Funeral por la ciencia en la noche de los investigadores

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Simulacro de funeral realizado por un grupo de manifestante durante la protesta de hoy, día 27. / Alberto Martín (Efe)
Simulacro de funeral realizado por un grupo de manifestante durante la protesta de hoy, día 27. / Alberto Martín (Efe)

Dice Gian Francesco Giudice, físico teórico de partículas y miembro de la División de Física Teórica del CERN, que una sociedad que alega que en tiempos de crisis no hay que invertir en ciencia es “miope” y “suicida”. La frase ha sido repetida una y otra vez con distinta forma pero con mismo fondo por otros prestigiosos investigadores. Richard R. Schrock, premio nobel de Química, ha explicado repetidamente que "invertir en ciencia es hacerlo en futuro". Joan Massagué, uno de los investigadores del cáncer más relevante del mundo, aseveró en una entrevista concedida al diario especializado en ciencia Materia que “España sufre una demolición sistemática de la ciencia”.

A juzgar por estas opiniones, el Gobierno del Partido Popular (y el del PSOE en su último año) debería acudir urgentemente al oculista, tratarse con urgencia sus instintos suicidas y repreguntarse, al menos, si su política busca redundar en la mejora de la sociedad en el largo plazo. Los datos así lo atestiguan. El presupuesto para ciencia ha sufrido un recorte del 47% desde el año 2009, España ha pasado de ocupar el noveno lugar mundial por número de publicaciones científicas al décimo tras ser adelantado por India y los recortes han provocado la parálisis total en gran parte de los programas de investigación que hasta hace poco venían desarrollándose con normalidad.

Pero la realidad de la ciencia no se resume solamente en cifras. El trabajo diario de los investigadores se ha convertido en una lucha continua contra la precariedad. “Estamos mendigando limosnas para que no maten a la ciencia y poder seguir adelante”, señala Daniel Rozas, doctor en Biología Molecular en el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB). “Mi tesis doctoral la realizamos entre quince compañeros. Actualmente, sólo dos continuamos en España. El resto ha tenido que emigrar para labrarse un futuro”, explica Rozas a cuartopoder con el objetivo de ilustrar la fuga de cerebros que vive España debido a los recortes en ciencia.

Una participante en la 'Marea Roja' exhibe un cartel en la manifestación celebrada hoy, día 27. /  Alberto Martín (Efe)
Una participante en la 'Marea Roja' exhibe un cartel en la manifestación celebrada hoy, día 27. / Alberto Martín (Efe)

Marea roja

Ante esta situación, científicos e investigadores aprovecharán que este viernes 27 de septiembre se celebra la Noche de los Investigadores y que el Gobierno debe presentar en el Congreso su proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2014 para realizar una Marcha por la Ciencia bajo el lema "Sin Ciencia no hay Futuro". La manifestación arrancará a las 19.00 horas en el Jardín Botánico y recorrerá el paseo del Prado hasta la plaza de Cibeles, desde donde subirá la calle Alcalá hacia el Instituto Cervantes para terminar frente al Círculo de Bellas Artes a las 9 de la noche. En Twitter, se podrá seguir en Twitter con el hashtag #PorLaCiencia27S.

“Salimos a la calle para denunciar que están matando a la ciencia con los recortes y para exigir una reunión con un miembro del Gobierno. Queremos reunirnos con De Guindos o Montoro y que nos explique cual su plan para la ciencia y para el futuro de España”, prosigue Rozas, que forma parte de la Plataforma InvestigAcción, un colectivo que se integra dentro de la incipiente Asamblea General de Ciencia, que convoca la manifestación.

Para mostrar públicamente este asesinato que el Estado está cometiendo con la ciencia, los manifestantes están preparando dos perfomances que se encuadran dentro de la manifestación. Por una parte, un “importante número de personas” paseará por la calles de Madrid un ataúd a modo de funeral tratando de simbolizar la muerte de la ciencia. Por otra, otro colectivo de personas ataviados con sus batas de investigadores “pedirán limosna para la ciencia” con pancartas como “Se vende científico a precio de saldo” o “Merkel, llévame contigo”.

Como ya sucediera en la multitudinaria manifestación del pasado mes de junio, los convocantes llaman a los participantes a vestir una “camiseta roja”, color que se está convirtiendo en el símbolo de una nueva marea ciudadana, la de los científicos e investigadores. “Surgió casi por casualidad. Los compañeros del Ciencia con futuro de Sevilla hicieron el diseño y poco a poco todos hemos ido adoptando el color y su diseño. Además, nos sirve para ilustrar nuestro mensaje de que la ciencia se está desangrando por culpa de los recortes”, explica Rozas.

Los cuatro objetivos

Más allá de la visibilización del problema de la ciencia, la manifestación reivindicará, tal y como se reflejará en el manifiesto final que leerán los convocantes, los cuatro puntos básicos para salvar la ciencia que articuló el Colectivo Carta por la Ciencia ante los Presupuestos Generales del Estado 2014 que ha contado con el respaldo de todos los grupos parlamentarios, salvo del Partido Popular.

Las cuatro propuestas del colectivo pasan por aumentar el gasto y las subvenciones en I+D en 636 millones de euros anuales durante tres años consecutivos para recuperar los casi 2.000 millones que se han recortado desde 2009; eliminar el límite vigente del 10% para reponer investigadores en centros de I+D públicos; regularizar las convocatorias de I+D pública para evitar retrasos como el actual (el Plan Nacional para 2013 aún no ha sido adjudicado) y la creación de la Agencia Estatal de Investigación, que lleva más de un año de retraso.

El Colectivo Carta por la Ciencia está compuesto por la Confederación Española de Sociedades Científicas COSCE, los rectores de universidades públicas españolas (CRUE), la FJI, CCOO, UGT, y la Plataforma Investigación Digna. Este colectivo fue el organizador, el pasado 14 de junio, de la que pasó a la historia como la mayor manifestación de científicos de la historia de España. Según los organizadores, cerca de 10.000 científicos salieron a la calle en toda España. “Esperamos muchas más esta vez”, sentencia Rozas.

11 Comments
  1. ateo says

    Mientras España tiene miles de investigadores altamente cualificados en paro o en pésimas condiciones de subcontratación a los que no es capaz de sacar provecho alguno, aún cuando su formación ha costado al erario público más de cien mil euros por persona, otros países más avanzados y desarrollados están aprovechándose de nuestro tejido científico tan duramente creado contratando a estos jóvenes investigadores brillantes, capaces y muy motivados para engrosar sus ya de por sí bien dotados equipos investigadores. Así donde nuestros ignorantes ministros Wert y Báñez ven positivo que miles de nuestras mejores mentes abandonen el país para ya nunca volver, la triste realidad es que España pierde a la larga un brillante capital humano y que además se lo regala a las grandes potencias económicas y científicas mundiales. Y luego dentro de unas décadas nos extrañaremos de que sigamos anclados en la cultura económica del turismo de playa y el ladrillo. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/05/mendigando-por-la-ciencia.html

  2. Mónica says

    No olvidemos que ésta es la realidad de muchos investigadores:
    https://www. facebook. com/photo. php?fbid=299440836861345&set=a. 294066950732067. 1073741831. 285538848251544&type=1&theater

    Los Mundos de Mónica en facebook y en twitter @Monica_mundos

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