‘El País’ se encabrona con Mas y Belén Esteban con Olvido Hormigos

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"La portada el 13 de mayo es la mejor de Marhuenda desde que llegó a La Razón".

A El País se le ha terminado la paciencia con Artur Mas. Hasta el punto que editorializa con expresiones muy soeces e impropias de un periódico de su edad. La rabieta del diario que dirige el aguerrido Antonio Caño, tras el anuncio de adelanto electoral en Cataluña, se titula Mas impone su juego: "El cansancio ciudadano es enorme, incluso entre el soberanismo más militante. Mas pide otros ocho meses, sobre todo porque es evidente que ahora se presentaría a las urnas sin balance, con las manos vacías, o llenas de palabrería. Es dudoso que en ocho meses consiga llenar el zurrón de su balance, pero al menos tiene margen para seguir con el regate diabólico de su juego táctico, acreditado ya por su eficacia para mantenerse a flote, y por la vaciedad de resultados y visión estratégica".

Yo no sé cómo Antonio Caño sabe que "el cansancio ciudadano es enorme", u osa describir una maniobra de un president electo como un "regate diabólico de su juego táctico". A los nostálgicos, que un editorial de El País se adjetive desde los campos semánticos del inimitable Salvador Sostres, nos duele en lo más bello y blando de nuestra biografía lectora. Así que pasemos a más trascendentales asuntos.

El futuro de España sí se tambaleó este miércoles cuando el Tribunal Supremo admitió una demanda de paternidad contra nuestro Rey Cesante. Una tal Ingrid Sartiau, belga, dice ser hija de Juan Carlos I, y La Razón se asusta tanto que lo esconde en página 18, con lo que le gusta a Paco Marhuenda sacar siempre a los borbones en impar. Eso sí, nos tranquiliza bien presto a los vasallos: "Don Felipe ha sido proclamado Rey y la línea sucesoria corresponde en todo momento a su rama familar". Ni una sola línea de opinión sobre el asunto.

Sí osa pronunciarse sobre el tema el diario que dirige Casimiro García Abadillo --no digo el diario de Casimiro, que Pedro J. se enfada. En El Mundo quizás aún duelen las acusaciones de su antiguo director culpando --entre otras gentes-- a la Casa Real de su decapitación, y hay que guardar las formas. A rey muerto, rey puesto. Felipe VI es necesario y Juan Carlos, contingente. En su editorial Otro argumento para no demorar más las regulación de los asuntos de la Corona, se envalentona el diario atreviéndose a darle consejos muy envenenados al viejo rey: "Aceptar someterse a la prueba [de ADN] sería un paso que acabaría de raíz y sin ningún género de dudas con la polémica". Y hasta se pone inquietante con lo sucesorio: "Dado que la Constitución no distingue entre hijos legítimos y extramatrimoniales, [Sartiau] también podría tratar de hacer valer sus derechos".

La mejor portada de Marhuenda

Era martes y 13, y los kioskos de España aireaban La Razón con su mejor portada satírica de la era Marhuenda. Que ya es difícil. Era la reproducción de la ya mítica portada de Charlie Hebdo con la caricatura de Mahoma enseñando lacrimoso el cartel Je suis Charlie bajo el titular Tout est pardonné. La Razón ha tenido la valentía de no cortarse un pelo y reproducir desde el día del atentado las caricaturas de Mahoma que condenaron a muerte a Charb y a sus camaradas. No todos los periódicos lo hicieron.

El problema es de coherencia. La víspera de ese martes y trece, o sea el lunes 12, la sección Las caras de la noticia clavaba un flecha descendente al humorista español que, en un sketch televisivo, anunció el "desarme" del PP tras años de corrupción inspirándose en la escenografía de los comunicados de ETA, pasamontañas incluido. Bajo la flecha invertida roja, estas prosas condenatorias: "Facu Díaz, protagonista de un vídeo emitido en el programa La Tuerka en el que se equiparó al PP con la banda terrorista ETA, declarará como imputado en la Audiencia Nacional el próximo jueves. En democracia no vale todo". Dicho jueves, o sea, ayer, el juez archivaba la querella.

En este tema Charlie/Facu coincide mucho el patinaje del director de La Razón con el de nuestro presidente del Gobierno. Coincidencia extraña, ya que ambos apenas se cruzaban cuando Marhuenda era director de gabinete del entonces ministro Rajoy. A don Mariano algunos medios extranjeros también le han afeado la doble vara de medir a unos humoristas y a otros, y le reprochan haber formado parte de la cadena de París mientras en España se encausa a humoristas o les secuestran El Jueves. Así lo dicen el diario austriaco Der Standard o la cadena británica BBC. ¿Cómo van en bwin las apuestas sobre si Marhuenda le dará una flechita verde ahora a Facu Díaz en Las caras de la noticia para celebrar su inocencia?

Pedro J., The Special One

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"La portada del 'Squire' de enero nos demuestra quién es 'the especial one'".

Destacaba en el kiosko como un Hopper en una exposición de Zurbarán. Era luz. La portada del Squire de enero, con Pedro J. Ramírez sosteniendo aquel Diario 16 de junio de 1980 que anunciaba el nombramiento de su nuevo director logroñés de 28 años, nos demuestra quién es the special one. Que se quite Mourinho. En una publicación tan fashion como Squire, el ex director de El Mundo le arrebata la portada ni más ni menos que a Benedict Cumberbatch, el último actor fetiche de las pantallas grande y chica, el mejor Sherlock Holmes de la historia, en palabras de Steven Spielberg.

Pero Pedro J. es algo más que un simple Moriarty, joven chaval. Cautivo o despedido, desde su destitución Pedro J. sigue siendo carne inevitable de portada. En la entrevista que le concede a Andrés Rodríguez, The Special One no se anda con falsas modestias: "Los grandes diarios serán los que estén naciendo ahora en la red. El mío será uno de ellos. Pero no vamos a ser una start up. Desde el primer momento vamos a jugar en primera división y en un par de años seremos un centenar de trabajadores. Será el mayor proyecto nativo digital por inversión en Europa descontando a Terra, que no tuvo un periodista al mando". Su última declaración, conociendo a la persona --con sus virtudes y sus defectos--, también suena muy moriartyana: "Me esperan meses de enorme felicidad". ¿Algún editor dijo miedo?

Interviu nos regala la exclusiva esta semana de las primeras fotos de la estancia de Francisco Granados, ex número dos de la inmaculada Esperanza Aguirre, versión castiza de la Penélope Glamour de los autos locos, en la cárcel de Estremera.

Nos cuentan Luis Rendueles y Daniel Montero que Granados "se ha buscado su propio plan de vida dentro del Módulo 3, donde está ingresado acusado de blanqueo de capitales, malversación, cohecho, organización criminal, tráfico de influencias, prevaricación, fraude y delitos contra la Hacienda Pública en el marco de la operación Púnica contra la corrupción. Así, Granados se ha ganado, explican fuentes de la prisión, la confianza de uno de los líderes del módulo, un tipo veterano con el que da largos paseos y que le garantiza protección y el respeto de los otros reclusos". Suena a Uno de los nuestros, pero no nos dejemos cegar por las primeras impresiones.

El reportaje nos alumbra sobre la calidad humana e intelectual de nuestra clase dirigente. Como siempre que se elaboran reportajes sobre nuestros presuntos corruptos políticos, cuando entran en la cárcel solo les vemos jugando a las cartas. Jamás redactando cartas en plan Cadalso o quijotes. "Mientras Granados juega a las cartas, el chino Gao Ping barre el módulo de la cárcel", nos ilustra un destacado de la revista. En el texto, una frase antológica del ex hombre de confianza de La Dama de Hierro y Glamour. Cuando lo fue a detener la Guardia Civil, el ex consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid le dijo a los agentes: "Pero si yo canto el himno de la Guardia Civil todos los días, varias veces, ¿eh?". Y después, nos cuenta el semanario: "Les explicó que había hecho instalar un busto del duque de Ahumada en el Ayuntamiento de Valdemoro, su localidad de nacimiento y donde inició su carrera política". Genio, figura y algo más.

La revista Tiempo, por su parte, se obsesiona esta semana con el posible pacto poselectoral PP/PSOE y no solo le dedica uno de sus artículos de fondo, sino que, en una extensa entrevista, le plantea sin taparrabos el asunto a Esteban González Pons, portavoz del PP en Europa:

-- ¿Ve en el horizonte un Gobierno de unidad PP-PSOE? --pregunta la incisiva Cristina de la Hoz.

-- Los socialistas son unos extraordinarios compañeros de cena, porque son divertidos y con ellos te ríes y porque discuten mucho, pero no los quisiera tener yo en la mesa del Gobierno, porque tanto como alborotan en una cena de amigos deben alborotar en un Consejo de Ministros.

Suena totalmente contundente, definitivo, irrevocable.

Un par de páginas más adelante, Agustín Valladolid, en un artículo titulado La gran coalición, de solución a mal menor, no se sonroja a la hora de describir lo poco que tienen que decir Mariano Rajoy y Pedro Sánchez respecto a ese asunto de la soberanía nacional: "Si al final Europa, tras el precedente griego, empuja a PP y PSOE a un pacto de Gobierno, este no será el resultado de la reflexión seria de dos dirigentes políticos que anteponen los intereses del país a los de sus respectivos partidos políticos". No es un aviso para navegantes. Es un aviso para grumetes, que es en lo que han convertido en Europa a los países del Sur sus sucesivos presidentes.

Duelo de titanas

Los lectores más empecinados del Marqués de Sade y Charles Baudelaire andan esta semana desolados tras conocer que dos de las más grandes divas del malditismo femenino español andan enfrentadas. Titula el Qué me dices su portada con estas terribles predicciones, que hacen estremecerse a los científicos exiliados del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Belén Esteban y Olvido Hormigos, pelea de gatas, titula la revista de pensamiento y ciencia. El asunto es el contrapunto del progresivo encuentro Rajoy/Sánchez, pero desde el lado del cuore.

El enfrentamiento de ovarios se desarrolló en ese segundo Congreso de los Diputados que gozamos los españoles menos iletrados, y que se llama Gran Hermano Vip (Tele5, of course). Olvido no votó a Belén como "gran señor" del programa, que es algo así como el presidente del Gobierno pactado de GH.

-- Cuando digan perrita, mueves el rabo --se enfadó la Esteban.

-- No me faltes al respeto más --replicó Hormigos.

A este paso, la idea de un gran gobierno de convergencia entre las dos voces más influyentes de España se dispersa en la ventisca. Por mucho que los valets Mariano y Pedro se anden esforzando en sus diplomacias. Gran Hermano Vip también lo va a acabar ganando Pablo Iglesias, si no corregimos el paso la gente decente.

2 Comments
  1. Ahí estamos says

    Así que esto era el progreso al que nos llevaban los padres de la Transición… Medios de comunicación que son escuela de manipulación y falsedad sistemática. Y programas televisivos que ayudan a rellenar el cerebro con todo el morbo y la estupidez más lamentables. Ahí está la información y la cultura del régimen este. Monarquía bananera.

  2. Y más says

    Pedro J se parece cada día más a Walter Matau

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