El Opus Dei ya tiene película para su santo

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Si alguien me dice hace años que el director de La Misión o Los gritos del silencio iba a hacer un día una película para ensalzar rozando el paroxismo los primeros años de la figura difusa y ambigua del cura barbastrino José María Escrivá de Balaguer, que alcanzó la santidad por obra del mayor hacedor de santos que ha dado la Iglesia, Juan Pablo II, le mando a freír espárragos, por utilizar una expresión antigua como algunas de las ideas del Opus Dei, esa prelatura personal de ámbito universal fundada por él -adivinen quién le otorgó esa condición- que se ha convertido en la Obra a secas y que preconiza encontrar la santidad en las pequeñas cosas, entre ellas la enfermedad y el sufrimiento extremo: que se lo digan a Alexia, la niña que inspiró la aterradora película Camino, de Javier Fesser.

Pero sí, un grupo de simpatizantes del Opus Dei directamente y a través de fondos de inversión -que antes tentó sin éxito a otros directores- le ha puesto 36 millones delante, le ha ofrecido la coproducción –Antena 3 ha adquirido los derechos para TV-, y Roland Joffé se ha dejado caer en la millonaria tentación y se ha convertido en el hagiógrafo cinematográfico de la juventud del fundador del Opus Dei. Asumió un guión que concibió la consultora de guiones y especialista en temas cristianos Barbara Nicolosi reescribiéndolo después, alterando la estructura, añadiendo personajes y manteniendo –imaginamos- los temas medulares tales como la figura de José María Escrivá, y se ha marcado una película que argumentalmente hay que coger por las hojas -como los rábanos a veces-; es decir, por el mensaje que lanza a todos aquellos que no conozcan de primera mano nuestra guerra civil ni la historia de este cura de Barbastro, que es como decir casi todos los públicos del mundo y gran parte del de España.

Encontrarás dragones –pongo el enlace a la Wikipedia porque el viernes antes de su estreno ya estaba redactado en toda su extensión- es un acto de propaganda intrínseco disfrazado de melodrama bélico al que se ha prestado sin miramientos, y no sabemos si con plena consciencia, el director británico, y en el que la figura de José María Escrivá podría haber sido sustituida por la de cualquier otro español simpatizante de los alzados, aunque ni siquiera fuese cura, sin alterar un ápice su esencia narrativa excepto en los momentos de apariciones marianas y otras excentricidades finales, que imaginamos son parte del peaje que ha tenido que pagar Joffé para seguir con el proyecto, a no ser que se haya caído del caballo como San Pablo y se haya convertido de repente.

Tiene una estructura en forma de flash back y nos cuenta la vida de dos hombres que fueron amigos de infancia antes de la guerra civil, el descreído y atormentado padre del periodista que investiga la figura de José María Escrivá a propósito de su muerte, y el propio José María. Durante el relato vamos descubriendo sus distintas posturas frente a la guerra y las calamidades que sufrió cada uno durante ella, hasta que el narrador, que es el padre del periodista en su lecho de muerte y se llama Manuel –ya saben, Dios con nosotros-, nos revela su secreto mejor guardado y el origen de su desasosiego mientras se le aparece el espíritu de José María.

Si se hace un esfuerzo intelectual y una gran abstracción de la realidad se puede decir que esta película de factura preciosista y muy bien interpretada, aunque con algunas piruetas innecesarias con la cámara y un planteamiento ofensivamente esquemático de la guerra civil, se acerca con cierta solvencia narrativa y formal a temas universales como el perdón, la reconciliación, el amor, la amistad, la muerte, Dios, etc., pero como nosotros no somos muy listos no podemos dejar de verla como un intento muy inteligente de extender la figura edulcorada de José María Escrivá de Balaguer entre todos los públicos del mundo, reinterpretando su biografía temprana para forjar un héroe pleno de bondad de un cura avispado y quizá algo machista al que un día hicieron santo.

Y a los de la Obra eso de reinterpretar y reescribir se les da muy bien, porque han conseguido modificar hasta el santoral para tener nombre propio: ahora el famoso cura barbastrino se llama Josemaría. Así, todo junto. No como Aznar, que es separado, ni como el Tempranillo, que lo era también.

Suponemos que Roland Joffé, si consigue recuperarse de la caída del caballo, nos ofrecerá algo mejor y menos controvertido cuando haga caja con esta película, que este fin de semana se ha quedado la cuarta con una recaudación de 870.000 euros - 937.863 según uno de sus productores en twitter (@IgnacioGGancha)-, pero lejos aún de la inalcanzable Torrente 4 aunque pisándole los talones, pues es el segundo mejor estreno español de este año. Ah, y le deseamos que no tenga tantas dificultades para encontrar actores que la protagonicen como ha tenido en España con ésta.

8 Comments
  1. MULTIVAC says

    Bueno, la primera fácil: con 36 millones de Euros cuánta ayuda se puede dotar al tercer mundo?. Vale vale, otra más fácil, si ponen 36 Millones en publicidad ¿cuánto tienen?… bueno, por lo demás, si la veo, inetntaré pensar que estoy viendo un «peli» de aventuras, xq como intente ver una pelicula «histórica»… me hago del Opus…. lo que me deja perplejo es que sea el Director de La Mision, o no me enteré, o esa peli la entendi mal, precisamente esa pelicula era un ataque, indirecto, a las jerarquías eclesiástica frente a aquellas Teologías (de la liberación) más cercanas a la gente de los pueblos

  2. Plap says

    Reconozco que te has currado la página, pero ¿de cine? sólo en el 4º párrafo se lee algo. Qué pena que tantos profesionales reconocidos (director, fotografía, vestuario, música,…) no te hayan preguntado antes ¿no? ¿De verdad que su trabajo no te dice nada? Pena da ¿no? Pero claro, ¿quién crtitica al crítico? Por lo menos yo. Háblanos de cine, que de eso sabes un rato, y déjate de otras historias…

  3. Thermidor says

    He visto la pelicula y me ha parecido magnifica. Las escenas de profanacion de templos, resultan dramaticamente familiares para cualquiera que siga la actualidad universitaria. Desde luego da una visión incomoda (para algunos) y poco convencional de nuestra guerra civil ¡ya era hora!
    Recomiendo encarecidamente la pelicula a cualquiera que quiera desintoxicarse del «political correct» zapatista.

  4. an mnora says

    Hay que ser libre y verla sin prejuicios hispano-cainitas: Qué peliculón.

  5. María says

    Se salva el 5 párrafo, lo demás no huele a cine… huele a grasa rancia. Siglo XXI, colega…

  6. Eulalio says

    Comparto tu comentario MULTIVAC, pero es que la caída del caballo de este agnóstico declarado ha debido de ser sobre unos cuantos millones de euros…

  7. Aguila says

    Si el “santo apostol” CHE tiene peliculas que lo proyectan en la santidad, no veo ninguna razón por lo cual Josemaria Escriva no pueda tener su película. Naturalmente la oleada roja no quiere que se presenten sus extremismos y crímenes que dieron al traste con la republica. Que aprendan a ser tolerantes y los rojos de nuevo cuno que dejen a la gente practicar su religión.

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