IU desea un PSOE integrado en el ‘bloque democrático’ y alejado de los ‘reaccionarios’

La Coordinadora Federal de Izquierda Unida se ha reunido este sábado en Madrid para fijar una posición sobre el 1 de octubre y la estrategia política posterior en un documento. Durante la rueda de prensa, el coordinador federal, Alberto Garzón, ha dibujado un escenario de dos bloques: el “reaccionario”, conformado por PP y Ciudadanos, y el “democrático”, más “heterogéneo y plural”, que componen  todos los partidos que se reunirán en la asamblea convocada por Unidos Podemos este domingo. Y en medio, el PSOE. Fuentes de la formación reconocen que desean que los socialistas salgan de la equidistancia y se acerquen al  “bloque democrático”, alejándose del apoyo que hasta ahora le ha dado a las actuaciones del Gobierno. Comienzan las presiones para que así sea.

El sábado, la formación respaldó el documento sobre Cataluña que presentó la dirección, y que adelantó Cuarto Poder, en el que se reconoce el 1 de octubre como una "movilización" (y no como un referéndum) y se apuesta por una “República Federal, que está vinculada necesariamente al reconocimiento del derecho de autodeterminación de los pueblos y a la conquista y consolidación de derechos sociales para las clases populares”. Esta propuesta ha sido aprobada por el 78% de los allí presentes (50 votos) en un amplio debate en el que también se discutía otro documento alternativo que ha contado con cinco apoyos.Nueve miembros de este órgano Ejecutivo se abstuvieron.

En la rueda de prensa anterior al debate, Garzón quiso dejar claro que las últimas decisiones del Ejecutivo central han llevado a un “estado de represión inédito en España” y exige que se pare antes de que derive en “la liquidación de unos derechos civiles y democráticos que tanto tiempo y esfuerzos costó conseguir”. Como reacción a estos hechos, este “bloque democrático” trabajará en dos vías: “Defender una solución política y dialogante para llegar a un referéndum pactado” y “denunciar con contundencia la represión y el autoritarismo con la que se emplean el Gobierno de Mariano Rajoy". 

Aunque Garzón ha evitado referirse explícitamente al PSOE que ahora lidera Pedro Sánchez, sí ha situado en el “bloque reaccionario” a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. La sevillana declaró hace unos días que estaba a favor de que el Gobierno central aplicase el artículo 155 por el que se suspende la autonomía de Cataluña, una actitud que a algunas voces de IU les recuerda más al viejo PSOE. Aunque reconocen que, en esta ocasión, Díaz no ha tenido el respaldo de otros barones socialistas.

Sin embargo, algunas voces de la formación temen que Sánchez se aleje del mandato que le dio su militancia cuando le eligió de nuevo secretario general frente al aparato que representaba Díaz. Si en un principio, el líder socialista apostó por construir una alternativa de izquierdas en el Congreso, algunos temen que el conflicto catalán difumine ese propósito. Hasta el PNV ha mostrado dudas sobre la actuación del Gobierno en Cataluña, lo que ha provocado un retraso en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado 2018 debido a que el PP aún no tiene garantizado el apoyo de los vascos.

Las fuerzas proconsulta también quieren combatir los términos que usan a veces PP y Ciudadanos y que han terminado por calar. Frente al "bloque constitucional" (PP-PSOE-Ciudadanos), ellos prefieren hablar de una disputa entre "bloque democrático" y "reaccionario".

Un PSOE más crítico con el Gobierno

Hay dos hechos que a algunos miembros de Izquierda Unida les hace pensar que el PSOE acabará con la carta blanca que hasta ahora le ha dado al Ejecutivo respecto a Cataluña, siempre que cumpliera con los principios de "proporcionalidad". El primero, que los socialistas (excepto cuatro diputados que se abstuvieron) votaran en contra el pasado martes a la propuesta de Ciudadanos que obligó a los grupos a posicionarse sobre las actuaciones del Gobierno. El resultado fue que la Cámara Baja rechazó esta simbólica proposición. Sin embargo, los socialistas no decidieron votar en contra porque quisieran escenificar el rechazo a las medidas de Rajoy sino, simplemente, por un desacuerdo con el partido naranja, con el que las relaciones son frías desde hace meses. De hecho, el propio Sánchez ha cargado este sábado en un mitin en Badalona contra Rivera, del que ha dicho que solo le interesan las fotos.

La segunda actitud socialista del agrado de IU ha sido el reciente giro discursivo de sus líderes. Si hasta el momento, el PSOE ha querido evitar las críticas frontales a la gestión de Rajoy, este sábado Pedro Sánchez sí ha arremetido contra el presidente del Gobierno, horas después de que se conociera que ha decidido crear un “mando único” que hará que los Mossos, al igual que el resto de cuerpos, reciban órdenes directas del Ministerio del Interior.

A pesar de que en Ferraz reconocen en privado que hay otras decisiones que no han gustado (como la de llamar a declarar a los alcaldes que se han mostrado a favor del referéndum), lo cierto es que hasta ahora el secretario general había decidido no atacar al Ejecutivo para salvaguardar la imagen de unidad. Sin embargo, este sábado ha roto esta tendencia y ha asegurado que “las ilegalidades hay que perseguirlas, pero los derechos no se recortan”. También ha echado la culpa al Ejecutivo del PP de “paralizar la solución política para Cataluña”.

Este giro llega días después de que el PSOE consiguiera, con respaldo de todos los grupos excepto ERC y Ciudadanos, sacar adelante la comisión de Evaluación y Modernización del Estado Autonómico en el Congreso. Este sábado, Sánchez ha asegurado que “el PSOE va a obligar a Rajoy a dialogar y a encontrar una solución pactada aquí en Cataluña”. En sus palabras ha habido más dureza de la habitual, al acusar al presidente del Gobierno de llevar “cinco años confrontando territorios para ganar elecciones”. Los socialistas se han posicionado como una tercera vía más allá del 1 de octubre: “En esta crisis hay tres posiciones. La de Puigdemont es votar sin dialogar, la de Rajoy es dialogar sin votar y la del PSOE y el PSC es dialogar y votar un acuerdo con toda la legalidad y garantías democráticas”.

Podemos insta al PSOE a que no comparta “hoja de ruta con el PP"

Las presiones hacia el PSOE también crecen por parte de otras formaciones, como Unidos Podemos. Este sábado, en el encuentro RebelDía, organizado en el municipio madrileño de Alcorcón, Pablo Iglesias ha apelado al PSOE para que deje de apoyar la gestión del Gobierno: “Quiero hacer desde aquí un llamamiento al partido socialista para que no comparta hoja de ruta con el PP”. Iglesias le ha recordado a Sánchez que sus militantes le eligieron, no para dar cobertura a las acciones del PP, sino para trabajar con Unidos Podemos.

Lo despropósitos del Gobierno en Catalunya no son demostración de fuerza, sino de incapacidad política. Pero no serían posibles sin el PSOE.

— Íñigo Errejón (@ierrejon) 23 de septiembre de 2017

Este llamamiento se produce unas horas antes de que la formación morada celebre en el Pabellón Siglo XXI de Zaragoza la Asamblea de parlamentarios y alcaldes, que también provocó un rifirafe entre PSOE y el partido que lidera Iglesias, y a la que los socialistas no acudirán. Allí estarán, sin embargo, representantes de 10 formaciones políticas (Equo, MÉS, Compromís, PDeCAT, En Marea, PNV, ERC, Catalunya En Comú, IU, y Podemos).

Si esta exhibición de poder resulta exitosa, estas formaciones podrían intentar utilizar esta imagen para negociar un referéndum pactado más allá del 1 de octubre, cuando los movimientos judiciales dejen paso a las decisiones políticas, que han estado ausentes en los últimos días.