Verano de tránsito
El debut en el largometraje de un cortometrajista nos suscita a menudo prevención, aunque venga avalado por premios importantes en Francia, como es el caso. Es como leerte un libro superventas de alguien desconocido porque le han dado un premio, pongamos el Planeta o el Nadal, sabiendo todas las novelas sólidas y cuajadas que aún te faltan por leer con el poco tiempo que tienes.
Pues bien, Thomas Cailley, con el aval del galardonado cortometraje París Shanghai, presenta una historia de maduración basada en la relación de dos jóvenes en transición. Ella es fuerte, determinada y violenta, y quiere apuntarse a un campamento de verano del ejército francés para prepararse para el fin del mundo, que, según ella, se avecina. Él es tranquilo y pacífico, y este verano, tras la muerte de su padre, va a ayudar a su hermano en la carpintería familiar mientras decide qué hacer con su vida. Se conocen casualmente y empiezan una relación que les descubrirá cosas de sí mismos que no conocían, mientras encaran el futuro con incertidumbre.
Cailley, y su coguionista Claude Le Pape, basan su película en la sencillez de planteamientos, el esquematismo narrativo y la ausencia de grandilocuencia. La acción fluye despacio, como el verano, y la fuerza narrativa descansa en los personajes, dotados de una intensidad medida y capaces de establecer relaciones muy interesantes, tras las que se aprecia la mano moldeadora del director y las habilidades de sus intérpretes, Adèle Haenel y Kévin Azaïs, cuyo excelente trabajo les valió sendos reconocimientos en los pasados premios César: mejor actriz y mejor actor revelación, respectivamente.
Aunque el director pierda a veces la batuta en lo que respecta al tono de la película, consigue transitar con sentido de los momentos de humor a los más serios y cerrar una historia de apariencia amable y trasfondo social. Podemos decir a modo de resumen que, en su conjunto, Les Combattants es una película correcta sobre la juventud desilusionada, con un planteamiento narrativo original y dirigida con solvencia por un joven director francés en ciernes. Poco más. Aunque, aparte de los premios mencionados anteriormente, haya ganado también el premio de la crítica o el de mejor película en la Quincena de Realizadores de Cannes y obtenido gran éxito de taquilla en el país vecino.
