El grupo Vocento despide a Vargas por su mala gestión

El grupo Vocento enviaba ayer una nota de prensa a los medios, en la que anunciaba que José Manuel Vargas había presentado ante el Consejo de Administración su dimisión como Consejero Delegado, cargo que ocupaba desde el año 2008 y que ha compaginado con el de Consejero Delegado de ABC, por motivos personales.

Sin embargo hace tiempo que era un secreto a voces que el resto del Consejo de Administración quería la marcha de Vargas, cuya gestión en estos tres años ha sido nefasta y que el anuncio de la renuncia ha sido pactado con la empresa a cambio del cobro de un jugoso finiquito. Si bien es cierto que la coyuntura económica no ha ayudado mucho en su labor y que la crisis se ha instalado permanentemente en el sector de los medios de comunicación, la realidad es que las cifras de Vocento no son buenas: el resultado contable del año 2010 arroja unas pérdidas de 9.672,00 euros y una deuda de 120.628.000 euros. Los resultados del primer trimestre del 2011 informan de una bajada en la venta de ejemplares de 3,6%  y una pérdida de ingresos por publicidad de 3,4%. La reducción en un 25% de la plantilla en el período 2008-2010 parece que no ha sido suficiente para mejorar los resultados del grupo.

Para los trabajadores, el balance de la gestión de Vargas es totalmente negativo. Entienden que ha querido utilizar ABC como plataforma política, además de lanzarse en una gestión basada en los regalos y las locas promociones, en un intento desesperado por alcanzar a El Mundo, que ha descuidado las cabeceras regionales o que durante su mandato se han ido a la calle cerca de 1.000 personas. Solamente en el diario ABC se ha despedido al 50% de la plantilla, sumando el ERE del año 2009, que supuso la salida de 208 personas, más los 20 despidos del año 2010 y los 40 que ya han salido en este año. Los profesionales consideran que Vargas nunca ha estado capacitado para dirigir un grupo de comunicación porque no le da ningún valor al trabajo de los periodistas. A los despidos se han unido otras medidas igualmente graves, para un periódico de la calidad de ABC, como es  el cierre de todas las corresponsalías, excepto Londres y Washington. La cobertura de esa información se pretende hacer bien con los mismos corresponsales, ahora convertidos en colaboradores, sin vinculación laboral con el periódico o con colaboradores esporádicos.

Por su parte, el sector audiovisual también ha sido un fracaso. La plantilla considera que La 10 ha sido una apuesta arriesgada, que sacrificó otras cadenas de televisión pequeñas, que dependían de cabeceras locales y que no ha conseguido ni siquiera llegar al 0,5% de cuota de pantalla. Durante el verano no va a emitir nada de producción propia y los trabajadores temen que después del verano eche el cierre, como ha hecho Unidad Editorial con Veo7.

En cuanto al futuro en la dirección del Grupo, aunque en la nota de prensa se dice que será el presidente Diego del Alcazar, quien lleve a cabo las labores ejecutivas,  lo cierto es que éste siempre ha tenido una función meramente representativa y parece que será alguien de fuera quien se encargue a partir de ahora de la dirección.