Pascual García
Estado de bienestar. Sensaciones de frescor, de armonía, de paseo grato, de granizado de lima. Gotas de agua invisibles salpican los rostros y refrescan las almas. Estamos bien en verano. El aire acondicionado funciona y me siguen pagando el paro el diez de cada mes... No nos podemos quejar... Tengo una terraza de puta madre y miro las estrellas todas las noches hasta que caigo dormido, en pelotas, en la tumbona. La tortilla de patatas cada vez me sale mejor y a la única María Dolores a la que presto atención es a La Pradera, que me lleva de la mano, atiborrado de mojitos, del puente a la alameda...
Cuanto cuentas en tan pocas líneas.