Para regalar con cierto tino es mejor que no lean las páginas que T. W. Adorno consagró al tema en Minima Moralia y, sencillamente, hagan como siempre, sabiendo que van a meter la pata las más de las veces. Tengo que recomendar libros para regalar en esta fiesta de Reyes y me sumerjo en un mar de dudas: ¿recomiendo best sellers? ¿recomiendo una vez más Cuento de Navidad, de Dickens, que ningún niño lee? ¿me pongo estupendo, así fuera el Zaratustra de Luces de Bohemia, y me da por poner libros hermosos y de diseño, caros, al modo de un catálogo de arte? Pónganse en mi lugar: si meto la pata con esposa e hijo, ¿qué no haré con el resto de los humanos que leen?... Aun y así tengo la obligación de recomendar libros en este post y así lo haré. El criterio es el que más se acomoda al regalo: la carencia del mismo y sí la atención rayana en el capricho. Pido perdón por adelantado, pero también pueden hacerme caso, ¿qué pierden?
Francis Scott Fitzgerald. El Gran Gatsby. Lumen
Vaya excusa me he buscado para recomendar a uno de mis escritores norteamericanos preferidos de los 20: la nueva edición, bella, que ha sacado Lumen, de los avatares imposibles del multimillonario Jay Gatsby y sus más imposibles deseos, recuperar el amor perdido de juventud. Además, se le da un buen repaso a la clase alta norteamericana de los 20, con lo que podemos inferir correspondencias con los lobos de Wall Street de nuestros días.
André Kertész. Leer. Periférica & Errata Naturae
Publicado en 1971, este libro del fotógrafo André Kertész ve la luz ahora entre nosotros. Se trata de una hermosa colección de fotos en las que Kertész congela al lector en el acto mismo de la lectura. Son estudiantes, bailarinas, amas de casa, ejecutivos, ancianos, mendigos, monjes, niños que comparten un mismo estado: el estar absortos mientras leen en silencio, como nos enseñó San Ambrosio. El prólogo, de Alberto Manguel, es inteligente y fascinante, como lo quiere siempre su autor. Libro muy recomendable.
Marco Polo. El libro de las maravillas del mundo. Abada Ediciones
¿Es necesario que explique la razón de regalar este regalo que Marco Polo nos hizo a los occidentales? Muchos dicen que lo escribió de oídas y se basan en que no habla para nada de la pasta. Otros aseguran que fue el que la trajo a Occidente, olvidando quizá que ya con Augusto se comerciaba con China por aquello de la seda y, ¿quién sabe?... lo que no cabe duda es de que es libro misterioso casi mágico, con una prosa nada literaria, pero con hermosos logros surreales, como cuando para que nos hagamos una idea del frío ruso nos dice que cuando se agachan a evacuar tienen cuidado de recogerse las barbas pues se pueden pegar al suelo congeladas. Ni Alfred Jarry...
Kevin Birmingham. El libro más peligroso. Es pop Ediciones
Por supuesto se refiere a Ulises, el de Joyce, mi libro preferido del siglo, si es que se puede ser tan rotundo (por ahí andan Kafka y Proust y...) y por eso traigo a colación este libro que habla del texto joyciano, de los muchos avatares que sufrió, prohibiciones, ascos de autoras como Virginia Woolf que pese a las recomendaciones de Tom Eliot no quiso publicarlo en Hogarth Press. De Ulises, el malogrado Turcholsky dijo que era como el concentrado Bovril, que no te lo puedes comer pero que diluido da para muchas sopas. Yo no le echo agua.
Arthur Rimbaud. Obra poética completa. Atalanta.
Libro de hermosa factura, hasta decir que es bello. Nueva traducción, de Mauro Armiño, edición bilingüe. ¿Para qué más? Al fin y al cabo es el padre de la poesía moderna. No reparen en gastos. Además tampoco es tan caro. Menos que un whisky de malta medio. No se traicionen. Regálenlo.
Antoine de Saint Exupéry. El principito. Alianza Editorial
Uno de los libros más hermosos del siglo XX. Escrito en 1943, en Nueva York, este cuento es el libro francés más traducido, a más de 250 lenguas, incluido el braille. Si lo dicho no les llama la atención, he aquí alguna frase suelta del autor: “Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad”; “Si al franquear una montaña en dirección de una estrella, el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada, se arriesga a olvidar cuál es la estrella que lo guía”. Pues eso.
Edgar Foster Wallace. Portátil. Random House
Como todos tenemos un cuñado hipster, o eso creemos, vaya por delante esta edición antológica de cuentos y reportajes del autor de La broma infinita. Es un gran libro y la mejor introducción al, con toda probabilidad, uno de los grandes de la literatura norteamericana de los últimos años. Además el libro es gordo, condición casi indispensable para regalar.
De verdad, no lean el pasaje de Adorno.