Orgullo sin prejuicios

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Entre las tareas que los españoles tenemos por delante hay una habitualmente relegada: el rearme de la autoestima. Ante el pelotón de cosas que se hayan podido hacer mal, hay otro de cosas muy bien hechas, incluso mejor hechas en España que por ahí fuera. Nos hace falta ese rearme para afrontar lo que se nos echa encima. Si se pudieran apartar durante un tiempo las querellas partidistas ya sería el colmo de la inteligencia histórica.

Creo que hay que huir del chauvinismo como de la peste, pero también fastidia que no seamos justos. Mucha de la injusticia viene dada por la ignorancia. Es la lección que una bioquímica cubana les daba a sus alumnos de la Universidad de Valencia hace poco, como ya conté aquí: “aprendan su historia, conozcan la grandeza de las cosas que ha hecho España; han sido ustedes un gran Imperio”.

Sin ir tan lejos, los datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) –ese prodigo español que dirige Rafael Matesanz- que se han conocido hace unos días son alentadores en medio de la desolación de malas noticias reinante: entre los días 23, 24 y 25 de noviembre se efectuaron 94 trasplantes de diferentes órganos, provenientes de 39 donantes, en 72 horas. Una marca nacional que habría de saludarse con más vítores que los merecidos por el equipo de Copa Davis, dicho sea de paso.

Para ello se movilizaron 1000 personas de 42 hospitales, incluidos dos de Portugal.

Es una hazaña que ha salvado muchas vidas y –puestos a ser un tanto infantiles con la cosa de las marcas- mejora el récord de 2009 cuando se consiguieron 32 trasplantes, de 13 donantes, en sólo 24 horas, entre 23 hospitales de 8 comunidades autónomas. Toma geroma.

Así que no es de extrañar que el coordinador regional de trasplantes, doctor Fernández Renedo se haya mostrado orgulloso de la marcha del sistema, "que funciona muy bien y con muy buenos resultados".

En España, este año se ha logrado la cifra de 34 donantes por millón de habitantes, seguida de Portugal, con cerca de 30 donantes. Son los dos países mejor situados en el ranking mundial. La cifra en Europa baja hasta los 18 donantes aunque mejorando, según se ve en la publicación Newsletter Trasplant, editada por la ONT, única fuente de información oficial en el mundo que refleja los datos internacionales de donación y trasplante de órganos.

Me sirve esta buena noticia de marco para otras que se comentan poco en las tertulias de la radio o de la TV, y de las que escribió Arturo Azkorra, en El País, con la osadía del titulo: España es una potencia tecnológica.

En estos treinta años de desarrollo tecnológico español nuestro país, al que se empeñan en mostrar como mero destino turístico barato, se ha ido colocando en los primeros puestos del mundo. Ahí tenemos a empresas como Talgo, vendiendo unidades a troche y moche. Quizás las que aquí no se colocaron porque hubo que comprarle unidades de Siemens a Alemania y de GEC-Alsthom a Francia.

A este artículo contestó Felipe Bravo, catedrático de Planificación Forestal, con unos cuantos datos agrícolas de los que algo leímos cuando la crisis de los pepinos que sirvió a Alemania para seguir alimentando injustamente el cliché de los españoles atrasados y descuidados. Entonces supimos que nuestra tecnología agrícola se encuentra entre las 10 mejores del mundo, en parte, puede que supere a la alemana ya que, por lo pronto, produce menos e-colis malignos que aquella. En fin, mejor dejarlo.

A lo que voy es que, a lo mejor los jóvenes españoles sobradamente preparados no tienen porqué marcharse a entregar sus conocimientos y su trabajo a otros países, sino  que podrían intentar quedarse en el suyo, luchar por mejorar la situación, dar el callo y evitar así una descapitalización de gente preparada que puede ralentizar la mejora de nuestra sociedad.

A cada generación le ha tocado su fardo más o menos duro de pelar. La de mis padres soportó e hizo una guerra; la mía ha sido con mucho la más feliz y esperanzada por más que hubiera sólo pan con chocolate de merienda cuando niños, y que correr ante los caballos de los grises, cuando estudiantes. La de los que ahora se acercan a los treinta tienen delante un morlaco de dimensiones temibles. Pero no creo que sea invencible. A lo mejor a esta generación que ahora piensa sólo en marcharse de España a labrarse un futuro fuera le puede tentar el esfuerzo, el sacrificio, de tirar de la máquina porque vean que merece la pena. O a lo mejor es que estoy soñando.

4 Comments
  1. me says

    Excelente, necesitamos mas de esto y menos derrotismo.

  2. Runaway says

    Podría citar innumerables cosas buenas que tiene este país tan rico en cultura, arte su hermoso y variado paisaje….pero otra cosa es el paisanaje, que deja mucho que desear.

    Hay ocasiones en que la obra de teatro es mala, pero anda que el publiquito….En mi medio siglo de vida, habiendo viajado, trabajado y conocido gente de otros países puede decir que aquí la única conversación que hay a todas horas y en cada lugar (calle, trabajo, bar…) es el onmipresente futbol, futbol y más futbol. En otra cosa no, pero en eso sí que somos campeones y todo el mundo es español, español, español o quiere serlo como el lamentable programa de goma-espuma en la 2.
    http://born-to-run-runaway.blogspot.com/2011/05/we-are-champions.html

    En el ambiente femenino, el marujeo, el cotilleo, los programas rosa o de telebasura (DEC, La Noria, Sálvame, Ana Rosa…son índices de audiencia) las compras y los regalos. Sacar cuelquier otra conversación te miran como un bicho raro o como si fueras un extraterrestre. Todos hablando mal de todos y quejándose por todo, pero nadie arrima el hombro para solucionar los problemas.

    Estoy convencido que el problema de España es los españoles:
    http://born-to-run-runaway.blogspot.com/2011/01/el-problema-de-espana-los-espanoles2.html
    Y que necesitamos Aire Fresco:
    http://www.elpais.com/articulo/ultima/Aire/fresco/elpepuopi/20110202elpepiult_1/Tes

  3. Runaway says

    Y ya que hablamos de las ganas de huirde tanta mediocridad que nos ahoga y salir en busca de aire fresco, no está mal leer esto:
    «Ahora, la libertad nos ha traído a Belén Esteban, que no es el símbolo de nada (…) hay una dramática tendencia colectiva al autoengaño sobre nuestra propia condición, que es la de una sociedad fracasada (…) Hay sin embargo una excepción. Sí, hablamos de Españoles por el mundo, en cualquiera de sus variantes: andaluces, madrileños o turolenses por el mundo

    (….) el valor subversivo del programa radica en la inocencia con la que muestra a jóvenes españoles que trabajan y disfrutan de las ventajas de una sociedad bien articulada en países vecinos como Suecia, Austria u Holanda. Es decir, la Europa a la que deberíamos parecernos. De la mano del periodista de turno vemos la amplitud de las casas, nos admiramos ante la limpieza y tranquilidad de las calles, oímos asombrados el importe de sus salarios o conocemos la generosidad de su protección social. Así, va cobrando forma ante nosotros la solidez de un proyecto de vida donde las oportunidades no han sido desbaratadas por la desidia e ignorancia colectivas que han arrastrado a España hacia el abismo. A estos jóvenes se los ve felices, tranquilos, completos, aunque puedan echar de menos a la abuela o el bocadillo de calamares. Y aunque los periodistas juegan la carta de la nostalgia y ellos se ven obligados a mencionar sus añoranzas, casi nadie dice que quiera volver. Porque, ¿a dónde van a volver?

    (…) Fundido en negro. Cambien de canal y busquen ese otro modelo de éxito que es España directo, en cualquiera de sus variantes: Andalucía, Madrid o Teruel directo. Se encontrarán reportajes sobre la nada, o peor aún, sobre la infinita vulgaridad e ignorancia de los españoles. Es como un espejo grotesco, el esperpento de siempre, nuestro eterno Callejón del Gato. Pero si los mejores se van al extranjero y los demás se van a la playa, o se manifiestan reclamando presuntas soluciones que son lo contrario de lo que necesitamos, seguiremos en lo mismo. ¡Menos mal que está la tele!»

    http://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2011/07/17/espanoles-mundo/437297.html

  4. Runaway says

    «Más que cambiar de modelo, hay que cambiar de mentalidad»

    (…) En esa etapa expansiva que hemos atravesado se ha perdido en España un conjunto de valores que son los que siguen funcionando en los países anglosajones, como el esfuerzo, el reconocimiento del talento, la responsabilidad y la motivación por las cosas bien hechas. Aquí hay generaciones que se lo han encontrado todo hecho. También había jóvenes que dejaban los estudios y se iban a trabajar a la construcción por más de 3.000 euros al mes. ¡Ganaban más que un catedrático!

    (…) No es el Estado el que tiene que dar solución a tus problemas, sino tú mismo. Cada uno debe intentar sacar los pies del plato. Ahora dices que trabajas por tu país o que eres un patriota porque hay que arrimar el hombro y está, o casi habría que decir que estaba, mal visto. Sólo somos patriotas cuando juega la Selección Española.»

    http://runaway-on-the-road.blogspot.com/2011/02/aire-fresco.html

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