Amazon en lucha: Fight Day

  • Amazon vuelve este año con un evento cargado de novedades, más productos, más ofertas, más exclusivas, mas horas para consumir, pero nada para quienes empaquetan, gestionan, cargan y trasladan.

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En Amazon ya han comenzado las 36 horas de orgía de consumo. Desde tu casa, parapetada tras la pantalla de tu ordenador puedes acceder a todo lo necesario e innecesario, puedes aflojar la cartera y dar rienda suelta al torrente de deseos materiales. Es algo privado, nadie nos ve, no nos movemos ni nos exponemos. El paquete llegara calentito a casa y colmará nuestras expectativas…o no.

Y mientras su página web nos lanza a todo color su “Prime Day”, sus 36 horas de ofertas, rebajas y nuevos productos, en el mundo real se desarrolla la lucha de trabajadoras y trabajadores de la planta de San Fernando Henares que durante tres días llaman a la huelga para denunciar que cuatro meses después de las primeras movilizaciones su situación sigue siendo de extrema precariedad. Y es que todo suma cuando analizamos las consecuencias que han tenido las reformas laborales del PP y del PSOE y seguramente el conflicto de Amazon sea un ejemplo desgraciado del efecto que han tenido estos cambios normativos para las familias trabajadoras que componen su plantilla.

Pero antes de detenernos en cómo Amazon recorta los salarios y derechos de sus trabajadoras y trabajadores, volvamos a las cifras globales de la multinacional. Llama la atención el ritmo de crecimiento de dos dígitos anuales, de tal modo que el año pasado este gigante ganó más de 3000 millones de dólares, según sus propios datos un 20% más que el año anterior. Una mezcla perfecta de técnicas agresivas en su estrategia comercial y precariedad estructural en las condiciones de trabajo que han permitido un incremento notable de facturación y beneficio pero no solo eso, también una consolidación y ampliación del espacio que ocupa en el comercio electrónico.

Con estas cifras en la cabeza, volvamos a la política de la empresa hacia las trabajadoras y trabajadores. Es curioso que precisamente ahora que las cosas van tan bien, se agudicen las medidas para ajustar a la baja las condiciones de la plantilla. La posibilidad de acogerse unilateralmente al convenio del sector amparada por las reformas laborales, ha tenido como consecuencia la pérdida de la ultra actividad y con ello la penalización y ajuste en los salarios, el empeoramiento en la flexibilidad laboral, el aumento de jornadas laborales, la falta de cobertura en caso de enfermedad, la desaparición de categorías profesionales y ha dificultado notablemente la posibilidad de conciliar la vida productiva y reproductiva.

Son todos estos motivos los que les llevan a seguir plantando cara al gigante. Después de cuatro largos meses, el bloqueo en la negociación por la negativa a asumir la recuperación de los salarios y categorías, más escandaloso si cabe cuando se compara el modesto 1% sobre el IPC que reclama la plantilla con sus abultadas cifras de beneficios, hace que la pelea siga siendo necesaria y nos recuerda que aunque la tarta aumente siempre son los mismos los que se comen el pastel.

Parece que aunque el mundo cambia rápido, hay cosas que permanecen. Es innegable el cambio radical que se está produciendo al calor del comercio electrónico. Un cambio que afecta no solo al modo en el cada una de las personas consumimos, sino también a la transformación del paisaje de los comercios físicos, a las relaciones laborales y al cambio de cultura que todo esto implica, sin embargo siguen existiendo las trastiendas y en ellas las de siempre siguen siendo explotadas.

Amazon vuelve este año con un evento cargado de novedades, más productos, más ofertas, más exclusivas, mas horas para consumir, pero nada para quienes empaquetan, gestionan, cargan y trasladan. Nada para dignificar los trabajos de su plantilla. Por eso importa que en estas 72h de huelga miremos de frente al conflicto de estas trabajadoras y trabajadores, nos reconozcamos en ellas, nos movilicemos con ellas y a ser posible contengamos la pulsión y el deseo de abrir la app o la web de Amazon. Cada compra que no hagamos es una pequeña victoria y un gesto de solidaridad. Empujemos para que este “Prime Day” se convierta en un “Fight Day”.

Sira Rego es responsable federal de Estrategias para el Conflicto de Izquierda Unida

1 Comment
  1. Feitor_de_Galicia says

    Yo no compro nada a empresas que explotan a sus trabajadores y no pagan los correspondientes impuestos. Multinacionales con base en burdeles fiscales? NO GRACIAS.

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