REFORMA / Se abre una brecha para incluir las demandas de las mujeres que quedaron pendientes en el 78

Mujeres de Podemos y el PSOE urgen a impulsar una nueva constitución feminista

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Constitución feminista. De izquierda a derecha,Clara Serra (Podemos), Carmen Calvo (PSOE) y la experta en derecho constitucionalista Itziar García.
De izquierda a derecha, Clara Serra (Podemos), Carmen Calvo (PSOE) y la experta en derecho constitucionalista Itziar García. / @AC_MMalasana (Twitter)

Sea mediante una reforma constitucional o un proceso constituyente, es primordial que la nueva constitución española sea feminista. Esa es la idea que han sostenido este jueves la diputada en la Asamblea de la Comunidad de Madrid de Podemos Clara Serra y la secretaria de Igualdad del PSOE y exministra de Cultura, Carmen Calvo. Ahora que la crisis catalana ha puesto encima de la mesa del debate político la reforma el título VIII de la Constitución, que recoge la organización territorial del Estado, abogan por ir más allá e incorporar en nuestro contrato social la perspectiva de género y las demandas feministas.

En 1978 las feministas, muy activas en esa década, no lograron que los padres de la Constitución incorporaran sus demandas más básicas. La historia, ya de por sí poco conocida o recordada a lo largo de los años, no tiene por qué repetirse 40 años después. Sobre ello han reflexionado Serra y Calvo, en compañía de la veterana del movimiento Justa Montero, cofundadora de la coordinadora estatal de organizaciones feministas, y la catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Carlos III de Madrid Itziar Gómez, en un acto organizado por la Asociación Cultural Manuela Malasaña.

Montero ha comenzado su intervención haciendo alusión a la buena salud del movimiento feminista, ya que “el PP ha tenido que hacer un contra-argumentario para la huelga feminista del 8-M”, y ha realizado los paralelismos de la situación actual con aquella que le tocó vivir. En este sentido, ve claramente que existen dos similitudes: una crisis de régimen y un movimiento feminista “muy pujante”. En aquel momento las organizaciones realizaron una propuesta constitucional que recogían la necesidad de una una educación laica, pública y no sexista; una forma de organización diferente a la familia normativa y el derecho al aborto. La mayoría de estas demandas no se implantaron en la Carta Magna y el movimiento se dividió entre aquellas que apoyaron el 'sí' por los avances democráticos que se recogían y aquellas que llamaron a la abstención o a votar 'no'. “El feminismo tuvo una posición durísima, muy critica contra el proceso constitucional”, ha recordado.

Gómez, experta constitucionalista, ha incidido en que durante años creyó que “el famoso consenso del 78” era real, hasta que descubrió que el movimiento feminista había renunciado a casi todas sus reivindicaciones y las había tenido que guardar en un cajón. Ha criticado que las mujeres solo aparecen en dos momentos en nuestra Carta Magna: en el derecho al matrimonio y en la sucesión de la Corona. “Hay una historia que no nos cuentan y por eso está condenada a repetirse”, ha lamentado. Entre sus propuestas urgentes, la incorporación de la igualdad laboral, la paridad en las instituciones, los derechos sexuales y reproductivos, además de la violencia de género. Sin embargo, para la experta, lo más importante y la base de todo es la coeducación porque “no caben modelos educativos sexistas” para las nuevas generaciones.

La dificultad de conseguir consensos políticos mínimos con la derecha española

Tras esta revisión histórica, Calvo, que también es una veterana feminista, ha hecho la reflexión de que “el feminismo no renunció a nada porque simplemente no estaba”, en alusión a que las mujeres no habían conquistado el poder a través de las organizaciones políticas que acceden al Legislativo. Para la socialista, ahora hay una posibilidad de modificar la Constitución, “las mujeres deben tener fuerza política para estar ahí” a través de sus formaciones, ya que "el movimiento no se ha conformado como partido en ningún país".

En este sentido, la secretaria de Igualdad del PSOE considera que a la hora de hacer una reforma de la Carta Magna, que necesita del consenso de todos los partidos políticos, en España partimos con desventaja: “las mujeres de derechas en España no tienen ni un ápice de feminismo”. Así se ha referido tanto a las dirigentes de Ciudadanos como a las del PP y ha hecho especial ilusión a Inés Arrimadas, una política que, ha ironizado, “ahora ha descubierto que el feminismo tiene ideología”. A su juicio, esto no ocurre en otros países de Europa donde la derecha ha defendido el derecho al aborto. Tras “el susto” del exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, que intentó sin éxito acabar con el derecho al aborto gracias al movimiento feminista, las socialistas quieren que en la Constitución aparezcan las víctimas de la violencia machista y la infancia, ha remarcado Calvo.

En su análisis, Serra ha señalado al feminismo como una cuarta crisis que pone de manifiesto “un agotamiento” y que se suma a la crisis económica, la de régimen y la territorial. “No solo sirve para conquistar la igualdad porque ahora el feminismo es transversal y tiene la capacidad de hablar de democracia, de representación y de derechos sociales”, pero también incluso de “plurinacionalidad”, ha remarcado. “La lógica feminista, con la hegemonía que tiene hoy en día, nos debería invitar a pensar si no tiene la llave del candado para los problemas de todos y de todas”, ha apuntado. También ha tenido unas palabras para el partido más contrario al feminismo, en su opinión Ciudadanos, pero ha llamado a no excluirlo del debate por una cuestión de estrategia política y, si se proclaman feministas, exigirles ciertos compromisos con la igualdad de las mujeres.

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