Madrid, rompeolas de la unidad

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Hugo Martínez Abarca *

Hugo-Martínez-AbarcaDesde hace demasiado tiempo la política madrileña sólo generaba sinsabores. La cuna del tamayazo, de la Púnica, uno de los núcleos de la Gürtel, la comunidad de las radiales, de Bankia… Esa comunidad autónoma sometida a una cultura política que, decíamos citando a Esperanza Aguirre, linda con lo mafioso. Siempre ha habido otro Madrid: un Madrid digno y vanguardista que resistía y respondía a la ignominia. Madrid fue capital mundial de la resistencia. También fue uno de los lugares donde las multitudes inteligentes se mostraron protagonistas. Aquel 13-M, en 2004, hacia la 1 de la mañana el silencio de miles de personas concentradas a esa hora frente a la estación de Atocha se rompió con el grito “¡Viva Madrid!”. Un orgullo que repetimos cuando Sol se pasó días y días ocupado por miles de personas que querían construir otro país y no se fueron hasta que se sintieron capaces de construirlo desde sus barrios y municipios. Un Madrid que ha resistido en la calle y ha parado el saqueo de su sanidad y de su agua, que ha llenado la calle de mareas que han parado múltiples iniciativas de un PP cuyo proyecto político era arrasarlo todo, que cada semana impide un par de desahucios.

Por alguna razón misteriosa la gente de Madrid nos hemos convencido de que esa fachada institucional que nos saqueaba y nos avergonzaba era más real que ese Madrid popular que exhibía dignidad en los momentos más agrios y complejos. Quizás esa resignación hizo imposible que el Madrid digno se zampase a esa red clientelar grasienta y cutre atrincherada en los noticiarios. Parecíamos resignados a unirnos en las calles, a pararles los pies en alguna que otra ocasión, pero sin aspirar a tomar Madrid para la dignidad, no sólo a detener a quienes destruyen sino a construir un Madrid más parecido a la gente de Madrid.

A principios del verano de 2014 hubo una reunión a la que nadie concedía una extraordinaria importancia pero a la que todo el mundo fue por si acaso. Entonces era Municipalia, pronto se transformó en Ganemos Madrid, a imitación de Guanyem Barcelona: el Madrid digno y la Barcelona digna siempre se han querido, admirado y muchas veces han peleado juntas. Un tipejo pensó que lo importante era el nombre y fue al registro para poder chantajear y mercadear con él, así que la candidatura resultante acabó siendo Ahora Madrid.

Mientras había quien se fijaba en el nombre, lo más interesante del proceso se iba cuajando sin los focos: los encuentros y desencuentros han llevado a Madrid a una unidad insólita en nuestras biografías, una unidad en la que está todo el rupturismo de la ciudad y fuera de la cual se ha quedado todo ese Madrid que durante demasiado tiempo nos ha avergonzado por culpable activo o por impotente.

Ahora Madrid es el primer fenómeno político de nuestras vidas en el que no sobra nadie ni falta nadie.

El fenómeno se ha expandido, con sus peculiaridades y diferencias por decenas de municipios de la Comunidad de Madrid. En cada uno encontramos unos actores, en algunos ha habido dificultades, en otros carencias… pero, además de Ahora Madrid, el 24 de mayo podremos encontrar candidaturas de unidad popular en Pinto, Ciempozuelos, Móstoles, Leganés, Fuenlabrada, Getafe, Alcorcón, Arganda, Las Rozas, Pozuelo, Colmenar Viejo, Mejorada del Campo, Loeches, Robledo de Chavela, Tres Cantos, Tielmes, Guadalix, Moralzarzal, Miraflores, Alcobendas, Aranjuez, Daganzo, Alcalá, Batres, Villalbilla…

En varios de estos municipios las encuestas locales ya dan a las candidaturas de unidad popular como primera fuerza. En otros como la clara alternativa de gobierno a mucha menos distancia del gobierno local que de ser una muleta que permita recuperarse al bipartidismo. Y todo ello cuando apenas se han elaborado las candidaturas, siempre con máxima participación y mucho interés ciudadano. En Madrid capital Ahora Madrid ya aparece en las encuestas como la primera fuerza en plantar cara a Esperanza Aguirre, en la alternativa que realmente puede disputar el gobierno municipal para que por fin esté a disposición del Madrid real.

Pase lo que pase, el mapa institucional va a cambiar radicalmente: no sólo cambiarán las proporciones: habrán cambiado las herramientas, los ayuntamientos gozarán de herramientas populares transformando la ciudad o, en los peores casos, llevando a los ayuntamientos las propuestas, reivindicaciones y quejas de ese Madrid digno que nunca se encontró una posibilidad como ésta. Y ello no sólo sucederá en Madrid: esos encuentros y desencuentros en torno a lo importante han estallado o están a punto de hacerlo por toda España. Los nuevos actores de nuestras ciudades y pueblos reestructurarán necesariamente el mapa político. Nada va a ser igual en la política madrileña, tampoco en la española, tras las elecciones del 24 de mayo.

(*) Hugo Martínez Abarca. Miembro de Convocatoria por Madrid y candidato a las elecciones autonómicas en la lista de Podemos. Es autor del blog Quien mucho abarca.
2 Comments
  1. inteligibilidad says

    ¡Mucha suerte!

  2. luca. says

    No sé si sobra o falta alguien, compañero Hugo.
    Lo que sí sé es que sobran prepotencias y hegemonismos que pretenden la renuncia a la particular identidad política de cada cual en una izquierda alternativa que, guste o no, es plural. A mi me gusta que así sea.
    Es por ello que vuestro formato electoral para la ciudad de Madrid no se dá en ninguna otra capital del país.
    Suerte.

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