El oscuro legado de Manuel Valls

  • Es el artífice de la reforma que permite que los convenios colectivos de empresa empeoren las condiciones laborales establecidas por convenios de ámbito superior
  • La reforma provocó una oleada de huelgas y protestas sindicales y fue el detonante del movimiento Nuit Debout
  • Fue el artífice de la expulsión a Kosovo de una adolescente gitana, que fue detenida durante una excursión escolar

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El anuncio del posible fichaje del ex primer ministro francés Manuel Valls (Barcelona, 1962) por Ciudadanos como candidato a la alcaldía de Barcelona ha revolucionado el escenario político de la capital catalana. Los ataques no se han hecho esperar, a poco más de un año de las elecciones municipales: la alcaldesa Ada Colau ha criticado las posiciones “reaccionarias” de Valls, mientras que el candidato de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Alfred Bosch, lo ha calificado de “paracaidista” y “político marciano”, acusándolo de no conocer la política municipal barcelonesa (Valls nació en Barcelona pero nunca ha vivido en la ciudad).

Como explica Sato Díaz, la candidatura de Manuel Valls reforzaría el protagonismo del eje territorial en la campaña, especialmente si tiene enfrente una candidatura unitaria independentista, como ha propuesto el tertuliano y profesor universitario Jordi Graupera. Valls ha ganado un sorprendente protagonismo en la política catalana gracias a su reiterada presencia en las manifestaciones anti-independentistas convocadas por organizaciones como Societat Civil Catalana (SCC), pero su pasado político es poco conocido en nuestro país.

Miembro del Partido Socialista francés desde su adolescencia, Manuel Valls desempeñó una multitud de cargos públicos hasta ser nombrado primer ministro por el presidente François Hollande en 2014. Durante los dos años que ocupó la jefatura del gobierno, impulsó decididamente una agenda económica neoliberal, respondió a las masivas protestas con una dura represión policial y mantuvo una postura hostil hacia la inmigración, lo que le alejó del electorado socialista. Entre las políticas económicas que impulsó Manuel Valls destaca la reforma laboral de 2016, inspirada en la que aprobó el gobierno de Mariano Rajoy en España en 2012. El cambio más polémico fue la llamada “inversión de la jerarquía de las normas”, que permite que los convenios colectivos de empresa empeoren las condiciones laborales establecidas por convenios de ámbito superior.

La reforma provocó una oleada de huelgas y protestas sindicales y fue el detonante del movimiento Nuit Debout (‘Noche en pie’), que se extendió por toda Francia durante la primavera y el verano de 2016. Si bien Nuit Debout tuvo una magnitud y una duración mucho menor que la del 15M español, permitió un acercamiento entre la juventud y la clase trabajadora tradicional y reforzó la oposición de la opinión pública a la reforma laboral: según todas las encuestas, alrededor del 70 por ciento de los franceses rechazaron al proyecto, que dividió al grupo parlamentario socialista. Ante la oposición de varias decenas de diputados rebeldes, Valls no dudó en recurrir al artículo 49.3 de la Constitución para aprobar la reforma sin debate parlamentario. Las manifestaciones y ocupaciones de plazas fueron duramente reprimidas por la policía. Además, el gobierno de Valls utilizó el estado de emergencia decretado tras los atentados de noviembre de 2015 para prohibir protestas como las manifestaciones ecologistas convocadas por motivo de la Cumbre del Clima celebrada en París en junio de 2016.

También levantan ampollas entre el electorado socialista las posturas de Valls respecto a la inmigración y la diversidad cultural. Son particularmente conocidas sus declaraciones sobre los gitanos residentes en Francia: según el posible candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Barcelona, “los romaníes están destinados a volver a Bulgaria o Rumanía” porque “tienen un modo de vida enormemente diferente al nuestro que, evidentemente, se opone al nuestro”. Otras actuaciones memorables del ex primer ministro francés en este ámbito son la expulsión a Kosovo de una adolescente gitana, que fue detenida durante una excursión escolar, y la proposición de retirar la nacionalidad francesa a los franceses con doble nacionalidad condenados por terrorismo. El Frente Nacional celebró que el gobierno socialista asumiese esta propuesta, inicialmente promovida por la formación de extrema derecha.

Ante un historial político tan alejado de la tradición del socialismo francés, cabe preguntarse cómo llegó Manuel Valls a ser el primer ministro de un gobierno socialista. La respuesta es sencilla: fue François Hollande quien lo aupó a esa posición, no la militancia. De hecho, Valls obtuvo menos del 6 por ciento de los votos en las primarias de 2011, en las que participaron casi tres millones de personas. Sin embargo, Hollande decidió nombrar a Valls porque su perfil se ajustaba más a la agenda neoliberal del presidente que la de otros líderes más de izquierdas, como Arnaud Montebourg y Benoît Hamon, según explica François Ralle en Ctxt. Manuel Valls volvió a probar suerte en las primarias para las elecciones presidenciales de 2017, pero Hamon le ganó con un programa más progresista.

Tiene sentido que Manuel Valls muestre interés por ser candidato a la alcaldía de Barcelona, ya que su carrera política en Francia no parece tener mucho futuro. En las legislativas del año pasado mantuvo su escaño por un puñado de votos pero Macron no accedió a sus repetidas peticiones de entrar en su partido. Ignorado por su antiguo Ministro de Economía y repudiado por los socialistas por no respetar el resultado de las primarias (se negó a apoyar a Hamon), Valls todavía es diputado, pero su aislamiento es casi completo. La oferta de Ciudadanos de ser candidato a la alcaldía de Barcelona parece la única oportunidad de Manuel Valls para resucitar su carrera política… intentando ser alcalde de una ciudad en la que no ha vivido nunca.

6 Comments
  1. peperoalfa says

    engendro neofascista…

    1. Ggs says

      Cuando puedas busca esas palabras en el diccionario, creo que no significan lo que crees.

  2. florentino del Amo Antolin says

    Un trepa capitalista con neuronas fascistas. El olfato de Valls le da positivo. Los bancos que patrocinan el machismo ultra de C´S, les importa una mierda que no haya vivido en Barcelona; ellos lo que quieren es seguir manteniendo el regimen neo facha y dividir aun más a la ciudadanía, fomentar el racismo y sostener un Gobierno corrupto. Al final se quedará con la presidencia de FAES… ¡ Al tiempo !. ¡ Un trepa sin escrupulos !.

    1. Ggs says

      Todos los politicos suelen ser unos trepas en todos lados, no solo los que no te gustan. Al menos él tiene neuronaS, la mayoria de politicos solo tienen una o ninguna.

  3. ninja45 says

    Manuel Valls, después de haber salido rebotado con los Socialistas
    franceses, se ofreció para ir en las listas de Macron, pero no
    coló. Ahora dicen que lo quieren incorporar como cabeza de lista
    de C’s. Fachas por Barcelona. Seguro que aquí seguirá «triunfando».
    Olé por los chaqueteros y vividores de la política. C’s. está
    plagado de ellos. El inefable juez Llarena se ha convertido en
    el principal protagonista de la política española, ya que no se
    hace política ni se ha hecho desde hace demasiado tiempo.
    Vivimos en la imposición de los fascistas, corruptos, fiscales
    que afinan, jueces prevaricadores, sus esbirros y sus palmeros.
    Se criminaliza el pensamiento independentista, por el mero hecho
    de serlo. No es momento de rendirse sino de firmeza, convicción y
    dignidad. Este Estado de Desecho no ha aceptado los resultados del
    21-D y se ha visto claramente que el problema no son los candidatos,
    sino la victoria del independentismo. Nuestros políticos han sido
    encarcelados por defender el mandato de las urnas. La causa de
    Cataluña -la causa de la libertad, la democracia y la dignidad-
    pervive con fuerza porque somos millones los que creemos en ella.
    Que el compromiso de nuestros políticos encarcelados injustamente,
    sirva para reforzar el compromiso de todos. A Ramón Espadaler, Duran
    i Leida y a Santi Vila los hemos pasado a la lista de «botiflers»
    por razones obvias. Som República !!*!!

    1. Ggs says

      No sois republica, mirate el dni. Que cansinos que sois, da igual que el articulo hable de Manuel Valls, que de las amapolas holandesas, que de la aspereza de la arena de playa, siempre soltais el mismo discurso que llevais en chip indepe. Igual resulta que M. Valls es muy malo, yo no lo se y no opino, si quieres opinar de algo ciñete a la noticia y hazlo con rigor y argumentos serios.

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