Otro cierre de periódico, esta vez en Galicia

Galicia Hoxe, único periódico de pago en gallego que se editaba en papel, no está en los kioskos desde ayer. El pasado viernes, la dirección del Grupo Correo, propietario del diario, anunciaba a sus trabajadores que, el martes 28 de junio, saldría por última vez. Las causas, como ha ocurrido en todos los cierres de medios, son económicas. El periódico tenía una difusión muy discreta, entre 2.500 y 2.600 ejemplares diarios, y ni siquiera estaba auditado por la OJD pero, según su director Caetano Díaz, "había conseguido ser muy visible y tenía más influencia en la sociedad gallega de lo que por número de lectores le correspondía, siendo influyente en el mundo de la universidad, la Administración y los líderes de opinión".

Desde el medio se apunta directamente a la Xunta como responsable del cierre, al haber reducido a la mínima expresión las subvenciones que recibía. "En Galicia nadie sobrevive si no es con la ayuda de la Xunta" sostiene Díaz, "el sistema de subvenciones a los medios es válido en el resto del mundo civilizado, menos en España. Siempre hemos defendido que los medios de comunicación social trascienden al negocio puro y duro, porque tienen una función social básica y por ello tienen que existir ayudas, pero tienen que venir a través del Parlamento, con un criterio de ecuanimidad".

En una carta publicada ayer en el periódico, el consejero delegado del Grupo Correo, José Manuel Rey, se queja amargamente de los escasos fondos que el gobierno de Nuñez Feijoó destina a la lengua gallega, frente a la posición que han tomado otras autonomías con lengua propia como Euskadi o Cataluña

El periódico tiene una versión digital, que se considera bastante potente en Galicia, www.galiciahoxe.com posicionada entre las tres primeras de la comunidad. Esta va a continuar, al menos de momento, porque tampoco tiene muchos medios para su subsistencia.

Los 19 trabajadores, entre periódistas y filólogos, han sido despedidos "con la indemnización máxima y con el compromiso por parte de la empresa de que las vacantes que queden en el grupo y cualquier puesto nuevo que se genere serán cubiertas por ellos", explica el director. Parece que la mala situación era conocida por todos aunque el Grupo Correo no ha querido que se prolongara por más tiempo, al no tener ningún futuro.

Los trabajadores de todo el Grupo Correo soportan un ERE temporal desde diciembre de 2010 y por un período de dos años, en el que trabajan tres meses y el mes siguiente son despedidos y cobran la prestación por desempleo. Ellos no tienen muy claro que la situación económica fuera mala, porque nunca han recibido datos concretos. "Nosotros votamos a favor del ERE porque nos decían que teniamos que apoyar al medio, que de ese modo recibiríamos nuevas ayudas parar poder continuar. Sufrimos una bajada de sueldo y pérdida de prestaciones y días libres, pero con la promesa de que no se iban a producir despidos, aunque todo fue de palabra, nunca conseguimos que se pusiera nada por escrito" se queja un trabajador. También consideran que escudarse únicamente en la pérdida de las subvenciones no es suficiente y que probablemente la empresa podía haber hecho más por este medio, aunque sí que reconocen la falta de interés del nuevo gobierno de la Xunta por la defensa de la lengua gallega.