La llegada de migrantes a España por la Frontera Sur, la más numerosa en diez años

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Poco sirven las vallas, las detenciones o las devoluciones en caliente para intentar frenar la necesidad de alcanzar Europa de aquellos que huyen de la pobreza y los conflictos de sus países. El fracaso de las políticas para intentar reducir la llegada de migrantes a nuestro país por la Frontera Sur queda de manifiesto en un informe de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA). En el año 2017 se registró la cifra más alta de personas que llegaron a España por la Frontera Sur desde el año 2007. En concreto, fueron 28.597 personas, el doble de las que llegaron en 2016 y cinco veces más de las que alcanzaron nuestra costa en 2010.

El informe “Derechos Humanos en la Frontera Sur del año 2017”, presentado por APDHA este viernes, recoge una realidad terrible, de muerte y sufrimiento de quienes tratan de alcanzar Europa a toda costa. Un total de 249 personas perdieron la vida intentando alcanzar España por la Frontera Sur en 2017, según la ONG. Entre ellos se encuentra Samuel, un niño de 4 años cuyo cuerpo apareció en la costa de Barbate (Cádiz), y su madre, Veronique Nzaz, cuyo cadaver se descubrió en febrero en Argelia.

De todas las personas que murieron intentando alcanzar España, se encontraron 99 cadáveres, de los cuales 17 eran mujeres, aunque la OIM estima que por cada persona fallecida hay otras dos de las que no se sabe nada, lo que llevaría a triplicar la cifra. Eso sin tener en cuenta el desierto, donde los datos son más difíciles de recabar: según el Consejo danés para Refugiados, el Sahara se cobra incluso más vidas que el mar. APDHA también recuerda, como ya ha mencionado en otras ocasiones, que “más de 6.000 personas han muerto en los últimos 20 años intentando alcanzar la Frontera Sur, lo que convierte al Mediterráneo en una inmensa fosa común”.

Las causas del aumento de las llegadas

APDHA achaca el aumento de las llegadas por la Frontera Sur a los conflictos que asolan el Mediterráneo y las políticas para enfrentarlos, además del cierre de las rutas libia y turca por los acuerdos con la UE que, según recuerda la ONG, suponen violaciones de Derechos Humanos para los migrantes y que estos se vean avocados a emprender rutas más largas y peligrosas.

Además, aumentó la llegada de magrebíes, fueron un 38% en comparación con un 31%, lo que se explica por las crisis y falta de perspectiva en Marruecos y Argelia. Las revueltas que han tenido lugar en el primer país han obligado a las autoridades marroquíes a hacer la vista gorda en las fronteras. También se ha incrementado el número de menores que ingresan a España por la Frontera Sur, la mayoría también de estas dos nacionalidades. En 2016 eran un 8% y en 2017 fueron un 13,3%.

“La política de este Gobierno basada en el rechazo, la represión y el encarcelamiento de migrantes, no da mucho más de sí, porque el corolario de su fracaso es el sufrimiento para miles de personas y la violación de sus derechos fundamentales”, denuncia APDHA, que señalan a Ceuta y Melilla como "espacios de impunidad y vulneración de todo tipo de derechos”, donde el encierro es “el sistema de gestión de las migraciones” y las entidades que reciben a estas personas cuentan con una gran “falta de medios”.

La ONG denuncia que Ceuta y Melilla se han convertido “en un campo de experimentación de las más crueles e inhumanas políticas represivas de control de flujos en las fronteras terrestres europeas”, donde se han practicado “inversiones millonarias, pagos oscuros a Marruecos, nuevas vallas, concertinas, experimentos con drones o camiones cisterna”. “Todo ello ha contribuido a que se conviertan en zonas infernales" y no solo para los migrantes, también para las portadoras transfronterizas, critican.

Descenso de llegadas de migrantes a la UE

En contraposición, en toda la UE se registró un descenso importante de las llegadas de migrantes. En 2017 las personas migrantes que ingresaron en Europa fueron 204.300, el 60% menos que en 2016. Esta disminución, según APDHA, se debe a los acuerdos Turquía-UE e Italia-Libia para frenar los flujos migratorios.

Sin embargo, esto no significa que las personas dejen de migrar, sino que deciden emprender otras rutas más peligrosas donde enfrentan a las violaciones de Derechos Humanos y a la propia muerte. La ruta del Mediterráneo central se ha convertido en la más peligrosa del mundo para los migrantes. Desde septiembre han aumentado las personas presas de 7.000 a 20.000. Además, entre 2014 y 2017, 15.314 personas perdieron la vida en el Mediterráneo.

2 Comments
  1. peperoalfa says

    15314 personas muertas para que el asilo europeo no se contagie con sangre impura… hitler estaría orgulloso, si lo hubiese sabido no hubiera empezado la guerra…

    1. florentino del Amo Antolin says

      Peperoalfa, aquí se busca la raza Aria en esta peninsula, cuando los Arabes han dejado su ADN durante 800 años largos… Necesitamos más personas que paguen nuestras pensiones; pero no se lo ponen fácil. Cuando oigo: ¡ Putos Moros !. ¡ Sudacas de mierda !. ¡ Esos megros cabrones !…
      Las instituciones deben de hacer otra labor que disparales en el agua… ¿ Cuantos hay en Lampedusa ? y en Grecia ?. Todos somos emigrantes. Este País uno de los que más emigró. Como devolviesen solo los jovenes, que emigraron con Rajoy…
      ¡ Que la humanidad que no tuvieron en su país, sea aportada por todas las Comunidades y el Estado Español !.

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