Reyes Barba Gil *
Tras haber visto lobos y elefantes marinos, pingüinos de magallanes, maras y zorros, entre otra fauna en Península Valdés, decidimos contratar una excursión para observar a la ballena franca austral. Ver el baile de colas, cuerpos y cabezas con que nos deleitaron estas moles fue todo un espectáculo. No sabíamos a que ballena acudir para sacar fotos, no nos dejaban irnos, se nos hizo de noche y llamaron de capitanía preocupados por si nos había ocurrido algo y ordenando a la tripulación que regresáramos inmediatamente. Solo me queda decir que ver a estos animalitos tan enormes, y a la vez tan dóciles y simpáticos, es algo conmovedor.
¡Qué emocionante debió de ser estar tan cerca! Para no olvidarlo nunca. Afortunada.