¿Continuará la versión digital del periódico ‘Público’?

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Portada de la última edición del diario 'Público', que ayer decidió cerrar su edición de papel.

La esperanza es lo último que se pierde. Eso ha debido pensar la plantilla de Público en los dos últimos meses. Tiempo de angustia, con rumores de salida del tunel, que al final se han quedado en eso, en rumores. Tras casi dos meses sometido a un concurso de acreedores, Jaume Roures no ha conseguido la inyección financiera que necesitaba para mantener el medio, entre seis y nueve millones de euros, según sus propias palabras.

Ayer, la empresa editora del periódico anunciaba que el domingo llegaría el último número a los quioscos pero que continuaría la versión digital. Por la tarde, en asamblea, la plantilla decidía por abrumadora mayoría que la edición de ayer fuera la última, tras consultar con la dirección si había posibilidad de sacar a la calle un periódico únicamente con la cabecera y todas las hojas en blanco, para remarcar que les han obligado a callar. No se les permitió.

Ahora, tras el shock de la noticia, queda por saber si la viabilidad de la web es posible, en un medio sometido a un concurso de acreedores, con unos administradores cuyo principal objetivo es pagar a los acreedores y aplicar estrictamente la ley.

Roures planteó al Consejo de Administración, en su última reunión, la certeza de que el periódico digital podría continuar, ya que los ingresos que genera su publicidad cubren todos sus gastos. Esta situación, sin embargo,  no es extrapolable ahora que el diario ha cerrado. En primer lugar, porque los contratos de publicidad de la web están unidos al periódico y éste vale tanto como las firmas que en él escriben. Una vez que sus redactores y columnistas dejen de escribir, el medio tiene menos valor y por tanto la publicidad se resiente. En la actualidad la plantilla de la web la forman unos veinte profesionales que, básicamente, vuelcan la información del periódico en papel. Ni siquiera existe un director distinto de Jesús Maraña, que no va a continuar.

Lo primero que exigirá el administrador concursal es un plan de viabilidad para la web. La empresa tendrá que calcular cuántas personas necesita para tener un medio digital competitivo y digno, sin contar con la infraestructura del papel, y qué remuneraciones podrá pagarles a aquellos que se queden. También podría darse la circunstancia de que Roures, ahora que el digital goza de buena salud, con 5,5 millones de usuarios únicos, quiera venderlo antes de que pierda valor.

En cuanto al futuro de la plantilla, la empresa presentará un expediente de regulación de empleo la próxima semana. Público está formado por 160 profesionales, entre los que hacen el periódico en papel y la web. Con el cierre de la edición en papel la plantilla se va a ver muy mermada. Los trabajadores creen que más de dos terceras partes perderán su empleo. Por eso le han pedido dos cosas a Roures: generosidad y coherencia. La misma generosidad que han tenido ellos en estos dos meses, cobrando su salario tarde y mermado, y coherencia a la hora de abonar las indemnizaciones. Esperan que no se aplique la reforma laboral, en un medio desde el que se ha combatido frontalmente y que las cuantías sean, al menos,  iguales que las que se pagaron en septiembre pasado a la gente que decidió irse voluntariamente porque, los que se quedaron, apostaron por sacar adelante un medio en el que creían y no pueden correr peor suerte que los que se fueron entonces.

Ya en la reunión que tuvieron, a pocos días de presentarse el concurso de acreedores, Roures manifestó a los trabajadores que, aún en el caso de que el periódico cerrara, él se hacía responsable de las indemnizaciones y que en ningún caso permitiría que tuvieran que acudir al Fondo de Garantía Salarial. Esa esperanza mantienen los periodistas, que saben que el administrador concursal no permitirá que se pague más de lo estrictamente legal y que esperan que el propio Roures se haga cargo de mejorar sus indemnizaciones.

También esperan del propietario de Mediapubli que se comprometa a recolocar al mayor número posible de periodistas en alguno de sus otros negocios periodísticos.

Por su parte La Voz de Asturias, el otro periódico de Mediapubli afectado por el concurso de acreedores, se seguirá publicando. Existen conversaciones con empresarios asturianos que podrían aportar el capital necesario para no tener que cerrar.

10 Comments
  1. Jonatan says

    Al tal Roures ya no le sirve el papelito y lo manda a la calle. Eso es todo. Ni inyección financiera ni nada de nada. El está en el otro lado; el de los que se dedican al negocio de lo que salga siempre que les vaya bien. Ahora que ZP no está mandando, ¿para qué un periódico?

  2. celine says

    Canción triste para la prensa. Lo siento.

  3. Zaratustra says

    Roures de molinos. ¿Hay que comulgar?

  4. carlos says

    Sin Publico en el quiosco http://bauldelsastre.blogspot.com/2012/02/sin-publico-en-el-quiosco.html Una aproximación del futuro de la prensa en papel

  5. Manel says

    Si Público se retira es porque no ha encontrado su mercado y como negocio PRIVADO no era rentable. Si tanto duele que cierre un periódico animo a todos los que se lamentan a comprar 10 periódicos de distinta cabecera al día para asegurar su supervivencia.

  6. Enrique Duro says

    !Que viva El Pais, el periodico monarquico de la democracia…y de la izquierda savateriana!

  7. zintaal says

    ¿como me registro?

  8. Natalja says

    Ale9m disso, e9 importante prmvooer a passagem do perfil atual de que “eu detenho (e muitas vezes escondo) o conhecimento para ser reconhecido” para ”eu compartilho cada vez mais o conhecimento para ser reconhecido”. Isso, que vocea cita, e9 pedra de toque para o trabalho colaborativo nas organizae7f5es. As pessoas, de modo geral, morrem de medo de ter seu conhecimento roubado quando compartilhado. E guardam e as chances de evolue7e3o sozinho e tambe9m em equipe, caem drasticamente. d3timo texto.Je1 o inedcio do texto, sobre Revolue7f5es Cognitivas aumentam minha expectativa de seguir essa linha numa tese. Bjs!

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