Sara, una mujer entre pelotas

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Sara Carbonero, en una foto del 25 de junio. / A. Estévez (Efe)

Los directivos de Telecinco, que no tienen un pelo de tontos, saben que la televisión es ante todo espectáculo y que eso de las esencias del periodismo está muy bien para las conferencias y las universidades pero que a la hora de la verdad queda mejor una cara guapa con un micro, diga lo que diga y lo diga donde lo diga, que alguien con un vasto currículum cuyo libro de cabecera es el código deontológico de su asociación de prensa.

Por esta razón tan prosaica los ejecutivos de la cadena de Fuencarral ya le han birlado a la Sexta, cuyo departamento de recursos humanos tiene muy buen gusto pero poco dinero, dos profesionales brillantes, jóvenes y guapas. Primero fue nuestra admirada Pilar Rubio, que ahora entretiene a la audiencia más procaz con los niños más precoces, y después Sara Carbonero, una periodista de voz grave, labios de mulata y ojos verdes a la que le gustan tanto los deportes que, ya con la nómina de Mediaset, su joven y ambicioso corazón le llevó hasta los brazos sin guantes de Iker Casillas, a la sazón, portero del Real Madrid y de la Selección Española de Fútbol.

La chica levanta pasiones entre mucha gente, sobre todo entre la audiencia futbolera, que para eso la han fichado, luciendo palmito y entrevistando al personal con micrófono en ristre por los campos del señor, ahora en Sudáfrica a propósito del mundial de fútbol. Algunos le atribuyen un poder infinito en la selección por su ascendencia sobre su novio, tanto que si España llega a perder en la primera fase sin llegar a octavos la habrían quemado en la hoguera si hubiesen podido por calentar los sueños de Iker y distraerlo de su trabajo en la portería. Un periódico con la solera y el prestigio de The Times ya bramaba contra ella cuando la selección española perdió contra la de Suiza en su primer partido.

La portada de The Times.

Y en estas andábamos cuando el veterano, incauto y omnipresente presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, prendió definitivamente la llama de la polémica al asegurar en un curso de verano de la UIMP en Santander, titulado Mujeres y Medios de Comunicación y patrocinado por la Dirección General de la Mujer de la CAM, que Sara debía ser mejor periodista y no mezclar lo personal con lo profesional situándose en otro lugar que no fuese tras la portería de su novio -suponemos que para evitar el morbo y el plano que han sacado todas las televisiones y la foto que han publicado todos los periódicos- ignorante de que es la FIFA la que asigna las zonas de trabajo a los periodistas que transmiten los encuentros por televisión, como hace Telecinco.

La prensa más zafia, y la otra también, se hicieron eco de la polémica, algunos informando de manera tan ambigua que no sabías si Urbaneja había metido la pata o había sugerido con gusto exquisito una candidata al concurso de bellezas deportivas del mundial. Ah, claro, era La Razón, que en algunas secciones mantiene aún la impronta de quien la pilotó en sus primeros bostezos, un gran periodista que derivó en académico de cuota y jurado de Miss España. También echaron leña al fuego los distintos medios de la Intereconomía de Julio Ariza, que parece que no tienen mucha estima a Urbaneja. Y hasta Rajoy perdió su flema y dijo que si perdía España no sería por Sara.

Metidos hasta la cintura en el barrizal de la polémica el olor de la sangre ha atraído a los tiburones de dientes más afilados, que se han aprestado a llevarse su trozo del cadáver. Y así, antes de irse de vacaciones, ha llegado la reina de las mañanas, Ana Rosa Quintana, -que fue miembro o miembra de la junta directiva de la APM y ahora es una diva, productora (Cuarzo) y gran señora que sabe mucho del corazón- a defender a su compañera, congénere y eventual colaboradora calificando las palabras de Urbaneja de machistas e impresentables.

El último giro, hasta el momento, de esta surrealista historia de pelotas lo han protagonizado los mariachis de Urbaneja, los miembros de la junta directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid, que han lanzado un comunicado defendiendo las opiniones de su jefe y revelando una trama conspirativa contra él.

Mientras tanto los directivos de Telecinco se frotan las manos con la polémica, sabedores que aumentará la audiencia de las retransmisiones del mundial al atraer a sectores más aficionados al corazón que al fútbol y ayudará a amortizar el cheque que pagaron por la joven toledana de 26 años, 25 entonces.

Si no ganamos nos habremos divertido con la dialéctica de los adalides del periodismo y el feminismo, si lo hacemos, puede que Carbonero haya tenido algo que ver, ¿o no? Ya veremos y ya nos lo dirán, seguro. Y si así fuese, ya que la FIFA no introduce medios de arbitraje electrónicos, puede ser recomendable para los equipos que los futbolistas viajen con sus mujeres, novias o amantes, por orden, para aumentar su rendimiento. Yo, por si acaso voy a leerme el código deontológico de la FAPE, que no tengo los ojos azules ni novia famosa. Aunque por lo menos ya tengo el carné.

4 Comments
  1. Icoman says

    D. Pascual, la Carbonero es un bellezón con unos ojos de infarto aunque algo baja de pesaje (y eso que la tele engorda). De todos modos me quedo con la paraguaya Larissa Riquelme quien promete despojarse de sus ropas si eliminan a la roja. No creo que suceda aunque si ocurre promete ser un gran espectáculo!! http://algoentremanos.com/larissa-riquelme-la-animadora-mas-sexy-de-paraguay-en-el-mundial-de-futbol/

  2. MULTIVAC says

    Esta Señorita, aparte de muy guapa, era, y es, periodista deportivo desde sus inicios… el circo mediatico que se ha montado a su alrededor, solo la perjudica a ella… Lo de Telcinco ya se sabe, si se entra en esa casa a que se va (Solo hay que ver el papelon de los colaboradores de nuestra amiga A.R.)… y lo de Urbaneja, debió meditar (por la responsabilidad institucional de sus palabras), ya que, han sido un menosprecio a la periodista (acusandola de objeto, sin calibrar, y desconocer, la normativa FIFA)….
    Lo de Larissa, por desgracia, nadie podra verlo…. al menos por ganar a España (aunque se intuye una portada revistera)

  3. celine says

    Sí que parece un poco machista toda esta historia.

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