El grupo editor de revistas G + J acaba el año 2010 como terminó el 2009, despidiendo trabajadores. Si en el año 2009, salieron ciento ochenta personas de las tres empresas del grupo, a través de expedientes de regulación de empleo, ahora han sido 23 las personas de las que se prescinde.
G + J pertenece al grupo de comunicación Bertelsmann y en España está dividida en tres empresas: G+J España, que edita, entre otras revistas Muy Interesante, Marie Claire, Mía o Ser Padres, Motorpress Ibérica, que edita revistas dedicadas al motor y al ocio, Autopista, Motociclismo, Runner’s World y la tercera empresa GPS, una joint venture de las anteriores, que se dedica a su comercialización, gestión de publicidad y administración.
No sólo se despedirá a los trabajadores sino que se dejarán de editar tres revistas, Muy Junior, Maxi Tuning y Relojes & Estilográficas. Según los representantes de los comités, ninguna de las empresas ha registrado pérdidas en los últimos ejercicios, aunque sí es cierto que los beneficios se han moderado y ésta es la explicación que ha dado la dirección para los despidos, alegar que el sector de edición de revistas está experimentando un descenso constante y continuado en la venta de ejemplares y los ingresos por publicidad y que estos ajustes lo que hacen es colocar a la empresa en una situación más ventajosa, para cuando la situación económica mejore.
La dirección ha ofrecido a los trabajadores de una de las cabeceras que cierran, Maxi Tuning, su compra y posterior explotación a través de un plan de negocio que la propia empresa les ha diseñado. Ese sistema ya lo han utilizado anteriormente con otra revista que cerró y los periodistas que trabajaban en ella han seguido publicándola.
El ajuste no se ha quedado sólo en el cierre y la reducción de plantillas. Las empresas están negociando, en estos días, el convenio colectivo y lo único que piden es mantener, al menos, las condiciones actuales. La propuesta de la dirección es congelar los salarios durante 2011 y 2012 y una subida para 2013 inferior al IPC, además de recorte de vacaciones, beneficios sociales y, en el caso de GPS, suprimirles la paga de antigüedad. A cambio de este empeoramiento de las condiciones económicas, no ofrecen ninguna contraprestación.
Son sátrapas.