La inestabilidad política en Andalucía dispara las alarmas ecologistas sobre el almacén de gas en Doñana

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Captura de la imagen de la campaña de WWF contra el gasoducto subterráneo en Doñana. / wwfenaccion.com
Captura de la imagen de la campaña de WWF contra el gasoducto subterráneo en Doñana. / wwfenaccion.com

Las anguilas, las carpas, los lucios, el lagarto ocelado, las abubillas, la gaviota sombría, la garza real, las musarañas, el gamo y el gato montés tienen motivos para estar muy preocupados por el adelanto de las elecciones andaluzas al próximo 22 de marzo. Hasta nuevo gobierno en Andalucía, queda en suspenso el futuro del depósito de gas subterráneo que Gas Natural-Unión Fenosa, a través de su filial Petroleum Oil&Gas España, proyecta en el Parque Natural de Doñana. La mayor reserva ecológica de Europa.

Desde hace tres décadas, coincidiendo con la designación del parque como reserva de la biosfera por la Unesco, Fenosa tiene permiso para explotar el subsuelo de Doñana en busca de gas. En la actualidad, los pozos entonces excavados están ya agotados o a punto, y ya hace siete años la eléctrica comenzó a tramitar los permisos para reconvertir la explotación en almacén. Esto supondría construir 20 kilómetros más de gasoductos (con lo que se llegaría a 70 km.) y emprender una quincena más de prospecciones. El presupuesto estimado es de 200 millones.

La Junta de Andalucía, Unión Fenosa y el Gobierno central llevan tiempo litigando a tres bandas sobre si paralizar o no el proyecto. El Ejecutivo del PP lo ha aprobado, el divorciado gobierno PSOE-IU lo paralizó, y Gas Natural-Fenosa le exige a la Junta una indemnización de 358 millones de euros si finalmente la obra no se lleva a cabo. No hay que olvidar que el actual Gobierno acaba de pagar a la constructora de Florentino Pérez 1.350 millones por paralizar un almacén gasístico en el Mediterráneo a causa del riesgo sísmico.

"Al principio el PSOE era más proclive al proyecto, pero su postura se ha ido endureciendo", señala Juan José Carmona, técnico de la organización ecologista WWF-Adega en Doñana. "Pero ahora la incertidumbre es grande", añade. Y es que, en estos tiempos de extraños pactos de Estado y antagónicos compañeros de cama política, el futuro del proyecto gasístico en Doñana bien se puede convertir en objeto de negociación pactista para formar gobierno.

Cartel del gasoducto en el corazón del parque de Doñana. / WWF
Cartel del gasoducto en el corazón del parque de Doñana. / WWF

Las encuestas justifican las incertidumbres de Carmona. Por ejemplo, la última de Sigma-2 para El Mundo reparte 43-45 escaños al PSOE, 39-42 al PP (firme defensor del almacén gasístico), 17-19 para Podemos, 5-7 a IU y 0-1 a UPyD. "Y hay que recordar que fue con el PSOE en el Gobierno cuando se otorgaron a Fenosa las primeras declaraciones de impacto ambiental positivas y las primeras autorizaciones", apunta el ecologista. Fue en agosto de 2011 cuando, con José Luis Rodríguez Zapatero en Moncloa, su ministro de Industria Miguel Sebastián transformó la autorización de extracción y añadió la posibilidad de almacenamiento en los viejos pozos. En enero de 2013, el ministro Miguel Arias Cañete (PP) concedió a Gas Natural las últimas declaraciones de impacto positivas. Pero la Junta de Andalucía, presidida por Susana Díaz (PSOE), tiene paralizada desde entonces la Autorización Ambiental Unificada.

Carmona resume los principales impactos ambientales que ecologistas y gobierno andaluz alegan para oponerse al proyecto: "Afectaría a los acuíferos, pues siempre hay escapes. También a la masa forerstal, porque habría que cortar árboles para enterrar el gasoducto y dejar unos márgenes de terreno libre a ambos lados. Por último, no se ha estudiado el riesgo de actividad sísmica".

Precisamente los 400 terremotos que se originaron en la costa Mediterránea por la explotación gasística del proyecto Castor fueron la causa de que el Gobierno detuviera las prospecciones. Y se viera obligado (por decreto ley a la carta), a indemnizar a Florentino Pérez con 1.350 millones. Gas Natural-Fenosa, ya se ha dicho, exige 358. "Es más un chantaje que otra cosa", dice Carmona. "En Castor estaba todo totalmente aprobado. Aquí Gas Natural ni siquiera tiene todos los permisos. No cumplen la normativa. La Junta considera que los riesgos no están bien evaluados". WWF-Adega está recogiendo firmas para que se desmantele la explotación.

Desde Gas Natural-Fenosa declinan valorar si el panorama, tras el adelanto electoral, puede cambiar en un sentido u otro. Se limitan a señalar que gobiernos central y andaluz continúan conversando y defienden que el proyecto es "impecable".

La historia de Doñana y de su resistencia ecológica continúa, y viene de antiguo. Ya en los años 50, Francisco Franco planeó plantar eucaliptos y sembrar arroz. La idea llegó a Europa y desde allí concienciaron al dictador de que renunciara a acometer tamaña barbaridad.

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