La agencia EFE ejecutará prejubilaciones y reducciones salariales si quiere evitar un ERE

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Ramón Aguirre, presidente de la SEPI, durante una comparecencia en el Congreso. / Efe

Los rumores, cuando son malos, se cumplen, y así ha ocurrido con la agencia Efe. Tras mucho tiempo de oirse hablar de una gran reestructuración en la agencia pública de noticias, la dirección ha comunicado al comité sus intenciones. Ya adelantó algo Ramón Aguirre, presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), propietaria de la agencia, que en una entrevista realizada en la Televisión de Castilla la Mancha pidió un esfuerzo en materia salarial a la plantilla y afirmó que las medidas iban a afectar sobre todo a las personas que están cercanas a la jubilación.

Ayer, el comité de empresa se reunión con el director de Recursos Humanos y el gerente, junto con un abogado de la firma Sagardoy, y les manifestaron las posibles soluciones para evitar que el agujero de la agencia siga creciendo, un agujero agrandado por la reducción de la aportación del Estado y la disminución de los ingresos provenientes de clientes.

En primer lugar, se puso sobre la mesa la opción de acudir a un Expediente de Regulación de Empleo. La agencia Efe tiene una plantilla superior a las 900 personas y el número de afectados serían de 270, por tanto, la reducción afectaría práticamente a un tercio. Esa medida, sin embargo, se plantea como subsidiaria y sólo para el caso de que no exista acuerdo entre los trabajadores y la dirección, es decir, sólo para el caso de que la plantilla no acepte otras alternativas. La medida principal que se va adoptar es la jubilación forzosa a los 60 años y el compromiso de los trabajadores entre 57 y 60 años de que se prejubilarán cuando lleguen a esa edad. Esta medida afectará, de manera inmediata, a más de cuarenta personas y a otras ochenta en los próximos tres años. Las prejubilaciones afectarán a toda la plantilla, sin excepción, tanto trabajadores, como directivos.

La segunda medida, unida a la anterior, son las recolocaciones diferidas. Se despedirá cada año a un determinado número de personas, con el compromiso de volverles a recolocar en un período de dos años. El número de personas despedidas coincidirá con las prejubilaciones que se prevean para dos años después y de este modo se les contratará para cubrir las bajas de los prejubilados.

Para el grupo de los directivos y delegados se producirá una rebaja salarial, al amparo de la reforma laboral, que si no es aceptada conllevará el despido con 20 días de salario por año trabajado con un tope de 12 mensualidades. Esta medida afectará a un colectivo importante de trabajadores aún sin determinar.

También pretende la empresa que 100 trabajadores se acojan a una reducción de la jornada del 50% con la consiguiente reducción, en la misma proporción, del salario y que 200 trabajadores acepten una reducción del 25% de jornada y sueldo.

Se plantea igualmente que desaparezcan todos los contratos temporales.

Y esto no es todo: si con la puesta en marcha de estas medidas no se consigue el ahorro planificado, se producirá una rebaja salarial, que afectará a toda la plantilla y cuyo importe será la suma que no se ha conseguido reducir con lo anterior.

La próxima semana comenzará una negociación de 6 días entre empresa y trabajadores, con la amenaza de que se ejecute el ERE si no se aplican las prejubilaciones y las reducciones salariales.

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