Ovejas y vikingos

4

Ofelia de Pablo

La carretera se pierde entre los prados de Mainland, una de las islas del archipiélago de las Shetland . / © Ofelia de Pablo

El cielo está nublado, amenaza tormenta, pero la emoción es más intensa que el frío y permanecer en cubierta se vuelve una necesidad para los sentidos. Al frente emergen del mar del Norte más de cien islas repletas de acantilados de vértigo y alfombras vegetales que contrastan con el plomizo cielo que las acaricia. Es el archipiélago de las Shetland. Su nombre, Hogar de las Ovejas, hace honor a los habitantes lanudos que duplican en número al de humanos en las tan sólo 15 de las islas que están habitadas. Estas antiguas tierras de vikingos ofrecen uno de los espectáculos ornitológicos más sobrecogedores del planeta.

A poco menos de 1.000 kilómetros de Londres, el PrinceAlbert II, uno de los cruceros de expedición más lujosos del mundo, atraca en Lerwik, la capital de las Shetland.  La latitud del archipiélago, similar a la del extremo sur de Groenlandia o a la de la ciudad de Anchorage en Alaska, hace que se despliegue una increíble variedad de flora subártica. Sus fabulosos acantilados, donde anidan más de un millón de aves se han convertido en lugar de peregrinación para los ornitólogos de todo el planeta. Sus aguas albergan, además, la mayor concentración de nutrias de Europa, y también se pueden encontrar focas grises descansando en la playa; con un poco de suerte se pueden avistar orcas.

A pesar de estar a tan sólo 500 kilómetros del Círculo Polar Ártico, gozan de un clima relativamente suave. Este privilegio se lo deben a la corriente del Atlántico Norte que transporta a las islas aguas procedentes del Caribe y con ellas son arrastrados abundantes nutrientes de las profundidades. En verano hacen que la pesca sea abundante y esta es la atracción principal de más de un millón de aves marinas que eligen los escarpados acantilados de las islas para aparearse y establecer sus nidos.

En el extremo sur de la isla principal, Mainland, próxima al faro más antiguo de las Shetland, se sitúa la reserva natural de Sumburgh Head. Numerosas aves marinas como los araos comunes, los fulmares y los frailecillos anidan en sus espectaculares acantilados.

El Prince Albert II vuelve a levar anclas pero esta vez tan solo va a internarse en el archipiélago, quiere ofrecer lo mejor de la isla a sus pasajeros: los célebres acantilados de la isla de Noss. Sus vertiginosas paredes de más de 200 metros han sido definidas por los más prestigiosos biólogos como de “categoría mundial”. Desembarcamos en las zodiac acompañados de varios de los científicos que viajan a bordo del crucero para que nos ofrezcan las explicaciones in situ. Esta es la mejor oportunidad de observar y fotografiar a unas 11.000 parejas de alcatraces y unos 45.000 deaos comunes que cada año visitan los escarpados y gigantescos acantilados. Les acompañan el págalo grande, bonxie para los lugareños, y los alcatraces que cada primavera acuden aquí a anidar.

Es un espectáculo sobrecogedor. De repente el cielo se puebla de miles y miles de aves que revolotean y se agitan mientras que otras posan curiosas. En las rocas, las focas y sus crías se asoman tímidas ante los visitantes. Es uno de los mejores espectáculos ornitológicos del planeta.

Datos prácticos.- En www.visitbritain.es se encuentra toda la información relacionada con Gran Bretaña con páginas en español. Cruceros: Para información y precios, contactar con www.latitud4.com o www.silverseacruises.com

 

4 Comments
  1. naranja says

    muy bonita la foto

  2. Bobby says

    Until I found this I tghuoht I’d have to spend the day inside.

  3. tzwlwyz says

    unXtr9 nuveocdrdhls

  4. mantenimiento de piscinas says

    Interesante post 😉

Leave A Reply