Al PP le basta con el apoyo de C's y la abstención de CDC y PNV para investir a Rajoy

La duodécima legislatura de la democracia echó a andar el martes mejor de lo que el PP podía esperar. La elección de la Mesa del Congreso, cuya nueva presidenta es la ya exministra de Fomento y diputada por Pontevedra, Ana Pastor, demostró que Mariano Rajoy tiene mimbres suficientes con Ciudadanos (C's) y los nacionalistas vascos y catalanes de derechas para conseguir la investidura en la segunda votación del pleno convocado para el 2 de agosto próximo y componer el nuevo Gobierno sin pedir a los socialistas que faciliten la operación con su abstención total o parcial.

Personas cercanas al presidente en funciones reconocen que la constitución del Congreso ha servido para romper el hielo con los nacionalistas catalanes de Convergencia y algo ha tenido que ver la decisión de la Fiscalía de no pedir penas de prisión para Artur Mas como instigador de la consulta popular de 2014 sobre la independencia de Cataluña. Rajoy tiene ahora la opción de apurar la negociación con C's para que vote a favor de la investidura y conseguir que el PNV y CDC se abstengan en la segunda votación de la investidura.

Con ello se garantiza 170 votos favorables a su continuidad como jefe del Gobierno (137 del PP, 32 de C's y 1 de Coalición Canaria) frente a los 156 que suman PSOE y UP y supera con facilidad la adición de los restantes 11 votos contrarios (9 de ERC y 2 de EH-Bildu). Tenía razón el socialista Pedro Sánchez cuando dijo el lunes que CDC no se puede quedar “en el limbo parlamentario”, pero no será el PSOE sino el PP quien más juego y facilidades les va a dar, comenzando por no obstaculizar la formación de grupo parlamentario propio aunque no haya alcanzado el 15% del voto en las cuatro circunscripciones catalanas que exige el Reglamento del Congreso. Hay antecedentes suficientes para que los demás grupos acepten sin problema el incumplimiento de ese precepto.

Las fuentes del PP conocedoras del planteamiento negociador de Rajoy aseguran que las consultas del rey Felipe VI serán claves en su decisión. El candidato, que es el último de la ronda de consultas, le preguntará al Rey sobre el grado de compromiso de los demás dirigentes políticos y en función de lo que éste le comunique decidirá si se somete a la investidura o abre un periodo de reflexión. De antemano cuenta con la abstención de C's en la segunda votación, pero para salir investido con sus 137 votos más el de la canaria Ana María Oramas tendría que conseguir que el PSOE se abstuviera, algo que los socialistas han descartado.

Sobre si la “reflexión” de Rajoy puede incluir la oferta de gobierno de coalición a C's e, incluso, su renuncia a favor de otro candidato del PP a la jefatura del Gobierno, como ha planteado el líder de C's Albert Rivera, algunos pasos indican que esta opción no está descartada. Los nombres que suenan con fuerza ante esa eventualidad son los de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el titular de Sanidad y presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, quien explicó a este diario que no encabezará la lista de su partido en las próximas elecciones autonómicas. De momento Rajoy quiere dejar bien colocada a la gente de su clan, caso de Pastor como presidenta del Congreso y preparar la sucesión en el partido, donde Fernando Martínez Maíllo aparece como el hombre fuerte de la organización.