¿Vivir del cuento?

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El respiracionismo es una práctica bastante desconocida en el mundo occidental que consiste en no comer nada durante días, semanas e incluso años. Está bastante extendida entre los ascetas y místicos, sobre todo en oriente, aunque también en occidente hubo un santo católico, Nicolás de Flüe , patrón de Suiza, que vivió durante años solo de las hostias que comía en su retiro. Este santo y sus costumbres culinarias son el detonante del documental Vivir de la luz, una película que nos acerca a este extraño fenómeno.

Dirigida por el desconocido P.A. Straubinger, cuenta este filme austriaco con la garantía de un productor solvente y atrevido, Helmut Grasser, quien sufragó el terrorífico documental Nosotros alimentamos el mundo,  sobre la producción de alimentos y el despilfarro de comida en este planeta desigual, y Vamos a forrarnos, sobre la especulación de los mercados con el dinero -los inversores, dicen-, dirigidos ambos por Erwin Wagenhofer.

La realización es un poco confusa, a base de entrevistas, búsquedas en la red y reflexiones, y el montaje algo caótico, pero en general resulta interesante seguir las argumentaciones de los personajes que aparecen en la pantalla, bien opinando, bien contando sus propias experiencias, muchos a favor y pocos en contra. Hay profesores de universidad, médicos, chamanes, visionarios, nutricionistas, pirados, gente normal, hasta un premio nobel….

Y para apoyar las teorías se muestran experiencias reales. Un joven trata de someterse ante la cámara a la disciplina respiracionista durante unos días, y las universidades de Basilea y Praga y un hospital de la India sometieron a observación científica a algunos practicantes de este manera tan frugal de comer. Los resultados no quedaron demasiado bien explicados y eso es precisamente lo que hace que mantengamos nuestro recelo sobre el respiracionismo.

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La realidad es que el director ha tenido demasiada prudencia para no tomar partido y ha dejado demasiadas zonas oscuras que al terminar la película hacen que sigamos con las mismas dudas que teníamos antes de verla. Es posible que haya gente que pueda vivir sin alimentos sólidos -desde luego no sin líquidos y nutrientes añadidos- e incluso con una cantidad insignificante, como el chamán indio que sale y personas con las funciones vitales reducidas dedicadas a la contemplación, la reflexión o la búsqueda espiritual, pero no que alguien normal pueda vivir del aire o de la luz simplemente, como si de una planta se tratase. A mí no me han convencido.

Si esto fuera cierto, quizá sería interesante que la ONU enviase a África especialistas en respiracionismo en vez de alimentos. Y probablemente la anorexia sería una enfermedad desconocida. Lo que sí que parece claro es que se puede vivir del cuento, como varios de los personajes que salen en la película, entre ellos, Elen Greeve, conocida como Jasmuheen y autora del libro Vivir en la luz, la nutrición pránica, traducido aquí de manera efectista como Vivir de luz, la alimentación del próximo milenio.  Pues eso.

 


6 Comments
  1. hook says

    Puede que sea posible vivir sin comer, tambien sin follar. Pero seguro que la vida será un asco.

  2. lobito bueno says

    Es posible si lo consideramos ciencia ficción,pero creo que es una estafa más de los medios de comunicación.En lugar de estas patochadas podían hacer algo para salvar a alguien de la muerte por hambre que es cruel

  3. Noa says

    Para opinar a favor o en contra, mejor es ver la película y no reducir todo a un simple «me lo creo» o «no me lo creo». En ningún momento se dice que se pueda vivir sin comer ni beber y ya está, de hecho, los que así lo intentaron, no han sobrevivido, y no tiene nada que ver con el hambre en África. Es cierto que muchos aprovechan el tirón como la australiana autora de «Vivir de la luz» para intentar hacernos creer que esa cara de flipada la consigue sin comer, beber, follar y tomarse unas cuantas drogas alucinógenas, pero otras muchas personas han sido capaz de hacerlo sin afán de lucro y por supuesto siempre con un duro entrenamiento y unas disciplinas que no creo que puedan tener muchas personas, por eso sólo unos pocos lo consiguen.

  4. icoman says

    Estoy de acuerdo con hook, vaya coñazo de vida perderse un buen entrecot,merlucita ó tarta de queso.
    Que sosos.

  5. sor citroen says

    no tengo tiempo de ver la pelicula y menos despues de saber el argumento por que estoy enganchada a sexo en Nueva York pero quiero pedir a los directores que por favor hagan otra pelicula sobre la Dieta Dunkan, algo asi como «vivir de la tonteria», prometo dejar a Carrie para verla

  6. pa celtas los de Teruel says

    Hace unos años vi en el telediario a un negro como de metro sesenta y de unos 45 kgs de peso que afirmaba que vivia del aire… No se daban pruebas de eso pero el cabronazo se puso a hacer sentadillas con 200 kgs de peso que para un tio con ese cuerpecillo es una verdadera proeza. De todas formas a mi, por mi formacion en ciencias biologicas y de la salud, se me hace dificil de creer…pero cosas mas raras se han visto, aunque pocas, eso si. Yo voy, poco a poco, a probar una temporada, pues mido 182 y peso 120 y pico…

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