El ensayo pega fuerte en la ‘rentrée’ literaria
La rentrée literaria suele dar lugar a que se destaquen en los medios las grandes novelas que nos esperan para ser leídas en la temporada. La de Mario Vargas Llosa, por ejemplo, Un héroe discreto, un curioso melodrama que será publicado por Alfaguara a principios de septiembre con toda el empuje publicitario que otorga un Premio Nobel, o la de Haruki Murakami, Los años de peregrinación del chico sin color, editada por Tusquets, al igual que Huesos en el jardín, la última entrega de Henning Mankell, en fin, tres novelas cuyo nexo común lo constituye únicamente su calculado número de ventas. La rentrée se presenta, pues, poderosa en intención por parte de las casas editoras de dar la campanada al principio de temporada ya que es la única manera de poder pasar el otoño sin muchos sobresaltos después de las dramáticas cifras de ventas de los dos últimos años, se calcula en un 40% menos el número de ejemplares vendidos, amén del cierre de algunas editoriales y numerosas librerías.
Pero la rentrée no se limita a la ficción y lo cierto es que en el terreno del ensayo nos encontramos con novedades a las que habría que calificar en algunos casos de excepcionales. Pongamos las lecciones de literatura que Julio Cortázar impartió en Berkeley (California, EEUU) en 1980, y que Alfaguara publicará con el título de Clases de literatura.
Las lecciones se abren en un fascinante abanico temático que van desde una serie de meditaciones en torno a la fatalidad y el tiempo en el cuento fantástico; pasando por qué sea eso del humor en la literatura y cómo ejercitarlo, de qué modo nacieron sus cronopios, de qué manera tratar el erotismo en la prosa, algo muy interesante ya que no hay que olvidar que en el capítulo 68 de Rayuela existe una de las pocas páginas antológicas donde el problema del lenguaje del español para abordar la sexualidad está desmentido de manera que rebasa el mero talento, y, desde luego, lo concerniente al proyecto de escritura de Rayuela. De la existencia del libro me entré este verano en El Escorial por boca de su viuda, Aurora Bernárdez: lo que no dijo es que sería de inmediata publicación.
Galaxia Gutenberg publicará, por su parte, un hilarante y dramático texto de Guillermo Cabrera Infante, Mapa dibujado por un espía, donde el escritor cubano narra su retorno a Cuba unos años después de la Revolución y que hizo que determinara un destino, el de un exilio sin retorno posible y una nostalgia infinita por las noches habaneras y los olores de sus calles que cambió por el otoño perpetuo de Londres. La mima editorial sacará también Federico García Lorca en Nueva York y La Habana: cartas y recuerdos, resultado del homenaje hecho al poeta granadino con motivo del aniversario de Poeta en Nueva York.
Ian Gibson ha biografiado los primeros años de Luís Buñuel, justo en la etapa en que fue el gran amigo de Federico García Lorca. Como resultado de los años de investigación sobre el poeta, Gibson ha debido de dotarse de una información exhaustiva sobre Buñuel. El resultado es Luís Buñuel. La forja de un cineasta, que publicará Aguilar y que, de seguro, ofrecerá un retrato bastante ajustado de la personalidad del autor de Un perro andaluz. Gibson, que combina el rigor de la escuela historiográfica británica con su amenidad, se muestra en este sentido fascinante e irresistible. Solo cabe esperar que su libro, como aquellos primeros sobre Lorca, se convierta en referencial en un cineasta cuyas múltiples facetas todavía esperan estudio y dilucidación.
Esta biografía de Buñuel da paso a un elenco biográfico que copará buena parte de los libros dedicados al ensayo. Para empezar se anuncia a bombo y platillo la biografía definitiva de Salinger, que publicará Seix Barral, La guerra privada de J.D. Salinger, un estudio que ha costado a sus autores, Shane Salerno y David Shields ocho años de trabajo y que se anuncia como la bomba generadora del negocio que mueve la figura de este escritor de quien, nos tememos, terminaremos empachados: para el año 2015 se anuncia la publicación de cinco narraciones inéditas del autor de El guardián entre el centeno. Un retrato de Hernán Cortes (Taurus) debido a Christian Duverger que es un hispanista francés muy ameno y cuyas tesis suelen ser, por lo menos, atrevidas. También una de Adolfo Suárez debido a la pluma de Fernando Ónega, en Plaza Janés, amén de otras de variado pelaje, que van desde Cicerón o la muy interesante dedicada a Giacomo Leopardi, hasta las de Amy Winehourse, (Alianza), que no podía faltar a dos años de su muerte, o la de Prince, publicada por Alba.
Terminaremos, so pena de hacer de este artículo un mero catálogo, con dar cuenta de un curioso libro de Fukio Mishima, La ética del Samurai en el Japón moderno, (Alianza), cuya importancia estriba en que está en el centro del pensamiento de este escritor sobre el honor, cuestión por la que se suicidó, y Falange y literatura, en RBA, de José Carlos Mainer, por dar cuenta de un tema muy importante en la conformación de nuestra historia de la literatura más reciente pero que desde el clásico libro de Puértolas o los más recientes de Andrés Trapiello, Las armas y las letras, se ha tendido a remover poco, como si la cosa quemara.
Un otoño regido en gran parte por el ensayo pero, salvo excepciones, con un sesgo donde se ha querido combinar cierto rigor con temas atractivos para un público no cautivo por el género. De ahí que echemos en falta libros de referencia en este ámbito, libros de más calado. Probablemente la crisis sea la causa de la cosa, pero también su excusa. Y eso que no hemos dado referencia alguna a los libros de autoayuda. No daríamos abasto.
