Malos tiempos para la lírica

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Intelectuales, artistas y miembros de la Plataforma 'Solidarios con Garzón', en la tribuna desde la que algunos de ellos se dirigieron a los participantes en la manifestación de apoyo al juez celebrada el domingo. / J. C. Hidalgo (Efe)

Todas mis simpatías hacia quienes el pasado domingo se movilizaron en Madrid en apoyo al juez Garzón. Pero, la verdad, a quienes comparecen en calidad de intelectuales o de artistas, como es el caso de varios de quienes asistieron a la concentración de Madrid, habría que exigirles un pequeño esfuerzo por estar a la altura.

A la altura de esa condición, quiero decir: la de artista o intelectual. Y a la altura de los tiempos presentes, por muy negros que éstos sean.

No puede ser que, hoy como hace treinta o sesenta años, sigamos recitando una y otra vez, en toda ocasión que se presta, a Machado, a Lorca, a Alberti y a Miguel Hernández, cualquiera sea la devoción y el respeto (muy grandes, sin duda) que guardemos hacia estos poetas.

¿Es que nadie más ha escrito poesía detrás de ellos? ¿No hay en España, desde tiempos de la República, poetas a los que acudir en busca de versos de solidaridad, de aliento, de denuncia? ¿Poetas nuevos, poetas jóvenes, poetas –acaso– que se estén pronunciado sobre los concretos desmanes y las injusticias que hoy nos acosan?

¿De verdad que no hay ninguno? ¿O es que los actores españoles no leen otra cosa? ¿Estamos condenados a repetir en toda ocasión la misma coreografía? ¿No hay modo de introducir cambios en el guión, siquiera sea para hacerse oír más estentóreamente, sin dar la impresión de estar interpretando siempre el mismo repertorio, así se trate de Garzón o de cualquier otro asunto susceptible de movilizar a quienes en definitiva –y benditos sean por ello– se movilizan?

En la concentración del domingo, en Madrid, Luis García Montero leyó un poema escrito para la ocasión. "Farsa", se titulaba, y comenzaba así:

Son malos tiempos para la justicia.

Vengan a ver la farsa,
el decorado roto, la peluca mal puesta,
palabras de cartón y pantomima.

Son malos siglos para la justicia.

No existe majestad en la casa del rey.

Nadie busque su voto

en la tribuna de los parlamentos.

Son malos años para la justicia...

Etcétera. Lo pueden leer completo aquí.

Después de los consabidos recitados de los consabidos José Sacristán, Juan Diego Botto y Aitana Sánchez Gijón, que recitaron consabidos versos de los consabidos poetas ya mencionados, es muy de agradecer la iniciativa de García Montero de insuflar un hálito de actualidad a la convocatoria. Pero, con todo el respeto, se agradecería un poco más de rigor. Y de esmero. Como Machado, Lorca, Alberti y Hernández demuestran, la política no está necesariamente reñida con la poesía, así revienten los que pretenden lo contrario. No es extraño, leyendo "Farsa", que terminemos siempre por recurrir a los mismos de siempre.

¡Por favor!

Sí, son malos tiempos para la justicia, es verdad. Pero no por eso han de ser también malos tiempos para la lírica, por mucho que dijera Brecht.

"¿Para qué poetas en tiempos de miseria?", preguntaba mucho antes Hölderlin en una de sus elegías.

Pues precisamente para combatirlos. A los tiempos. A la miseria.

10 Comments
  1. amparo says

    Se llama Jose Sacristan.Sguro que hai mas poetas,pero los leidos el domingo formaban parte de la causa que nos movio para estar alli no lo olvides

  2. Eulalio says

    Qué razón y qué valor tiene, Don Ignacio. Olé.
    Saludos

  3. Chinto says

    Tengo una pregunta para toda la PPería:
    ¿Quién será la última víctima del franquismo: Garzón o el Poder judicial?

  4. Unodetantos says

    Se refiere usted a José Sacristán, claro. No pasa nada, todo el mundo tiene un lapsus. Por cierto, ¿qué pensaría el auténtico Manuel Sacristán de todo esto?
    La opinión que expresa en su artículo la comparto totalmente. Buscando podría encontrar algo de algún poeta más actual aunque menos conocido.

  5. Ignacio Echevarría says

    Manuel Sacristán… En quién estaría yo pensando. Gracias por leer. Y es cierto, Amparo, que los poetas leídos formaban parte de la causa, no se me oculta. Pero mi entrada va por otro lado, y no deja dudas sobre mi respeto hacia quienes concurrieron al acto.

  6. materias says

    Echeverría tiene más razón que un santo: el poema de García Montero es deleznable. ¿No puede pararse un momento el poeta y pensar si se va a dedicar a la poesía o a la política, y si lo hace a ambas disicplinas lo haga,en ambas, con más rigor? Ojo a cierto peronismo «espiritual».

  7. Javier says

    Pues no será por falta de poetas actuales que están comprometidos con el 15M desde el primer día. Hasta sacaron un libro: http://www.editorialseneca.es/POETASDEL15M.htm Pero claro, los progres oficiales son los progres oficiales.

    Felicidades, don Ignacio.

  8. Coriolano says

    Estoy absolutamente de acuerdo con lo expuesto por Ignacio.

    No tenemos un Brecht, ni de lejos, y será que no lo merecemos.

    Pero sí un José María Fonollosa. Uno de esos poetas que difícilmente hubiera sido invitados o se hubiera dado por aludido en un acto así: un poeta misántropo, un poeta del «no future», un poeta punk, pero con un poema (el siguiente) único, pienso, a la hora de arengar, menos correcto de lo que en una primera lectura pudiera parecer y a años luz de la cosa tosca esa, y desinflada, de García Montero:

    «Carrer de Joseph Anselm Clavé 1″

    Yo no tengo enemigos. Si me dicen:

    -«Aquellos extranjeros enemigos»-
    yo veo únicamente a muchos seres
    sencillos, como yo. Con uniforme,
    como yo. Con fusiles, como yo.

    Que piensan, como yo, en cosas corrientes:
    el beso de una madre, novia, esposa;
    un vaso de cerveza al mediodía;
    el hogar, el trabajo, los amigos…

    Y esa pizca de amor que de repente
    hallamos extraviada en una esquina.

    Yo no tengo enemigos. Si me dicen:
    -«Mata a los extranjeros enemigos»-
    yo no sé a quién matar. No lo son ellos.
    No son mis enemigos. Soy como ellos.

    Si a alguien he de matar es al que ordena
    matar a los que son como yo mismo.
    Quien quiere que me mate en otra efigie.
    Quien quiere que me muera en otra muerte.

    Quien es, si obedecemos, poderoso.

  9. Daniel.Mora.Vinuesa says

    Yo no veo a ningún intelectual, en la foto. Y tengo vuena vista. Veo, sí, a un artista. Creo que es Luis Pastor: un tío auténtico. Los demás son actores, la mayoría. Y el marido de Almudenas Grandes, que no sé que hace ahí. Se sabe que no hay mala poesía ni malos poetas; pero este tipo lo entiende a su manera. Vaya manera de engañar al personal, diciendo que es poesía eso que él escribe, eso sin medida, sin ritmo, sin rima, sin musicalidad y sin sentido poético, y sin arte. A este paso, con estás ayudas, a Garzón le van a meter en chirona de por vida.

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