Fuerzas políticas y sociales harán turnos de vigilancia del campamento de Coca-Cola durante dos semanas

La lucha de los "espartanos" de Fuenlabrada continúa después de 18 meses. Después, incluso, de que la Audiencia Nacional emitiera la sentencia definitiva el pasado 13 de julio que obliga a Coca-Cola a readmitirles en sus puestos de trabajo. La lucha continúa porque, aunque la multinacional declaró entonces que "está preparada para tramitar las reincorporaciones", éstas no se efectuarán hoy, tal y como estaba previsto. Juan Carlos Asenjo, portavoz del comité de empresa y de los trabajadores del colectivo Coca Cola en Lucha, lo explica muy claro a cuartopoder.es: "Para nosotros el conflicto no termina hasta que no estemos en nuestro puesto de trabajo". Hoy, la empresa los ha citado para comenzar un curso de formación de 70 horas que se alargará por las mañanas hasta el próximo día 14, un curso que no está contemplado en la sentencia, pero al cual los afectados por el ERE asistirán. "Siguiendo el consejo de nuestro abogado Enrique Lillo, asistiremos al curso, ya que él considera que es más beneficioso que nos incorporemos a los cursos para no darle la excusa a la patronal de que no nos pague los salarios de este mes, si esa es la estrategia de la empresa", comenta este representante.

Sin embargo, los trabajadores no dejarán solo el campamento que mantienen en las puertas de la fábrica de Fuenlabrada desde hace año y medio. "Si vamos a la formación, el campamento quedaría desprotegido, y barajamos la posibilidad de que sea una estrategia oculta la de programar estos cursos para levantar el campamento", relata Asenjo. Los trabajadores han mantenido la vigilancia durante todo este tiempo para que nadie pudiera entrar en el edificio y llevarse el material, lo cual justificaría el argumento de la multinacional de que en dicha planta no se pudiera seguir con la producción. Por ello, las mujeres y compañeras de los trabajadores dan un paso adelante y serán ellas quienes custodien las entradas al recinto. Estarán acompañadas por representantes de diversas fuerzas políticas, sindicales y sociales. Los organizadores del campamento ya tienen un calendario provisional de quién hará turnos de vigilancia mientras asisten a los cursos de formación.

Hoy participarán en las labores de vigilancia militantes de IU de los municipios del sur de Madrid; mañana, afiliados del sindicato CCOO de Madrid; el miércoles, integrantes del Colectivo de Jóvenes Comunistas de Madrid (CJC); el jueves, del Sindicato de Estudiantes, y el viernes, de Ahora Madrid. Cabe recordar que la alcaldesa de la capital, de esta última formación, mostró su apoyo a los acampados de Fuenlabrada el pasado sábado. La próxima semana, los turnos también están completos, salvo cambios de última hora. El lunes 10 es el día en el que la militancia de Podemos hará guardia, el martes 11 coge el relevo Uleg (Unión por Leganés) y Leganemos, el miércoles 11 les toca a diferentes candidaturas de unidad popular que entraron en los ayuntamientos del sur de Madrid en las pasadas elecciones municipales, el jueves 13 serán los militantes del PCE y del PTD los que custodien la planta, y el viernes 14, trabajadores en conflicto con otras empresas como John Deere o Airbus.

"A lo largo de estos 18 meses hemos recibido muchos apoyos institucionales, pero también de diferentes partidos y de colectivos sociales, sobre todo de Madrid", asegura Asenjo. "A los colectivos que nos están apoyando les hemos invitado a participar y a proteger nuestra industria y el campamento hasta que se cumpla la sentencia de la Audiencia Nacional", prosigue el portavoz de los 'espartanos', quien también tiene palabras de agradecimiento para las compañeras de los trabajadores que custodiarán el campamento durante las mañanas de estas dos semanas. "Nuestras compañeras y mujeres han decidido de manera voluntaria que, si mayoritariamente íbamos a la formación, estaban dispuestas a vigilar la fábrica con distintos colectivos para que el campamento permanezca hasta que empecemos a trabajar", dice.

Para Asenjo, el motivo de citarles a los cursos de formación y de que después la multinacional les haya dado vacaciones es el siguiente: "El objetivo de la empresa es retrasar nuestra entrada en el centro de trabajo, no quieren que comencemos en los puestos de trabajo en el mes de agosto por los motivos que sean, por lo que nos ponen el curso de formación y esta especie de vacaciones". Unas vacaciones que "son más un permiso retribuido que unas vacaciones, ya que en la carta no se cuantifican ni se explica cuál es la forma de disfrutarlas". "Estas vacaciones no se ajustan a nuestro convenio colectivo, donde tenemos unos cuadrantes de rotación y están cuantificadas. Si dan vacaciones a la totalidad de los afectados, no son unas vacaciones que se ajusten a normativa y con toda probabilidad se tendrán que demandar", advierte.

Por todo esto, los 'espartanos' mantienen la alerta. "La empresa no ha dado cumplimiento ni en cuanto al tiempo ni en cuanto a la forma al auto de la Audiencia Nacional, lo que ha hecho es ejecutar el auto con una interpretación, una vez más, unilateral", explica Asenjo. "En vez de reincorporarnos en nuestro centro de trabajo, tal y como especifica el auto, la empresa nos ha enviado una carta en la que nos dice que nos deriva durante dos semanas a realizar una formación durante 70 horas en distintos centros de la Comunidad de Madrid", aclara. "El año pasado hicieron igual, se sacaron un auto de la manga, pues se decía que nos tenían que incorporar a los centros de trabajo, pero nos enviaron unas cartas donde nos mandaban a Barcelona, Sevilla... Hubo que esperar a que la Audiencia Nacional resolviera la incidencia y hubiera un auto posterior donde lo declararon ilegal", recuerda el representante de los trabajadores de la fábrica de Fuenlabrada.