En las profundidades de la tierra de promisión

El cine, como la vida, a veces es circular. Algunas de las aventuras que vemos o de las historias que nos pasan parecen repetirse cada cierto tiempo. Hace dos años descubrimos una joya que pasó inadvertida para el común de los espectadores. Se llamaba Frozen river y contaba la historia de una mujer llena de coraje y dignidad que debía mantener a sus dos hijos y pagar las letras de la nueva caravana que habían comprado para vivir, pues su marido se había largado con el dinero. De paso nos mostraba unos Estados Unidos marginales y empobrecidos y bastante alejados del esquema simplista de opulencia y promisión que conocemos por la publicidad, el cine o la televisión.

Hace pocas semanas se ha estrenado en España otra de esas películas estupendas, pequeñas y casi desconocidas que tiene bastantes elementos en común con aquella y que gracias al Festival de Sundance, donde ganó los premios del jurado y al mejor guión, obtuvo cuatro merecidas nominaciones a los Oscar de este año, de los que por supuesto se fue de rositas, mejor película, guión adaptado, actriz (Jennifer Lawrence) y actor de reparto (John Hawkes), se llama Winter´s Bone y no se la deben perder.

La película nos adentra de la mano de otra mujer brava, en este caso una adolescente, en la Norteamérica perdida de montes nevados, música country, chatarra amontonada en vallados, perros hambrientos, juguetes destartalados, caballos huesudos, columpios oxidados, niños sucios, frío… y una miseria moral, reflejo de la real, de la que solo se puede escapar mediante el viaje, real o psicodélico.

Nos cuenta la aventura desesperada de una hija en busca de su padre, quien ha desaparecido después de salir de la cárcel entregando como fianza la casa familiar y el bosque adyacente. Si no se presenta a juicio en dos semanas le será embargada y subastada dejando en la calle a la joven, a sus dos hermanos pequeños y a su madre psicótica.

En esa búsqueda casi desesperada de información entre vecinos, familiares y conocidos para saber el paradero de su padre irá descubriendo secretos tenebrosos sobre intereses perversos, tráfico de drogas, crímenes y delaciones ante los que se habrá de enfrentarse sólo con su fortaleza y determinación.

Con una puesta en escena casi documental y una excelente fotografía, Debra Granik, la directora, ha recreado una atmósfera opresora de deseos bastardos en la inmensidad de las montañas, y a través de la mirada de esta niña fuerte nos  muestra el futuro desolador que le espera a ella y sus hermanos en esa comunidad de derrotados arragaida con fuerza en unas tierras yermas en el país de las oportunidades.

Magníficamente protagonizada por Jennifer Lawrence en el papel de adolescente, cuenta con actuaciones brillantes como la de John Hawkes, el tío, y un plantel de actores de segunda fila que consiguen interpretaciones sobresalientes de una galería de personajes duros y sobrevivientes que transmiten ese miedo helador que sólo dan los perdedores.

Winter´s bone es la sorpresa de este año. Una película que se mueve entre un thriller rural y un western decadente que hace un relato descarnado de unas personas abandonadas a su aire por el Estado, ambientado en un país de opulencia que no reconocemos y que bien podríamos confundir con ciertas zonas de Rumanía o de Polonia, por poner ejemplos de dos países exsoviéticos y ahora europeos, si no fuera por ciertos iconos genuinamente americanos como el sheriff, el banjo, los sombreros tejanos y el alistamiento en los marines como alternativa desesperada a un futuro sin esperanza.