de diciembre, y desde entonces le recuerda la “línea roja”, es decir, la famosa resolución que colocó “la renuncia a la autodeterminanción, el separatismo y las consultas como una condición indispensable para que el PSOE inicie el diálogo”. A esa resolución apelaría, si llega el caso, la dirigente andaluza para dar la orden a sus diputados de rechazar el acuerdo con Podemos.

Ni el jefe de filas de los diputados socialistas andaluces, Miguel Ángel Heredia, ni los diputados consultados quieren oír hablar de ese escenario. Algunos dicen que esa división molecular les resultaría insoportable y confían en que no llegue a producirse. Ya es sabido que para Felipe González y la influyente vieja guardia, el escenario más recomendable era la “gran coalición”, como desea Mariano Rajoy. Y puesto que Sánchez la ha rechazado y abocado al Comité Federal a descartarla incluso sin Rajoy, la oposición interna de los barones regionales capitaneados por Díaz sigue apostando porque el partido se mantenga en la oposición.

Pero Sánchez “es un hueso duro de roer”, como reconoce el diputado Pedro Saura y no va a tirar la toalla por más golpes bajos que le den. Su acuerdo con Albert Rivera, tras las calabazas de Rajoy al rey Felipe VI, era el único posible. La militancia, aunque con el 51% de participación, lo aceptó en referendo. Ese ejercicio democrático interno no iba a evitar ni evitó el fracaso de su investidura, pero le añadió legitimidad democrática para exigir al secretario general de Podemos que se atreva a consultar a sus bases si aceptan que Rajoy y el PP sigan gobernando este país o si prefieren un Gobierno reformista y progresista.

De la conversación telefónica de ayer, de media hora de duración, entre Iglesias y Sánchez ambos partidos dijeron que sirvió para “abrir un nuevo marco de diálogo” que se concretará en la reunión acordada para el miércoles, día 30, coincidiendo con la celebración del pleno del Congreso en el que todos los grupos parlamentarios, menos el PP, denunciarán la “rebeldía” del Ejecutivo en funciones al rechazar el control parlamentario y elevarán el conflicto al Tribunal Constitucional. Sánchez hizo saber a Iglesias que no va a renunciar al acuerdo con C's y éste reiteró la imposibilidad de apoyar el ascenso al poder de la formación naranja, que consideran neoliberal, privatizadora y de derechas. “El partido del Ibex 35”, le llaman.

Eso no quita para que, según informaron los respectivos gabinetes, haya “muchos puntos en común entre ambos interlocutores”. Sánchez se esforzó en hacer ver a Iglesias que algunas materias en las que coinciden están incluidas en el pacto con Rivera y le dijo que es posible alcanzar compromisos legislativos de fondo en reformas de gran calado como la constitucional, la electoral, el pacto contra la corrupción, la violencia de género y el pacto educativo. Iglesias insistió en la fórmula de gobierno a la valenciana, sin Podemos, pero con Compromis e IU, algo ciertamente difícil si mantiene la condición de prescindir de C's.

Formalmente coincidieron en la conveniencia de un gobierno alternativo al PP para abordar las reformas “necesarias” en materia constitucional, fiscal, laboral y de regeneración democrática, en las que han constatado que “hay muchos puntos en común”. Y se trasladaron el “respeto mutuo” y la “firme voluntad de evitar nuevas elecciones y conseguir un gobierno de cambio y estable”, algo en lo que también coinciden los dirigentes de IU y Compromís.

9 Comments
  1. Piedra says

    Señor, qué cruz

  2. BERNARDO says

    Tendran que explicar a sus militantes y votantes como esta a favor de un gobierno con CS, (centro derecha) y en contra de hacerlo con Podemos ( izquierda). Deben ver al Psicologo o revisar sus principios ideologicos. Les recuerdo que la S significa socialista.

  3. clara says

    Creo que el arreglo es posible. Es posible porque el mayor opositor al acuerdo, el lobbista Felpe González, solo tiene en su cabeza billetes. Es custión de darle los millones que pide, ¿el resto? Esos son pesebristas del partido que se venden por el salário mínimo. Eso sí: sin trabajar, que ya son mayores y nunca lo hicieron.

  4. Lúzbel Guerrero says

    Mientas nadie me demuestre lo contrario, TODO el P_ _ E es la vieja guarida liberalismo camuflado

  5. neike says

    Me parece ridículo, llegado el caso no tengo duda que esos diputados obedecerían a Pedro Sanchez, porque la alternativa es la destrucción del partido, y eso incluiría a la propia Diaz.

  6. charly says

    Sancho Panza sabe que las ideas no dan para yates, mansiones y demás prebendas. Don Quijote sabe que sus ideas cambiaran el mundo a pesar de los pesares

  7. tuprimero says

    ¿ Y que casualidad, todos ellos andaluces …?

  8. eleusipo says

    PARA DETERMINADOS VOTANTES DE BUENA FE “(…) el nuevo poder no cae del cielo, sino que surge, crece a la par del viejo, en oposición al viejo poder, en lucha contra él. Sin la violencia contra los opresores, que tienen en sus manos instrumentos y órganos de poder, es imposible liberar al pueblo de los opresores (…) En tiempos de guerra civil, todo poder que haya resultado vencedor solo puede ser una dictadura (…) La noción científica de dictadura no significa otra cosa que un poder ilimitado no sujeto a ninguna clase de leyes ni absolutamente a ninguna clase de reglas y directamente apoyado en la violencia” (Lenin, El triunfo de los kadetes y las tareas del partido obrero, 1906). Saludos desde un XXI democrático.

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