Blas de Otero, el poeta a recobrar

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Blas de Otero, en una imagen de 1976. / Efe

Si viviéramos en otros tiempos no muy lejanos, aunque lo parezcan, donde la literatura era aún un referente, hablaríamos para lo que aquí nos concierne de acontecimiento editorial. Como vivimos ya en otro mundo muy distinto describiremos sólo la cuestión: se acaban de publicar las Obras Completas, de Blas de Otero, uno de los más grandes poetas en español del siglo XX, en edición a cargo de Sabina de la Cruz, su viuda, y Mario Hernández, estudioso desde hace tiempo de la obra de Blas de Otero, y responsable también , junto a Sabina de la Cruz,  de la edición de Hojas de Madrid con La galerna, un libro inédito de Blas de Otero que se publicó en 2010 y que contenía unos trescientos poemas de variada índole pero que venían a poner de nuevo en candelero  a un poeta de una talla enorme cuya adscripción política en cierta manera perjudicó su reconocimiento oficial en la España de la Nueva Restauración.

Las dos ediciones han corrido a cargo de Galaxia Gutenberg- Círculo de Lectores y la de las Obras Completas se inscribe dentro de la magnífica colección que dirigió Nicanor Vélez hasta su muerte hace unos meses y cuya figura como editor se recuerda estos días enla Feria del Libro. Esta edición se muestra así, quizá, como la última en que estaba trabajando cuando le llegó la Parca. No es mal legado póstumo.

Respecto al oscurecimiento en que estos años ha estado sumergida la figura del poeta por los que dirimen el canon del reconocimiento oficial hay que decir que se mostraron tan ciegos como los que quisieron sumergir a Blas de Otero exclusivamente como poeta de trincheras y de AGIP PROP: No hay más que enfrentarse a estas páginas para darse cuenta que la excelencia literaria de Blas de Otero estaba por encima de las etiquetas que le quisieron poner en vida, desde su etapa religiosa, temprana, hasta la existencial, pasando por la social. Para comprobarlo, para caer en la cuenta, por otro lado pura obviedad, no hay más que colocar algún poema religioso del momento, existencia o social de otros, para darse cuenta de la diferencia. Otero trascendía los géneros. De ahí su excelencia, que vieron escritores en etapa tan temprana como José Ángel Valente o Jaime Gil de Biedma, lo que tiene mérito en este último a quién la labor de los poetas surgidos en la posguerra le ponía literalmente los nervios de punta.

Cubierta de la Obra Completa de Blas de Otero. Esta edición recoge toda la producción de los escritos de Blas de Otero, salvo algún poema de extremada juventud que no se ha considerado, y alguno otro de su etapa de madurez a quienes estudiosos como Juan José Lanz esa omisión les parece un error desde un punto de vista bibliográfico. En cualquier caso este libro pasa a ser la edición canónica de Blas de Otero, su edición referencial, aquella de la que habrá que echar mano cuando se quiera estudiar su obra. Desde luego hay textos inéditos, como Nuevas historias fingidas y verdaderas, que consta de veintitantos poemas en prosa escritos entre los años 71 y 72, además de Historia(casi) de mi vida, conjunto de prosas autobiográficas, a la altura de otras semejantes, como Ocnos, de Luís Cernuda.

Estos inéditos son importantes porque desvelan a un Blas de Otero en pleno uso de su ímpetu creador, son de una modernidad rotunda, con esa fragmentación nada buscada pero presente porque la vida se nos muestra así, y desde luego dignas acompañantes de aquellas Historias fingidas y verdaderas, que Alfaguara publicó en 1970. Completa la edición una selección de entrevistas y declaraciones, amén de unas versiones magníficas de poetas por quienes Blas de Otero sentía pasión, tal Nazim Hikmet. Con el título Poemas inéditos y diversos, se incorporan cien poemas de variada intención, pertenecientes a todas las etapas por las que pasó la creación de Blas de Otero, dando así cumplida cuenta de lo que deben ser unas Obras Completas. Si  a eso le añadimos que los responsables han tenido la feliz elección de reproducir las primeras ediciones de Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia y,  a la vez, la definitiva de Ancia, que difiere de las otras, podemos afirmar que nos encontramos ante una edición no solo fiable sino excelente.

Causa cierta emoción volver a poemas donde se perciben sus deudas, sus pasiones, esos clásicos leídos y admirados con tesón y amor  a toda prueba. Fray Luís de León, Rubén Darío, Rosalía de Castro, pero también Walt Whitman, y desde luego, sobre todo, como un astro, la estela dejada por César Vallejo, el poeta en lengua española con el que se le puede emparentar cabalmente. Así, desde ese temprano Cántico espiritual,  a estos últimos inéditos se desarrolla una obra de un registro amplio, enorme, que va desde aquella deuda con la senda de la mística española y Fray Luís, a la crisis presente de manera tan radical en Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, también en Ancia,  a los hallazgos vitales de la actitud existencial, aquí habría que citar libros como En castellano o Pido la paz y la palabra, y su posterior paso por la poesía social - Esto no es un libro o Que trata de España- hasta los vislumbres mucho más amplios respecto a lo formal que encontramos en sus últimos libros, sobre todo los inéditos, Hojas de Madrid con La galerna y Nuevas historias fingidas y verdaderas.

También de esas notas autobiográficas, Historia (casi) de mi vida, que aparte su importancia literaria, constituye un testimonio de índole casi confesional en un hombre tan poco dado a hablar de su propia vida como Blas de Otero.

Un libro canónico de nuestra literatura más reciente. El proceso ha sido largo, de mucho trabajo, pero ahora tenemos la Obra Completa de uno de nuestros grandes. Ya era hora.

Blas de Otero, el poeta que en cada nuevo libro era más libre.

5 Comments
  1. silvia says

    Enhorabuena a Sabina de la Cruz y Mario Hernández por la ingente labor de revision y publicación de la obra de Blas de Otero.
    Me sorprende que una edición de tal envergadura no tenga más eco en la Feria del Libro. Los autores de una edición como la presente merecen más reconocimiento. Mi más efusiva felicitación y agradecimiento por acercarnos la obra de Blas de Otero.

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