Los europeos quieren una agricultura más sana y salva

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Miembros de la organización, durante una reunión preparatoria del tour alemán en bicicleta. / goodfoodmarch.eu

Hay un grupo numeroso de europeos que han comenzado una marcha de protesta contra la agricultura que domina en Europa -la industrial y plastificada- y de concienciación a favor de que se apoye a los agricultores y ganaderos que se esfuerzan por cultivar sin venenos la tierra y por criar con respeto los animales que luego van a sacrificarse para que sirvan de alimento.

La marcha de estos ciudadanos puede seguirse por Internet y, de paso, se puede mostrar activamente el interés en la protesta enviando una foto de apoyo a la idea de los caminantes y ciclistas que participan sobre el terreno.

La Good Food March -que así se llama esta acción cívica- se dirige a Bruselas para exigir que la eurozona legisle a favor de los agricultores  respetuosos con el medio ambiente y deje de dar dinero a las grandes industrias alimentarias, ahora que va a debatirse la reforma agrícola europea. Se trata de una iniciativa de la gente a la que preocupa que los políticos europeos –así como los de cada país- no se tomen en serio la procedencia de lo que comemos.

A poco que uno se informe, conocerá que las políticas agrícolas en Europa llevan medio siglo apoyando la producción agrícola industrial, una práctica generalizada de abonos químicos, pesticidas venenosos, combustibles fósiles, que deja exhausta y envenenada la tierra y causa sobreabundancia y despilfarro, mientras que hay gente que sigue muriendo por falta de alimentos.

En cuanto a la ganadería industrial, evitaré al posible lector de este articulo los pormenores del trato recibido por las bestias comestibles, tratadas como si fueran cosas sin terminaciones nerviosas ni inteligencia, transportadas de mala manera, espachurradas unas contra otras, sometidas a un estrés horrible, hasta la hora de su muerte.

En el capitulo de transporte, ya hemos recordado aquí los miles de kilómetros que recorren las frutas y verduras, con el consiguiente perjuicio para el aire que respiramos y la calidad de lo que comemos, frutas que se recogen aún verdes y que soportan cámaras de frío para que aguanten las distancias kilométricas tras las que llegan mareadas y sin sabor después de tanto ir y venir a nuestras casas.

A los animosos caminantes y ciclistas –también se puede ir en tren, avión o borriquito quien así lo prefiera, imagino- les parece que ha llegado la hora de obligar a cambiar el chip de los burócratas de Bruselas y discutir una Política Agraria Común (PAC) que deje alto el lugar de los europeos en el mundo, hoy, en horas bajas.

En ese PAC, los manifestantes piden cosas razonables que no debieran parecerles locuras a burócratas y parlamentarios. Piden, por ejemplo, que se vincule las subvenciones al desarrollo social para que no siga despoblándose el campo, a criterios de bienestar animal, al respeto por el patrimonio local culinario, de semillas propias, etc. Piden que se evite la especulación de los alimentos y que éstos dejen de exportarse a un precio inferior al coste de su protección.

Una ojeada rápida al mapa de participantes en la marcha desvela que en España la gente o bien no se ha enterado o bien pasa del asunto. La falta de conciencia se debe a falta de información –no de ruido, que de eso hay mucho-; una falta de información que, a lo peor, se debe a su vez al desinterés total de la sociedad española. Aunque cada vez menos.

Invito al lector a que dedique unos minutos a conocer un estudio del Hospital Clínico de Granada que señala –entre otras cosas menos graciosas- que los bebés maman plástico y los demás lo orinamos. Los resultados del trabajo se conocieron en un congreso sobre alimentación consciente, por voz del catedrático de la Universidad de Granada, Nicolás Olea, seguramente, la mayor autoridad en investigación de las consecuencias de los productos químicos y hormonas, que comemos y nos ponemos como perfume, sobre la salud humana.

Todo el mundo sabe ya que información es poder; poder defenderse de las informaciones capciosas y los estudios científicos subvencionados por compañías tipo Monsanto, Bayer, etc, etc. Al menos, que nos quede la sombra de la duda y el deseo de disiparla.

2 Comments
  1. martha agricultura says

    Ojalá en latinoamerica empecemos cada vez a acercarnos a este modelo de agricultura y que páginas de agricultura como http://www.agronet.gov.co la sigan dando a conocer

  2. 8fr.fr says

    Enjoy, solidarity, admire, it’s best not to merge many people as much as a general hatred just for issue. 8fr.fr http://www.8fr.fr/site_map.html/

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