Por fin, después de más de dos años, regresa esta interesante comedia policiaca a la televisión pública, que ha tenido que hacer encaje de bolillos para encontrarle acomodo en su presupuesto y en su programación. Finalmente, los directivos de TVE han roto una tradición y han programado esta serie de ficción nacional los martes por la noche en lugar de los lunes o los jueves, como venía siendo habitual. Quizá para evitar la competencia inalcanzable de El tiempo entre costuras, cuyo desenlace apoteósico tuvo lugar ayer, precisamente.
La serie de la productora Boomerang fue estrenada en 2009, y en las dos ediciones precedentes no tuvo la repercusión que se merecía, a pesar de sus virtudes interpretativas y de reunir elementos dramáticos de mucha calidad, tanto en la concepción de los personajes, como en los guiones y en el tono.
A nuestro juicio, uno de los aciertos fundamentales de Los misterios de Laura es la personalidad de Laura Lebrel, la inspectora de policía protagonista, interpretada excelentemente por María Pujalte (Periodistas, Siete vidas… y varias películas), quien logra transmitir a su personaje ese carácter entre despistada, emocionalmente frágil, inteligente y fuerte que lo hace tan atractivo y que recuerda indefectiblemente a la Jessica Fletcher de la mítica serie de los ochenta Se ha escrito un crimen o a su precedente, La señorita Marple, ambas emitidas también por nuestra televisión pública.
Laura Lebrel es una inspectora de policía y madre con dos hijos bastante traviesos que mantiene una relación ambivalente con la suya propia, Maribel (Beatriz Carvajal). Separada hace poco de su marido, Jacobo, que es precisamente su jefe (Fernando Guillén Cuervo), tiene de compañero a Martín, un mujeriego entrañable (Oriol Tarrasón). En la comisaría también trabajan Lydia, una inspectora algo envidiosa (Laura Pamplona), y Cuevas, un agente de policía muy entusiasta que está enamorado de ella (César Camino).
Como apuntábamos antes, Los misterios de Laura ha sabido encontrar el tono ideal y cuenta con las dosis de humor necesarias en un ambiente peculiar pero no muy alejado de la realidad, manteniendo el interés argumental y planteando tramas conclusivas de investigación interesantes en cada capítulo, de una hora de duración, en los que alternan secuencias exteriores e interiores. Además, cuenta con tramas de continuidad en las que avanzan las relaciones que se van estableciendo entre los personajes principales a lo largo de la serie.
RTVE, quizá para intentar captar audiencias más jóvenes y en un ejercicio de adaptación a los tiempos tecnológicamente tan cambiantes que vivimos, ofrece una aplicación móvil disponible en Android y iOS con la que intentar solventar cada semana desde la tableta o el teléfono inteligente casos similares a los de la inspectora Laura Lebrel con los mismos personajes de la serie.
El día de su estreno, el martes de la semana pasada, la serie se quedó la segunda en el ranking de audiencia con 2,38 millones de espectadores y una cuota de pantalla del 11,7%, por detrás de otra ficción nacional, protagonizada casualmente por Beatriz Carvajal, que hace doblete, Bienvenidos al Lolita (Antena 3), que consiguió el 17,5% de cuota de pantalla y 3.3 millones de espectadores. No obstante, Los misterios de Laura se mantuvo un punto y medio por encima de la media del día de la cadena (TVE: 10,2%). Nosotros auguramos mayor éxito, lo contrario sería una pena.
La buena noticia es que ha vuelto Pascual Serrano. Esta investigadora tiene gracia; la actriz es buena. Veremos qué tal.