Más de 3.300 personas llegaron a España en 2014 con documentos falsos marroquíes, según AI

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Amnistía Internacional (AI) publica el informe "Miedo y Vallas" sobre la situación de las personas refugiadas en Europa. En él, dedica un somero análisis a la situación en Ceuta y Melilla como lugares de paso de esta población hacia la Unión Europea y sobre las enormes dificultades que en ellos encuentran para solicitar asilo. La organización informa de que, en el año 2014, un total de 3.343 personas llegaron de manera irregular a los dos enclaves españoles en el norte de África con documentos falsos. De ellos, un total de 2.861 lo hicieron por Melilla y 482 por Ceuta. Según varias entrevistas realizadas por AI a refugiados sirios en dichos enclaves, el "alquiler" ilegal de esos documentos de identidad oscila entre los 500 y los 2.000 euros y son adquiridos por sirios, argelinos y marroquíes, a personas de esta última nacionalidad residentes en Nador y Tetuán, localidades próximas a Melilla y Ceuta, respectivamente, los cuales pueden cruzar legalmente la frontera con sus documentos. Los refugiados se ven obligados a "alquilar" en el mercado negro estos documentos, al no poder solicitar el asilo con las garantías que establece el derecho internacional y cruzar la frontera para llegar a Europa huyendo de la guerra.

De este modo, unas 7.500 personas llegaron de forma irregular por Ceuta y Melilla. Además de mediante la adquisición de estos documentos, 2.122 individuos lo hicieron saltando las respectivas vallas que rodean estas ciudades, 1.002 por mar usando una embarcación, 775 de otras formas y 243 escondidos en vehículos. En total, en 2014 llegaron de manera irregular a España 12.549 personas, siendo la población siria la más numerosa, un total de 3.305 personas. En el primer semestre del 2015 hubo 6.803 entradas irregulares en España, 4.936 de ellas a través de estos enclaves del norte de África. Un número muy inferior a los cerca de 250.000 que llegan por el Mediterráneo, a las costas griegas.

AI denuncia que las personas solicitantes de asilo en Ceuta y en Melilla no pueden circular después libremente por el resto del Estado español, teniendo que obtener un permiso de la Jefatura de Policía de estos enclaves para poder desplazarse a la Península, suponiendo esto un impedimento más en su difícil viaje a la Unión Europea como solicitantes de asilo. Además, la ONG corrobora las malas condiciones en las que estas personas tienen que esperar durante semanas para poder continuar con su travesía hasta la Unión en los CETI (Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes). Antes, en el lado marroquí de la valla, los refugiados son sometidos a violentas redadas, robos por parte de la Gendarmería de Marruecos, violaciones de los derechos humanos, detenciones arbitrarias sin ningún tipo de garantía procesal y a traslados involuntarios a otras ciudades marroquíes o a zonas desérticas para deportarlas ilegalmente a Argelia. Además, tienen que sufrir en muchas ocasiones ataques de los civiles marroquíes.

También pone énfasis este informe en la denuncia de las devoluciones en caliente que se hacen a personas, en muchos casos solicitantes de asilo, por parte de las autoridades españolas, en contra del derecho internacional y comunitario. Documenta este texto el uso excesivo de la fuerza por parte de la Guardia Civil y exige que los solicitantes de asilo puedan ejercer su derecho con garantías, algo que de momento no se está cumpliendo. Llama la atención, en el caso de las devoluciones en caliente que es España el único país que no las oculta, y que las justifica como dentro de la ley, en declaraciones del propio ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, mientras que otros países que llevan a cabo estas prácticas las desarrollan de una manera oculta.

Por todos estos motivos, AI insta a las autoridades españolas a que tomen medidas en el asunto. Entre ellas, piden "suspender la cooperación con Marruecos en materia de control migratorio, incluido el acuerdo de readmisión de ciudadanos de terceros países, y dejar de devolver a Marruecos a personas de terceros países hasta que ese país respete plenamente los derechos humanos de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo". También solicitan "detener la práctica de expulsar sumariamente a Marruecos a las personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas"; "derogar o reformar la ley para regular con precisión los rechazos en la frontera de Ceuta y Melilla, que deberán llevarse a cabo con las debidas salvaguardias para evitar las devoluciones y las expulsiones colectivas de España a Marruecos"; "revisar íntegra y exhaustivamente los procedimientos operativos relacionados con el control migratorio" para proteger los derechos humanos; "garantizar que las personas necesitadas de protección internacional tengan acceso al territorio español"; la investigación de las denuncias sobre las violaciones de derechos humanos que se dan en las entradas a España y que las personas solicitantes de asilo en Ceuta y Melilla puedan desplazarse libremente por el resto del territorio español.

El resto de Europa

Además, el informe alude a la situación con la que se encuentran los refugiados en el resto de fronteras de la Unión Europea. Principalmente, se centra en el análisis de lo que ocurre en los límites búlgaros y griegos, a cuyas autoridades de ambos estados les exige también el cese inmediato de los reenvíos forzados y que se investiguen las denuncias por estas prácticas y que se hagan públicos los acuerdos de cooperación migratoria firmados con Turquía. También analiza cuál es la situación en Hungría, a cuyas autoridades les piden que todos los demandantes de asilo tengan acceso a un procedimiento justo y adecuado, la garantía de acceso a quienes necesitan protección internacional, que se suspendan los acuerdos con Serbia y no se devuelvan personas de terceros países hasta que cumpla los derechos humanos. A las autoridades europeas, concretamente, les piden "al menos 300.000 plazas de reasentamiento y admisión humanitaria durante los próximos dos años para las personas refugiadas" y que se aplique con rigor el acervo comunitario en materia de asilo, entre otras medidas.

También recoge con datos las entradas irregulares de personas refugiadas o migrantes en la Unión. En el primer semestre de 2015, un total de 245.000 personas entraron por mar a Grecia y cerca de 2.000 por tierra desde Turquía. A Bulgaria entraron unas 5.500 personas. A Italia, por mar, han llegado 115.500 personas y a Hungría, desde Serbia, 155.500. En total, este año, hasta septiembre, 3.500 personas habían perdido la vida cruzando hasta la Unión Europea por mar. También se hace referencia a las vallas, en fronteras exteriores o interiores de la Unión Europea, y a las personas que las cruzan.

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