‘Casados a primera vista’: cándidos desesperados

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Gloria y Salva. Casados a primera vista
Los concursantes Gloria y Salva, tras su boda en Cancún (México). / antena3.com

La verdad es que nos cuesta enfocar la visión y, por consiguiente, interpretar el nuevo programa de telerrealidad de Antena 3, Casados a primera vista, que ha cumplido su segunda semana de emisión con éxito. A priori pensábamos que iba a ser un programa de humor, en el que podrías reírte de unos cuantos ilusos que están a punto de incorporar a sus vidas, casi por correspondencia, suegras, discusiones, ronquidos y demás repujados que adornan la cruz del matrimonio.

Lo que pasa es que a medida que te vas dando cuenta de que estas personas buscan de verdad el amor, y además están convencidas de que van a encontrar a su media naranja gracias a un test de compatibilidad, te entra una especie de congoja, a poco que tengas algo de empatía. La comedia se convierte en drama en menos de lo que tarda en pronunciarse un “sí quiero”.

El formato es novedoso, a pesar de que ya se han emitido en nuestro país programas de citas, sobre todo en las cadenas de Mediaset, algunos de ellos pretendidamente rompedores, como Adan y Eva, del que opinamos aquí, y otros acaban de finalizar ya su cuarta temporada, como Quién quiere casarse con mi hijo.

En Casados a primera vista, producido en España por Grupo Boomerang TV  y Big Bang Media tras su éxito en EEUU y algunos países nórdicos, pues la idea original proviene de Dinamarca, cuatro parejas se van a casar sin conocerse en la confianza de que un test de compatibilidad y un grupo de especialistas (psicóloga, sexóloga y psiquiatra) van a acertar en la elección. Antes ha habido una fase de eliminación en la que han participado decenas de personas, y donde quedaba claro que la edad era un impedimento, además de varias retiradas cuando se reveló la condición final e imprescindible del casamiento.

A pesar de que casi estamos inmunizados contra la falta de escrúpulos en la concepción de programas de televisión, a nosotros éste nos da un poco de miedo y nos indigna casi a partes iguales, pues nos parece poco moral y casi un abuso utilizar el legítimo deseo de encontrar el amor de gente que ha fracasado antes, y que en cierta manera parece desesperada por encontrarlo, para elaborar un reallity show exhibiendo tan íntimo y profundo anhelo. Aún no nos hemos recuperado de la pena al contemplar la emoción que mostraban algunos de los candidatos al ser seleccionados por los mencionados “especialistas” para su matrimonio a ciegas tras haber completado con éxito el “mágico” test de compatibilidad; en realidad, elaborado por la empresa especializada VipScan.

Es decir, que nos parece que los que han llegado a esta fase final son los más cándidos y, por tanto, los más vulnerables. Lo que, desde luego, va a dar juego al programa, que es lo que pretenden productores y cadena.

Además de su emoción al ser elegidos, hemos asistido a la extrañeza de familia y amigos al saber la noticia de tan singular enlace, a su deseo de conocer a los consortes, a sus reacciones –algunas de indisimulado desagrado- y a las de familia y amigos una vez presentados, y a los primeros momentos de convivencia matrimonial, con discusiones y llantos incluidos. Imaginamos que en próximos programas se revisará el estado de las relaciones establecidas y contemplaremos alguna ruptura o confirmación de matrimonio. Y probablemente, entre medias, veremos las rivalidades de familias, comprobaremos por qué algunas suegras hacen honor a su fama y asistiremos a algunas decepciones tempranas, que es lo que probablemente más morbo dará a la audiencia y más nausea a nosotros.

El día de su estreno hace dos semanas Casados a primera vista  fue visto por tres millones de espectadores con una cuota de pantalla del 15,5%, lo que perjudicó a nuestro programa favorito del lunes, El Ministerio del Tiempo, que se quedó con el 12,9% y 2,6 millones de espectadores. En la segunda semana ambos programas han mantenido cifras similares: 15.8% de cuota con 2.868.000 espectadores el reallity de Antena 3 y 12.7% y 2.651.000 la ficción de La 1. A ver esta semana cómo sigue la cosa, una vez que Antena 3 ha abierto la veda de este tipo de programas.

Actualización 17 de marzo

Los datos de audiencia de ayer lunes plantean un cambio de tendencia: Casados a primera vista fue visto por 2.653.000 de espectadores, con un 15,1% de cuota de pantalla, mientras que El Ministerio del Tiempo lo vieron 2.929.000 de espectadores, con un 14,00% de cuota de pantalla. Casi al contrario que la semana pasada.

Gloria y Salva discuten en su noche de bodas. / antena3.com
1 Comment
  1. paceltaslosdeteruel says

    Confieso que solo vi unos minutos de programa mientras hacia zapping. Pero me dio mucha pena….

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