¿Adónde va la CUP?

  • A la izquierda independentista catalana no le convence el nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez
  • La llegada del PSOE al gobierno central no cambia casi nada y la vía unilateral sigue siendo el único camino hacia la independencia

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A la izquierda independentista catalana no le convence el nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez. Laia Estrada, portavoz de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), considera que el cambio de gobierno “es un cambio lampedusiano, que sirve para que todo siga igual”, por lo que la estrategia de la formación anticapitalista no cambiará: oposición al gobierno de Quim Torra (cuya investidura facilitaron con la abstención de sus cuatro diputados), movilización en las calles y prioridad a las elecciones municipales del año que viene.

“Defendemos una moción de régimen, no una moción contra el Partido Popular”, señala Estrada, que también es concejala en el Ayuntamiento de Tarragona. Critica que Sánchez haya elegido “a Josep Borrell para desinfectar Cataluña, a Nadia Calviño para garantizar el control de la ‘troika’ y a Fernando Grande-Marlaska para garantizar el orden y la ley”, considera que el nuevo presidente ha hecho “un guiño al PP y a Ciudadanos, no a los partidos que han apoyado la moción”. “La composición del gobierno nos ha dado la razón, sirve para blanquear el Régimen del 78”, sentencia Estrada.

Lluc Salellas, también portavoz de la CUP y concejal en el Ayuntamiento de Girona, define el cambio de gobierno como un “cierre del Régimen por arriba”, y señala como primera prioridad de la formación independentista “la movilización popular, no solo en el eje nacional sino también en el eje social, ecologista y feminista”. Además, reclamarán al gobierno catalán de Quim Torra que “aplique el mandato del 1 de octubre” y estarán “en la oposición a las políticas económicas” que plantea el ejecutivo de Junts per Catalunya, la última reencarnación de la antigua Convergencia.

Las elecciones municipales de 2019 son una prioridad para la CUP. “Vamos a desarrollar una propuesta anticapitalista que tiene que ver con la gestión a nivel más local”, afirma Lluc Salellas, “las elecciones municipales nos brindan una oportunidad para que los ayuntamientos visibilicen las luchas sociales y políticas”. La CUP nació como una alianza de candidaturas municipales antes de dar el salto al Parlament catalán en 2012 y, después de seis años de frenética actividad parlamentaria para impulsar el procés independentista, el ámbito municipal vuelve al centro de la estrategia cupaire.

Estrada, activista por la sanidad pública además de concejal, señala otras dos prioridades: el feminismo y las alianzas con organizaciones políticas y sociales de otros territorios del Estado español. El pasado 29 de mayo tuvo lugar la primera Asamblea Nacional de Mujeres de la CUP, un encuentro para “feminizar” la organización. “Defendemos un feminismo de clase con mirada interseccional”, precisa Estrada, “nosotras no lucharemos para que las mujeres puedan explotar en igualdad de condiciones con los hombres”. Además de reforzar el contenido feminista de la propuesta política de la CUP, la Asamblea pretende “promover la participación de las mujeres que son madres, colectivizando las tareas de cuidados, garantizar que la CUP es una organización segura para las mujeres y construir nuevos liderazgos”. La ponencia aprobada por la Asamblea de Mujeres será ratificada por el conjunto de la organización en otoño. No parece casualidad que este proceso se produzca después de la histórica huelga feminista del pasado 8 de marzo, aunque la Asamblea de Mujeres “no se crea de un día para otro, es una continuación de todo un trabajo que se hace desde hace tiempo”, señala Estrada.

Aunque la CUP mantiene su apuesta por la vía unilateral hacia la independencia, Estrada reconoce que estamos en un “nuevo ciclo político”, que “probablemente empieza el 10 de octubre, cuando se suspende la declaración de la República”. En este nuevo contexto, la concejala tarraconense destaca la importancia de las alianzas con “organizaciones y partidos que pongan en su día a día la lucha socialista, feminista, ecologista y por la autodeterminación de los pueblos del Estado”. De hecho, atiende a Cuartopoder desde Málaga, donde está participando en una charla del Foro de Debate Republicano junto a Oscar Reina, del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). Durante las intensas semanas de otoño, las movilizaciones independentistas y contra la represión fueron la prioridad de la CUP, hasta el punto que “se relegaron las cuestiones sociales”, como reconoce Estrada. Sin embargo, “no hay que olvidar que la independencia no es un fin en sí mismo sino una herramienta para un proceso constituyente”, señala. No todo el mundo comparte su análisis dentro de la CUP: para Lluc Salellas, la independencia es a la vez “un fin en sí mismo y una herramienta para el cambio social”.

A pesar de estas diferencias entre el alma socialista y el alma nacionalista de la CUP, parece haber un consenso en la izquierda independentista catalana: la llegada del PSOE al gobierno central no cambia casi nada y la vía unilateral sigue siendo el único camino hacia la independencia. Parece que todo ha cambiado en las últimas semanas en la política española y catalana, pero la CUP sigue instalada en la misma estrategia de desobediencia que hizo posible el referéndum del 1 de octubre… pero no consiguió la proclamación efectiva de la República Catalana.

2 Comments
  1. florentino del Amo Antolin says

    El todo o nada, núnca es aconsejable. Los maximos, tampoco, hay gamas por explorar y virtudes que proclamar. Hay que buscar la empatia, en cualquier parte del território, para tejer complicidades y armar una ofensiva de calado transversal y exportable; homologando el pensamiento haciendo el discurso menos agresivo y más modulador. La CUP, puede y debe hacer su politica, otra cosa será quienes la recibamos… ¡ Vuestro papel es de democrátas !.

  2. ninja45 says

    Hablan de respeto, de concordia, de coherencia, de democracia,
    de entendimiento, de paz social, de acabar con la división entre
    catalanes, de legalidad, de justicia, pero están de acuerdo en
    encarcelar a nuestros representantes políticos por sus ideas,
    mientras fascistas y corruptos campan a sus anchas. Olé por la
    Abogacía del Estado de Desecho, la Fiscalía que ·»afina», la
    Injusticia Española y el Tribunal Inconstitucional. Olé también
    por un Partido Podrido que tapa sus vergüenzas maltratando y
    humillando a los catalanes que no piensan como ellos con sus
    esbirros en la judicatura, por unos Socioslistos que son cada
    día mas irrelevantes, han perdido el norte y están de acuerdo
    con la aberración del 155 y por unos Ciudadanos a los que les
    encanta que sus neonazis vayan apaleando gente indefensa por
    querer votar o protestar en la calle, se increpe a periodistas
    o educadores y se hagan destrozos. Esto es un «golpe de estado»
    desde dentro para tapar la inmensa corrupción y sinrazón que les
    corroe. La violencia feroz e indiscriminada de un exGobierno
    corrupto y sus secuaces en los tribunales hacia nuestro «Govern»
    legítimo y nuestra gente es intolerable y lo que es realmente
    alucinante es que se achaque de violentos a los independentistas
    cuando a todas luces no es verdad. Si me pegan, me divorcio.
    Bravo por la Cup. Som República !!*!!

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