Las Memorias de Frank Zappa: de la guerra del porno al conservadurismo pragmático

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Cubierta de las memorias de Frank Zappa.
Cubierta de las memorias de Frank Zappa.

La verdadera historia de Frank Zappa. Memorias, que ha publicado entre nosotros Malpaso, es el nabokoviano título, engañoso, sutil, posmoderno -recordemos La verdadera vida de Sebastian Knight- que el músico de imaginario salvaje y bigotes tan famosos como los de Dalí, bueno, también los de Freddy Mercury, ha puesto a la particular visión de su propia vida... o lo que nos cuenta. Con esa duda nos quedamos, pues toda ella planea sobre el libro. Duda por otra parte, que sólo puede inquietar a sus fans de imaginario adolescente: todos sabemos que la memoria es un relato en gran parte inventado y la gracia de estas consisten en lo que cuenta y el modo de llevarlo a cabo. Es pura literatura. ¿Qué otra cosa esperaban tratándose de Frank Zappa?

El músico pertenece a esa saga de colegas que nos han contado su vida, lo que en principio no parece muy tradicional entre los músicos, pero desde Richard Wagner, de los primeros que comenzaron la costumbre, la referencia ha sido obligada: desde Paquito de Rivera con Mi vida saxual, a Bob Dylan , pasando por Ray Charles, Keith Richards, Chuck Berry, Sting, por no hablar de Michael Jackson, que también. El libro fue escrito en 1989, en colaboración con Peter Occhiogrosso, y en él da un repaso a su vida, lo que fueron sus dos matrimonios, sus fracasos, sus clamorosos éxitos, los problemas eternos con la Justicia, su incomprensión justa y adecuada respecto a los políticos, que nunca dejaron de parecerle marcianos, y no sólo Reagan, el gran extraterrestre.

Unas memorias, en realidad, bastante proclives a la lucidez y a cierta modestia en un hombre que ha dado nombre a un asteroide, a un molusco extinguido en el Estado de Nevada, a unos peces de Nueva Guinea, a un gen de la infección de la orina, a una medusa endémica del Norte de California, a una araña descubierta en el Camerún, hasta llegar a tener un día especial al año, “el Día de Frank Zappa”, en Baltimore, que la alcaldesa de la ciudad instituyó por la calidad musical del artista, pero también por su lucha por la libertad de expresión. Como pasó en Checoslovaquia , que durante muchos años fue referente de las ansias de libertad de ese país. Los bigotes de Zappa en realidad son tan famosos como los de Dalí, han inspirado a científicos y políticos, amén de artistas... y ¿quién, aparte de estos dos raros, puede aspirar a tanto ruido, mediático o no?

De ahí que la lectura de este libro sea tan deliciosa. En estas páginas no hay atisbos de tamaña disposición pública. Todo lo contrario, pero merece la pena seguir el rastro de lo que nos cuenta porque las anécdotas poseen todo el aspecto de ser erráticas, no siguen ningún orden aparente. Tengo para mí que el secreto de ese orden sólo le pertenece a él y que al resto sólo nos cabe intuir la razón de que de pronto pase de poner verde a Ronald Reagan  a declararse políticamente un conservador pragmático. Frank Zappa es, casi siempre, una caja de sorpresas. Así que ya saben, conservador pragmático... lo que quiera decir con eso sólo él lo sabe.

A Zappa le movió escribir este libro porque, dice, “hay muchos libros estúpidos, en varios idiomas, que hablan sobre mí”. Visto así, el libro pretende dejar las cosas en su sitio y despejar esas leyendas que tanto abundan sobre su persona, comenzando por su origen, que si es griego, árabe, francés, siciliano, y terminando por su total ignorancia de la enseñanza musical. Zappa quiere dejar las cosas en su sitio, “hablar de cosas reales”, y así, respecto a esas deudas que recibió a los doce años, donde mezclaba a Igor Stravinsky con Edgar Varèse o Anton Webern, junto a Jewels o Lighnin´Slim, sencillamente nos dice que no había ninguna diferencia porque sencillamente entendió que la música era buena o no. Y nada más. A muchos llegar a esto les ha costado media vida, pero Zappa tiene algo de taumatúrgico, de algo más que de ser un raro talentoso, algunos hablan de genio, lo que es más que probable.

A los doce años le dio por tocar la batería en los muebles de su casa mientras, ponía la música de Edgar Varèse a todo volumen en el tocadiscos. Su madre, una señora católica, de rasgos, suponemos, de buena ama de casa como le gustaban a Eisenhower, debió quedar espantada ante ese ruido que su hijo gustaba de poner a todas horas. Con cierta sabiduría concluyó que su hijo estaba mal de la cabeza. Nada más.

Estas memorias tienen un interés enorme porque nos dan a conocer la particular visión de la vida de Zappa según Zappa, lo que no es ninguna broma, y así el volumen, unas 300 páginas, están llenas de anécdotas suculentas, terribles, hilarantes. Pero la comparecencia de Zappa ante el Centro de Recursos Musicales para Padres, una entidad que llevaba, entre otros, Tippi Gore, esposa del senador, entonces, Al Gore, es especialmente emotiva porque en aquel episodio Zappa defendió la libertad de expresión como pocos lo hicieron en su momento, no olvidemos que la PMRC quería tener la potestad para prohibir los contenidos sexuales y de referencias satánicas de los discos editados en los Estados Unidos. Es lo que él llamó “las guerras de porno” y su crítica al fundamentalismo de la institución es referente porque lo sitúa en una defensa radical de la libertad de expresión. Parte de ese manifiesto lo incluyó en The Porn Wars.

De ese episodio salió esa actitud indomable de Zappa ante la libertad del artista. Algo en el que este hombre, flexible por lo demás, se mostró inalterable. Ahí nació una de sus muchas leyendas, y desde luego, de las mejores.

Frank Zappa, el genio experimentador de todo... una lección de vida la de estas memorias, de vida y de talento... de eso no andamos sobrados.

2 Comments
  1. paco otero says

    Ayer mismo comentaba en el salón de mi casa que, cada vez mas intento eludir de mi entorno toda persona o grupo donde a mi modesto entender descubra :estupidez, banalidad, gilipollez en suma, y que lo hago no por desprecio ni pendanteria ,sencilla llanamente por al estar en la mitad de la sentena, no querer perder ni un minuto ante tantas y tantas cosas que me quedan por saber y conocer antes que la a parca le de por pasar cerca de mi puerta. gracias una vez mas maestro por estos trabajos que siguen siendo un mundo mas en mi búsqueda del conocer para gozar.

  2. Joaquin says

    Zappa murio hace ya unos años.

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