Ayer, a las cuatro de la mañana, salía de Valencia un autocar con un puñado de trabajadores de Radiotelevisión Valenciana dispuestos a denunciar el expolio que se ha vivido en el ente durante muchos años y que ha provocado una deuda multimillonaria que amenaza con enviar a más de mil trabajadores al paro.
A las diez de la mañana llegaban a Madrid, concretamente a la sede de la Audiencia Nacional, donde estaba citado para declarar, Pedro García Gimeno, director de la RTVV hasta el año 2009, y que está imputado por haber desviado supuestamente 7 millones de euros para la trama Gürtel, coincidiendo con la visita del Papa a Valencia en 2006, y haber recibido regalos de la trama en forma de vehículos, trajes o en metálico
Un dato que pone de manifiesto hasta que punto se produjo un expolio en la televisión valenciana es que, cuatro años después, la visita del Papa a Galicia y Cataluña costó en total menos de un millón de euros, mientras que los dos días que el Papa estuvo en Valencia le costaron a la RTVV catorce millones: la mitad se supone que fueron los gastos propios de la televisión para cubrir el evento, los otros 7 millones se entregaron a Teconsa, empresa constructora sin ninguna experiencia en el sector, por la instalación de pantallas de televisión y altavoces, que a su vez subcontrató con otras empresas, cuando el coste real en ningún caso superó los 3 millones de euros. El resto, según la acusación, se lo repartieron entre Alvaro Pérez, alias El Bigotes (500.000.- €), Correa (1,4 millones de euros), Pablo Crespo (640.000. €), 200.000 a una persona todavía no identificada, 200.000 a la propia Teconsa por figurar y 500.000 presuntamente se llevó el propio García Gimeno a través de una sociedad interpuesta.
A la salida del tribunal, el ex director declaró que es inocente, que no hubo ninguna irregularidad en el concurso y que los regalos que recibió de El Bigotes eran los normales entre amigos de muchos años. Los trabajadores le despidieron al grito de Gimeno trilero, devuelve el dinero hasta que se metió en su coche.
Los trabajadores de la RTVV denuncian que la Generalitat Valenciana no se haya personado en el procedimiento contra el ex director ni se haya hecho una investigación para intentar recuperar una parte de esos 7 millones de euros, que suponen el coste de los salarios de 200 trabajadores durante un año.
Vicent Mifsud, presidente del Comité de Empresa, denunciaba "el proceso de desmantelamiento que se está produciendo en la radio televisión pública valenciana. Quieren convencer a la ciudadanía diciendo que privatizar la televisión autonómica va a ser más rentable para los ciudadanos y es mentira. En primer lugar, porque si comparamos el coste entre, por ejemplo, la Radio Televisión de Aragón, que tiene la gestión privatizada y la RTVV, es el mismo, 22 euros por ciudadano, teniendo el ente valenciano tres canales de televisión y dos de radio frente a uno de televisión y uno de radio que existen en Aragón. En segundo lugar, porque antes de privatizar, la Generalitat tendrá que asumir los mil millones de deuda que acumula RTVV, más las indemnizaciones por despido de más de 1.000 trabajadores, y así los nuevos gestores privados recibirán el Ente limpio de polvo y paja y además recibirán subvenciones a cargo de las arcas públicas."
Los trabajadores también aprovecharon para denunciar que un año después de iniciados los trámites para llevar a cabo el expediente de regulación de empleo, aún no han recibido ninguna información. Desde la Generalitat Valenciana, que se está encargando directamente de la gestión, se les ha prometido que en tres semanas tendrán preparada una propuesta y se la harán llegar a los trabajadores.