La avaricia de un anillo muy usado

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Nosotros fuimos de los millones de personas que quedaron rendidas hace unos años por la magia de las aventuras de la tierra media. Ahora hemos sucumbido a la curiosidad de saber qué iba a contarnos el mago Peter Jackson (Criaturas celestiales, El Señor de los anillos, The lovely bones...) con la novela que escribió Tolkien antes de su obra más famosa.

Pero El hobbit –en España se ha subtitulado “un viaje inesperado”- es lo contrario a una sorpresa, es un viaje calculado bajo la fama de la trilogía de El señor de los anillos, que no descubre nada nuevo y que parece hecho con la intención de sacar el dinero al personal que se quedó boquiabierto entonces. Más de lo mismo, pero sin la sorpresa de la novedad y con menos pasión.

Hay más sentido del humor, parece menos épica, no encontramos la emoción de las primeras y echamos en falta una historia de amor; pero eso sí, sigue habiendo acción deslumbrante, paisajes sorprendentes, alusiones a la nobleza de espíritu y a la ecología, objetivos trascendentales de los héroes y un sentido de la justicia universal que mantienen la intemporalidad de las aventuras.

Como hay contratadas otras dos entregas, Jackson va a hacer lo mismo que con El Señor de los anillos y rodar tres películas sobre las aventuras del Bilbo Bolsón, el tío de Frodo, Gandalf el Gris y los 13 enanos que van a intentar recuperar sus tierras y bienes de Erebor, usurpados hace años por el malvado dragón Smaug, enfrentándose a trasgos, trolls, orcos, muertos vivientes y otros peligros del mundo de Tolkien.

Los productores –suponemos que siendo fieles al libro- han tenido la habilidad de mantener a algunos personajes del relato anterior para enlazar argumental y emocionalmente las aventuras de Frodo y sus amigos con las de su tío, y, así, aparecen, además de éste y Galdalf el Gris, Saruman el Blanco, Elrond y sus Elfos, Gollum, el anillo origen de todos los males, y otros seres, entes y tierras que surgieron de la mente de Tolkien y supo adaptar con tanta maestría Jackson.

Pero como decíamos antes, ni aún así, ni con la publicitada opción de verlo en 3D, consigue El hobbit deslumbrarnos como nos sucedió con El Señor de los anillos. O sea, para admiradores incondicionales de Tolkien o para quien no haya visto la trilogía anterior.

1 Comment
  1. pa celtas los de teruel says

    Bueno, yo el principal problema que le veo a todo esto es que El Hobbit es un libro como seis veces menos extenso que El Señor de los Anillos. Y sacar tres peliculas de él es tensar mucho la cuerda…
    Cuando vi La comunidad del anillo no habia leido nada de Tolkien, pero fui al cine para llevar a mi hijo y salí alucinado. Cogí el libro y lo devoré. Y casi muero de ansiedad esperando las otras dos peliculas.
    Después leí El Silmarillion, que quien lo haya ojeado sabrá que son una serie de historias mas o menos inconexas y que algunas parecen más bien una noticia de agencia.
    Y el año pasado le tocó, tras mucho tiempo, al Hobbit. Me defraudó, pero no porque no tenga una historia de amor…

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