Crónica de la desesperanza

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Hermosa_JuventudRosales, como casi todos los que estudiaron en la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en la provincia de La Habana, guarda ese regusto por el cine social y la crónica costumbrista de sus fundadores, entre los que se encuentra el recientemente fallecido Gabriel García Márquez. Autor de películas muy peculiares desde el punto de vista conceptual y formal como Las horas del día o La soledad, entre otras, plantea ahora un retrato sin ornamentos de la juventud española. Esa que viaja en metro, hace botellón, vive en casa de sus padres, está enganchada a un móvil, se busca los cuartos haciendo chapuzas mal pagadas, cree en la amistad, se aman y hasta tienen hijos…

Esa que parece envejecida y que ha perdido la sonrisa por la ambición de los mayores. Que parece desentenderse de todo y que ya no se rebela contra nada porque ya no tiene nada. Ni trabajo ni sueños ni esperanza. Y está compuesta principalmente por unos jóvenes a los que los sociólogos llaman "ninis" (ni estudian ni trabajan), como si fueran una excrecencia o un grupo de música pop.

Rosales ha puesto su foco en una pareja de jóvenes madrileños de extrarradio y nos ha enseñado su día a día. Con detalles, ambientes, gestos, pocas líneas de diálogo… trabando como un artesano o un periodista antiguo la crónica social de la desesperanza. Se ha centrado en los "ninis", es cierto, pero ha dibujado el mapa de la desolación de toda la juventud.

Para ello ha contado con una pareja de jóvenes actores fabulosos, Ingrid García-Jonsson y Carlos Rodríguez, que dan vida a estos niños grandes, a estos viejos niños, transmitiendo toda la tristeza, preocupación y nostalgia, mezclada con esa alegría innata e inocente de la juventud, de esta pareja que se ama y busca una vida común y un futuro que ni siquiera alcanza a ver porque no existe. Y también con el excelente trabajo de Inma Nieto, en el papel de la madre de ella, consciente de la terrible situación social e impotente por no saber qué hacer para ayudar a sus hijos.

Rosales, que además de gran director de actores, sabe ver, mirar y contar la realidad con su estilo sobrio y esquemático, ha trabado una historia intimista pero paradigmática de la desolación y la falta de futuro con una mirada cercana y respetuosa, como si se asomase sigiloso por una ventana indiscreta a la vida de este suburbio madrileño y sus habitantes, y con pequeñas pinceladas, muy medidas y contadas, nos ha enseñado todo: lo que piensan, lo que sienten, lo que anhelan, lo que no tienen…

Hermosa Juventud es, por tanto, una bofetada a cámara lenta y en primer plano en la conciencia de los que no hemos hecho nada para cambiar las cosas. De los que hemos vivido bien mientras había rancho para todos. Y, sobre todo, de aquellos que se han enriquecido en tiempos de bonanza a costa del futuro de los demás. La tasa de paro juvenil en España es el 55% de la población activa, en Andalucía, Extremadura, Canarias y Castilla-La Mancha supera el 60%.Ya ni siquiera la emigración es una salida, pues, uno de cada cinco jóvenes europeos menores de 25 años no encuentra trabajo. En total hay 5,5 millones de jóvenes europeos en paro.

A partir de ahora, cuando vea por la calle a algún joven pegado a un móvil o enseñando la ropa interior por encima del pantalón, en vez de despreciarlo, compadézcalo, y fíjese en su mirada. Puede que aprecie que ya no mira hacia delante, y que su alegría es sólo fruto de la última energía que le tributa la juventud incombustible. Y esto es algo que no nos podremos perdonar nunca. Y que Rosales solo nos recuerda para que no lo olvidemos.

Tráiler oficial de Hermosa Juventud / Wanda Films (YouTube)
3 Comments
  1. celine says

    ¿Sin una gota de esperanza? No sé si seré capaz de ver algo tan triste.

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