Pasé por la Puerta del Sol de Madrid para ver cuánta gente se había reunido y hube de sortear a un grupillo que, sentados en el suelo, se preparaban para el botellón de los jueves por la noche. Pensé, “vaya hombre, ya la van a fastidiar los memos de siempre. Por este grupo de insensatos la van a pagar todos los demás”. Y me fui a la cama resignada a dormir con esa agria impresión de pre-fracaso. Debilidad.
Pero no pude dormir. De modo que pegué los ojos a la pantalla del ordenador, rastreando noticias por todas partes: el directo que ofrecía cuartopoder.es y la búsqueda compulsiva en la red me fueron confirmando que los indignados han sabido organizarse y poner orden, salvaguardar, en suma, el valioso esfuerzo en el que están. Con palabras, han ido trabajando para convencer a los que querían exhibir pancartas políticas en la jornada de reflexión, a los sedientos que querían juerga de jueves y viernes, a los amantes del río revuelto, quemados ya para emprender ninguna batalla. Resolución.
Los Indignados tienen comités de acción, para barrer la plaza, recoger basuras, ordenar trastos, repartir la comida, el agua, lo que haga falta. Comités de respeto, para evitar las zarabandas provocadoras, las soflamas insultantes. Por la megafonía, han organizado pequeños actos informativos, divulgativos, culturales en carpas improvisadas. La sensación de que cualquiera que quisiera decir algo podía hacerlo con la única censura de su propia sensatez. Confianza.
Los Indignados han sabido exportar el buen producto que están construyendo con trabajo y con fe en el futuro que pueden ellos forjarse. Emociona constatar lo bien que lo han hecho, la difusión que se ha multiplicado geométricamente por todo el mundo, como cuenta Luis Díez en cuartopoder. La confianza está con ellos, la confianza y saber que es justo lo que reivindican; eso y la generosidad de hacerlo para los demás, no sólo para sí mismos. Como dice Herta Müller, retorciendo la frase de Pablo de Tarso, “que cada cual aguante el peso del otro”. Solidaridad.
Me emociona lo bien que lo han hecho. Que hayan sabido renunciar al romántico ideal revolucionario clásico, tan poco productivo, tan contraproducente. No es que vaya yo ahora a desprestigiar la memoria del 68, pero es que este otro mayo, el del 2011, me parece superior, primero, por ser contemporáneo, segundo, por su concentración en perseguir una meta clara, lo que le aparta de la pura poesía revolucionaria. Esa queda en los corazones, íntimamente arrullada. Algún cincuentón ha comentado que estos chicos son demasiado ordenados, poco revolucionarios. Quien dice eso no sabe lo que supone, de verdad, una revolución. Tras el 68, las aguas volvieron a su cauce, tras aparentes pasos de gigante: las sociedades occidentales recularon, porque la codicia hace recular con gran facilidad, como una cinta de goma estirada al máximo, vuelve más deprisa aún a su primer estado, fofa y pequeña. Preparación.
Por eso, y por mucho más que me siento incapaz de expresar sin que mis palabras queden muy por debajo de su ejemplo, me uno de corazón y mente a esta generación espléndida de españoles que están hablando a favor de mejorar nuestro pobre país maltratado desde tiempos inmemoriales, y lo que es más, de sacudir la democracia -adormecida en favor de los depredadores - para que resurja renovada, fresca. Hasta la próxima vez, ya que de eso se trata. Convencimiento.
Capítulo aparte, la prensa. La cicatería de los que persiguen otras metas, los que han olvidado por qué se hicieron periodistas cuando eran jóvenes, a los que este movimiento ha pillado con el culo al aire. A mí me ha enseñado a leer mejor los titulares, y a leer entre líneas, como hacía tiempo que pensé que ya sabía. Sí, jornada de reflexión, o mejor, jornadas de reflexión, muchas, las que haga falta. Todas. Lección magistral.
Mágnifica exposición de un hecho espontáneo que ha movido a la juventud a unirse y que los ha hecho pensar.
Estaba preocupada al verles apáticos ante la vida, encerrados con sus video juegos.
Hay unas claves al final de cada párrafo: debilidad, resolución, confianza, solidaridad, preparación, convencimiento y lección magistral, que deseo de corazón se graben en los jóvenes y los no tan jóvenes que hemos pasado por Sol.
disculpad, fallo tipográfico:
http://www.mymoneyshot.blogspot.com
muchas gracias!
Me preocupa que esto se termine apagando, que se diluya en el tiempo antes de conseguir los cambios perseguidos
¿Y cómo no ser «resolutivos, confiados, solidarios, preparados y convencidos» si no hacemos más que seguir formándonos ante la falta de empleo y seguir sacándonos las castañas del fuego (las nuestras y las de los nuestros), sabiendo y confiando en que sólo luchando por salir adelante lograremos finalmente en un futuro mirar hacia atrás y estar orgullosos de quienes fuimos, de quienes somos?
solamente le encuentro una pega a este artículo: no solamente los españoles estan manifestando su indignación en Sol y en las otras plazas españolas, hay pluralidad demográfica igual a la que existe en este Estado, por tanto también se pueden encontrar inmigrantes.
Además el efecto contagio que se esta dando en el mundo, ha sumado otras nacionalidades.
Desde donde estes José Antonio Labordeta, necesitariamos volver a oir tu voz, reclamando justicia social, libertad y tu pasión por el pueblo digno «Habra un día que al levantar la vista queremos una tierra que ponga libertad»
Yo también estoy emocionado y encantado. Al principio pensé..´»habría que decirles… cuidado con…veras como les ponen la trampa y caen…», ahora pienso que tengo más que aprender de ellos de lo que creía. Sólo espero que la «ceguera» de los políticos y de gran parte de la prensa desaparezca en un acto de humildad.
Mientras tanto servidor agradecido, rejuvenecido y emocionado… muy emocionado.
Hola,
Aquí dejo unas fotografías de la concentración llevada a cabo en Bruselas el 21 de Mayo.
http://borjalazaroherrero.com/blog/?p=1465
Esto no tiene que quedarse sólo en esto. Ahora con estos resultados hay más razón para seguir.
Estoy alucinado. Viva la democracia: una persona, un voto a la mierda. Que desmantelen el estado de derecho porque 100000 (soy generoso?) iluminados nos hagan ver la luz. Vaya demagogia, tela marinera, etc. Una pandilla de extremistas, que parece ser tienen la solución a todos los problemas. Qué bonito. Les recuerdo que estamos en democracia, DE-MO-CRA-CIA, y si quieren curarse de utopías, asistan a una junta de vecinos y verán lo mejor del ser humano. Puajjj.
Alucinado, tómatelo con calma: observa, escucha y cavila, home; algo bueno habrá de salir de ahí.
Que Dios me libre de Losantos porque si los alucinados volaran tendríamos borrasca crónica.